LA ESPOSA.
Las ventanas colmadas de jardín iluminan, Esposa, tu figura con una luz de Biblia, luz de nubes, eco resplandeciente de la altura.
Tu amor es como el pan del evangelio, manantial que discurre en onda pura abrevando mi sed de eternidad en dones sucesivos de hermosura.
Sobre el fondo de pinos y castaños, Esposa mía, vives en mi sueño, cruzas la galería de los años,
guiándome al jardín de la dulzura, donde alumbra las cosas con su luz el oro que corona tu escultura.
Esposa mía, hermana, buenos días. El aire, el sol saludan tu presencia. Gracias a tu ternura el mundo es nuevo. Dimensión clara adquiere la existencia.
El amor, Continente descubierto por ti, me da su flora prodigiosa, su mina inagotable de riquezas. Vivimos en la isla más dichosa.
Tu mirada acaricia la figura de las cosas, y labran un panal tus palabras abejas de dulzura.
Sonríes... y amanece en el planeta. Tu amor es un jardín con mil senderos que llevan a la fuente más secreta.
Autor:Jorge Carrera Andrade.
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