Tu belleza, un fuego que no cesa de arder,
un misterio profundo que no puedo comprender.
Tus ojos son espejos donde me pierdo sin remedio,
reflejan el infinito, el cielo y el misterio.
Tu mirada me desarma, me desnuda, me posee,
y mi alma se arrodilla ante la magia que conlleve.
Eres mi sueño, mi vida, mi adicción,
el latido en mi pecho, la razón de mis poemas
Cada curva de tu ser es un mapa prohibido,
y yo, un explorador, rendido y perdido.
Tu risa es un canto que encadena mi voluntad,
un hechizo dulce, una cruel necesidad.
Tu voz, una caricia que recorre mi piel, me envuelve,
me embriaga, me eleva hasta el edén.
Eres mi seducción, mi deseo más ardiente,
el fuego que consume mi razón lentamente.
Tu piel es el paraíso que mis manos anhelan,
tu aroma, un veneno que mis sentidos desvelan.
Jamás he visto una mujer tan hermosa como tú,
y no quiero buscar más, pues eres mi luz.
Eres el alfa y el omega de mi pasión, mi locura,
mi calma, mi única obsesión.
Si alguna vez dudas de lo que eres para mí,
mira estos versos, cada palabra es por ti.