CONFIESO
Ya no puedo disimular,
esconder la verdad de mis deseos,
confieso que me gustas, que me vuelves loco,
que los besos de tus labios
se convierten en el azúcar que baña mi alma,
que el roce de mis manos en tu piel,
que calmar mis ansias en tu vientre
es mi mayor obsesión.
Confieso que eres el misterio que encierra
el mundo de mis letras, que mi pluma
enciende su llama, un fuego que arrasa
todo en su camino, un río que corre caudaloso
en su tinta, cuando te pienso, cuando
me inunda el aroma de tu perfume,
porque habitas cada espacio, cada rincón
de mis pensamientos.
Confieso que tu calor me da vida, sí,
la aprobación de tu cuerpo, que se sacude
al sentirme, al disfrutar de cada gota de sudor
de mi pecho, que saberte mía se convierte
en una fuerza increíble, un delirio inexplicable,
porque soy tuyo, porque eres mía así
de una manera mágica, yo en ti, tú en mí.
Ya no hay manera de sostener estos impulsos
de mi poesía porque eres el esplendor
de una figura que me eleva al cielo
cuando te apareces y te siento de lleno
en las venas de mi sangre que se ponen rígidas
como una piedra, que solo hallan la paz al sentir
la humedad que me regalas despacio como
trofeo a mi hombría.
Ángel de las letras D.R.A.
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