
Eclesiastés 10:10 Si el hacha se desafila
y no se la vuelve a afilar,
habrá que golpear con más fuerza.
Vale más hacer las cosas bien
y con sabiduría. (DHH)
Muchas veces a lo largo de
la vida en la tierra, todos si excepción, vamos a recorrer momentos de
dificultad, de luchas, períodos de lucha, de valentía y esfuerzo y en
esos momentos de crisis, se deben tomar decisiones, decisiones que
traigan soluciones y cambien el curso de nuestras vidas...
La palabra de Dios tipifica
nuestra vida como un hacha, una herramienta que afilada es muy útil en
las manos del leñador. El hacha ha sido entregada con filo, así como
nuestra vida fue completamente cambiada el día en que nos rendimos a
JESÚS y le entregamos sin reservas nuestra vida.
Sin embargo es triste observar cómo muchas "hachas" han perdido su
filo: su amor hacia Dios. La pérdida del "primer" amor se evidencia por
señales como: independencia, pérdida de pasión por su palabra, por su
presencia, falta de evangelismo, pereza, monotonía, rebeldía, crítica
hacia la obra, chisme, ausencia en las actividades espirituales,
cansancio, entre otras.. permitiendo un ambiente frío, hostil,
religioso: llenos de conocimiento pero sin Espíritu, huesos secos... No
manifestándose claramente, sino en lo oculto, poco a poco, secretamente.
Por qué luego de haber
estado con el fuego del Espíritu Santo y venciendo todo obstáculo, un
día las cosas no suceden como antes? se acaban los milagros? se acaba el
aceite? la pasión?. Se dicen palabras a Dios y ya no se obtienen
respuestas?... Por que se ha perdido el filo, se ha perdido la sabiduría
que viene de la comunión y el amor hacia Dios... Era tan fácil ver sus
milagros y su favor!!!. El hacha Puede perder su filo, y así para obtener resultados se debe golpear con más fuerza.
Es hora de volver a nuestro
DIOS con todo el corazón, anhelar su presencia con desesperación,
desear escuchar su voz día a día, escuchar lo que tiene para nosotros,
escuchar sus mandatos, para poder hacer su voluntad, estar listos en
todo tiempo, preparados, afilados, actuar con sabiduría de Dios, para
enfrentar día a día todos los obstáculos que se presenten y vencer en el
nombre de Jesús, es hora de avanzar en su obra y llevar el mensaje de
salvación a quien no lo tiene. Ayudar a nuestro prójimo, honrar a
nuestros padres.
Con la sabiduría de Dios se hacen los trabajos de forma más fácil,
Dios dice en su palabra que podemos pedirla y Él la concede.
Si has sentido que tu "hacha" ha perdido filo y que estás
golpeando con más fuerza sin resultados en tu vida, tu ministerio, tu
hogar, tu estudio, etc., te has sentido infructuoso hoy es el día de
ponerse en manos del leñador (DIOS), quien tendrá especial cuidado de
cada uno, rindámonos a El, entregándole todas las áreas de nuestra vida,
dejando atrás lo malo, lo que no conviene. El traerá momentos de
refrigerio y nos guiará día a día en el propósito especial y particular
que tiene para cada uno de nosotros...
Dios te bendiga.
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