¡Se sueña, se siente y se escribe...!
A cada momento vivimos un sueño que sé queda en fantasía o se hace realidad, pero para realizarlo debemos trabajar sin descanso, con inspiración y pasión, convencidos de que estamos haciendo lo correcto y más cuando se siente la necesidad de escribir, para comunicar experiencias en beneficio de quienes en su oportunidad pudieran creer en ellas.
Para tener un sueño primordialmente hay que soñar, dormido físicamente o despierto literalmente, y para soñar indudablemente hay que dormir bastante, para dormir hay que estar cansado, para estar cansado hay que haber trabajado mucho, para haber…, en fin; para cumplir un sueño todo es un encadenamiento, y no hay que dejar extinguir la chispa que en su momento se enciende, para iluminar las tareas más extenuantes de lo que cualquiera imagina al encadenar las letras con sentimiento y sentido de lo que queremos expresar.
Cualquier ser humano en su momento es dueño de su sueño para escribirlo, fundamental es concebirlo consciente y dignamente con ética y madurez como una meta determinada, prevaleciendo la sinceridad, la confianza y la lealtad de las ideas y Pensamientos, a pesar de que muchas veces se pergeñan estos, sin saber nada de lo que se plasma en letras, pero sintiendo la necesidad de escribirlos para que alguien los entienda.
Porque cuando se escriben los sueños, se pretende dar una contribución al enriquecimiento de los valores personales de acuerdo con los intereses espirituales y morales. Para ello debemos reflexionar sobre nuestras propias experiencias de lo aprendido y de lo que aún nos falta por aprender, buscando siempre la formación integral del ser humano, con la convicción de que hay una gran verdad… ¡existir y ser!...
Sé que existo, que estoy vivo, que estoy aquí… que soy yo. ¡Ah! Pero eso sí, respetando que todos tenemos condicionamientos mentales diferentes para indagar sobre lo desconocido, sin actuar bajo los preceptos de otras ideas y pensamientos.
Al respecto creo en todo lo que pueda pensar, decir o escribir. Es mi creencia con respecto a la existencia, pero para creer así, hay que empezar por liberarse de la estrechez mental que oprime el espíritu, ocultando la realidad de un ser humano libre y sosegado. Para mí, está es la realidad de los sueños, de la creencia, de la existencia, de la vida misma y la vida es muy corta, ¡es una sola!, hay que vivirla momento a momento, con sus ilusiones y sueños, ya que sin ellos la existencia no tiene sentido, por lo que cada día hay que vivirlo como sí fuese el primero, vivirlo verdaderamente en busca de ese dulce sueño que nos haga creer, que no lo hemos vivido en vano, porque como dijo, Roque Barcia, cito, “creer es vivir, y vivir es creer”. ¡La vida es un sueño!
Continuará…
DE LA RED.
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