Pobre alma sola
¡Pobre alma sola!, no te entristezcas, deja que pasen, deja que lleguen la primavera y el triste otoño, ora el estío y ora las nieves;
que no tan sólo para ti corren horas y meses; todo contigo, seres y mundos de prisa marchan, todo envejece;
que hoy, mañana, antes y ahora, lo mismo siempre, hombres y frutos, plantas y flores, vienen y vanse, nacen y mueren.
Cuando te apene lo que atrás dejas, recuerda siempre que es más dichoso quien de la vida mayor espacio corrido tiene.
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