Mi Musa prohibida
Debo confesar que… ¡Yo no nací poeta!,
poeta se está haciendo mi corazón
bajo el clamor de estos sentimientos de amor.
Te ves como una… Diosa de ensueño,
¡Prohibida para mi deseos de piel!;
pero no, para el pergamino de mis letras,
que te pueden amar, ¡Más allá que un verso!.
¡No te imaginas!...
Como la tormenta de tu sonrisa
me tiene con un nudo en la garganta.
Como pesa el aire cuando suspiro por ti,
me lleno de deseos de amarte como se ama a los 20
con la experiencia de mi eterna primavera,
aunque parezca un eterno invierno.
Mi musa prohibida ¡Por Favor!...
no aceleres los latidos de mi corazón,
puedo caer prisionero en tu ternura,
puede ser inevitable que mis escritos
sean cómplices de un diccionario
de pasión aún no escrito.
El corazón no entiende de leyes,
solo entiende de latidos de pasiones,
no se siente prohibido por leyes mortales,
cree en un amor puro y sincero
que se juran dos seres que se aman.
Mi "Adorada Musa",
me juzgarán, me criticarán, me señalarán;
pero no podrán detener éste amor,
tu no mereces mil poema de amor,
tu te mereces el fuego ardiente que quema mis venas,
tu no te mereces que te haga una canción,
tu te mereces una sinfonía de latidos de mi corazón.
Ayato Jr.
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