Por un instante olvida este mundo. Siente el calor de mis caricias en tu interior. Deja que sea la artesana en este momento, y así... lentamente moldear tu sensual y exótica tibieza, para que termines agotado en el paraíso de mis brazos, y sientas que soy tu ángel del amor. Quiero amarte en silencio, para que no pierdas ningún fragmento de este arte de seducción. Que huelas las fragancias que liberan mis besos, que te eleves en cada roce que provocan mis manos. Que en cada gota que libera mi convulsionado cuerpo, sientas la más desenfrenada pasión por mí... Tu ángel del amor.
(Andrea Rivadero)
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