Creo que pensándolo bien, ustedes ocupan un lugar muy especial en mi vida, nunca me imagine que los iba a querer tanto. Al conocerlos descubrí lo bueno de la amistad, con lo que aprendí una gran realidad, y es que, para la amistad no hay edad. Con la amistad que me han estado brindando aprendí que no debo rendirme cuando siento que caigo, sino tratar de no caer.

Aunque no tiene mucho que los conocí, créanme que estoy disfrutando mucho su amistad. Nunca me imaginé llegar a apreciarlos tanto, los aprecio no sólo por lo que son sino por lo que soy yo cuando estoy con ustedes.
Duele el hecho de que ya no los voy a poder ver tan seguido como antes.

Sólo quiero que sepan que ustedes mis maestros pero sobre todo amigos ocupan un lugar muy especial en mi vida y espero que nunca cambien, pero sobre todo que nunca dejen de ser buenos padres. Que dure por siempre SU Amor.