No hay amor más dulce que aquel que nada exige en retorno. El amor más bello que espero de otros es que estos no me juzguen y no me exijan. Deseo que todos me acepten como soy y me ayuden a alcanzar un bienestar actual y una vida llena de éxito. Entonces, puedo pensar que lo mismo debe ser verdadero, si consideramos lo opuesto: el amor más bello que puedo sentir por los demás es no juzgar y no exigir de ellos. Es aceptarlos tal como son y ayudarlos a alcanzar un bienestar actual y una vida llena de éxito. No hay amor más valioso que este.