SERENIDAD
En la fecunda paz de este retiro, noble la vida verdadera vivo; con amor de poeta labro el suelo y escribo rudos versos de labriego.
Cada trozo de pan que acerco al labio es por mi propio afán santificado, y cada verso que amoroso escribo tiene el sabor del surco que cultivo.
Todo inspira un bíblica confianza: la bestia, el ave, el árbol y las aguas, y una lección de amor y de belleza se desprende de cuanto me rodea.
Corre el arroyo sin saber a dónde y va cantando alegre mientras corre...; la humilde acequia que en regar se afana se prodiga en amor y queda exhausta.
Labra su nido el laborioso hornero, se paga en trinos su trabajo intenso, y como hermana la labor y el canto, todo el contorno alegra su trabajo.
Elabora su miel la dulce abeja y hace armoniosa y grata su tarea, y hasta las plantas de erizada espina con aire de bondad sus flores brindan.
Y yo en la beatitud de este retiro, donde la vida verdadera vivo, con amor de poeta labro el suelo y escribo rudos versos de labriego.
Juan Burghi
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