Un 99.9% de los secretos que nuestros oídos
han escuchado no son buenos,
ni vienen acompañados de buenas intenciones.
Cuando guardamos secretos es por temor,
por acuerdos que hemos hecho entre amigos o familiares,
o podemos guardar secretos de acciones o actos
que no deseamos sean descubiertos y
en el fondo sabemos que están mal.
Guardamos secretos porque si no lo hacemos,
perdemos el trabajo o la persona que amamos
se va de nuestro lado para siempre.
Y en algunos casos muy especiales,
hay secretos que deben de ser guardados,
porque de ellos depende la vida.
La palabra “secreto” significa “oculto, reservado;
lo que se tiene oculto”.
En sí misma la palabra “secreto” tiene mucho que decir;
porque es sinónimo de mentira, de engaño, de
esclavitud.
El que guarda en su vida secretos ya sean propios o ajenos,
NUNCA tendrá libertad.
NUNCA podrá disfrutar del aire fresco por la mañana,
NUNCA podrá entregar por completo su vida a un hogar,
por temor a ser descubierto.
NUNCA podrá alzar sus manos para recibir un regalo,
porque sabrá que en cualquier momento se lo quitarán.
NUNCA sabrá lo que es ver a los ojos a las personas,
porque se sentirá descubierto.
Estará condenado a vivir una vida doble.
Los secretos matan a las personas,
las llenan de enfermedades y de preocupaciones.
Los secretos son fuente de muerte Espiritual
del que los guarda.
Los secretos esclavizan a nuestras mentes con temores y
y nos desacreditan para defender nuestros derechos.
Los secretos hacen que no seamos nosotros mismos.
Sé valiente y deja de guardar secretos.
Di siempre la verdad, no tengas temor.
nos desacreditan para defender nuestros derechos.
Los secretos hacen que no seamos nosotros mismos.
Sé valiente y deja de guardar secretos.
Di siempre la verdad, no tengas temor.
“…porque vergonzoso es aun hablar de
lo que ellos hacen en secreto.
Mas todas las cosas,
cuando son puestas en evidencia por la luz,
son hechas manifiestas;
porque la luz es lo que manifiesta todo.
” Efesios 5:12 y 13.
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