Allí en su mirada.
Ése brillo en la mirada.
En sus ojos, su imagen grabada.
Al igual que en su piel sus caricias,
las que lleva como equipaje.
Allí donde va, la acompañan.
Allí donde va, lo siente.
Lleva el sabor de sus besos, aún si cierra
los ojos puede sentir sus labios.
Cuándo mira sus ojos ve ése
brillo febril, el que sintió con él.
El mismo que vio en sus ojos
aquella mañana.
Allí donde va, lo siente.
Lo extraña.
Allí donde va, lo busca en cada rostro.
En cada mirada.
Nadie tiene ese brillo en su mirada.
Allí donde va, nadie se le parece.
Por eso lo retiene allí en su mirada.
Conchita
Osuna.