Asombrados mis ojos de la belleza que veían,
parecía el paraíso, rincón de mis días,
donde los secretos se pueden compartir,
junto a ti amor, para que me puedas sentir.
Cerré mis ojos, te sentí a mi lado,
me diste ese beso, el que te había reclamado,
una música suave se apoderó de mis oídos,
y hermosos sueños entre los dos vivimos.
Me tomaste con ternura, como cual rosa perfumada,
me sentí soñar, como princesa en cuento de hada,
me deslicé en tus brazos fuertes, me sentí segura,
tus manos temblorosas, contorneaban mi figura.
El mar fue testigo de los besos apasionados
el viento empujaba el velero de los enamorados,
tu cuerpo me cubría por completo del rocío,
sentía en mi piel tu calor, ya no tenía frío.
Perdí el control de todos mis sentidos,
la luna y estrellas fueron leales testigos,
del amor que en mi sueño, los dos vivimos,
caricias y pasión, que los dos compartimos.
“Ángel Guardián”.