Sin esperarlo siquiera, viniste ilusionado a mi, conquistando mi inocencia más absoluta. Creí sin miedo y sin ausencia y en mi interior místicismo sagrado.
Disfruté de tus caricias apasionadas, guardé en mi alma tu palabra ausente de amor, pensé que eran para siempre sin reflexión alguna, abreviadas.
Apareciste sin previo aviso con afluencia e hice reverencia sensual a tu presencia ilusionada y bien recibida con esencia. Desapareciste, haciéndote ausencia.
Quedé vacía y llana por dentro sin alarmar mi mente, ya no se atrevía a pensar, me daba miedo mirarme al espejo y allanar lo que sentía. No me dejaba reflexionar.
Me fui alejando de mi misma inestable y desengañada, cerré la puerta con llave.
La vida es valiosa para dejarla ir grave. No aludo nada que no sea agradable.
Esos pensamientos que calan mi alma, van dejando mella en mi solitario corazón, me hago fuerte y me digo sin desazón que todavía quiero vivir en calma.
Amor que hieres a corazones desarmados
…volvemos a confiar en ti ilusionados; vienes disfrazado y te vas sin dolores aliviados. Amor que seduces a infieles y enamorados.
Amor de amores perdidos y hallados sueño, no encontrarte para siempre jamás, me has dejado una huella imborrable y sin más espero con el tiempo, sean menos angustiados.