TU LUGAR EN EL MUNDO
Nadie en el mundo va a darte tu lugar si tú no lo ocupas primero. Al que elige con firmeza su papel, nadie le dicta el libreto ni le señala cuando debe entrar o salir; sólo tú eres el director, guionista y protagonista de tu historia.
No importa tanto en realidad si eres un actor secundario en la obra de otros; lo esencial es que seas el actor principal en la tuya, y también el redactor de tu libreto.
Es irrelevante el tiempo asignado a tu papel, siempre será el necesario para tu participación; pero cuida de no equivocarte de escenario: el tuyo es aquél en el que se juega tu suerte. No la de otro, por apasionantes que puedan parecer los libretos ajenos.
Esto tiene que ver con la elección consciente de tu libertad en todos los niveles, que te llevará siempre a negarte a la aceptación de ese papel que muchos asumen para descansar de sus obligaciones: que es el de víctima.
Indaga profundamente en tu interior cuál es tu si-no, cuáles son tus talentos, cuáles los lenguajes con los que ansías expresarte, y luego actúa.
No te limites a una sola forma de expresión, emprende la aventura de descubrir de cuántos modos puedes llegar a los demás con tu mensaje.
Cada conducta es una forma de manifestación; no te limites al desempeño de un único papel en tu vida.
Cambia, amplía tu experiencia, pruébate en cosas nuevas, ensaya algo distinto, en tu trabajo, en tus pasatiempos, en la forma de vincularte con los demás, en el modo de amar a Los que amas.
No permitas que el miedo, los prejuicios, la moda, la rutina o la presión de los demás, aplaquen esa potencia creadora que habita en tu interior.
Exprésate y no te justifiques, no expliques, no argumentes.
Actúa, porque por cada uno que critica en voz alta, existen diez hermanos silenciosos que crecen con tu ejemplo y a quienes tu coraje impulsa a buscar en sí mismos la fuerza que te anima.
Existe una verdad en ti, debe ser revelada y transformada en acción. Esa verdad se refiere a tu esencia y a las características peculiares que te identifican.
DE LA RED
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