Un hermano mientras oraba en la Iglesia
de pronto se levantó gritando “Dios es amor,
Dios es amor, Dios es amor”, corrió hacia
una cantina que estaba en la esquina,
entró y gritó “Dios es amor, Dios es amor, Dios es amor”
El dueño, enojado, llamó a los guardias y se lo
llevaron preso, al otro día lo soltaron y cuando
llegó a la Iglesia, los hemanos, que habían
amanecido orando por él, preocupados se
alegraron y saltaron de alegría al verlo,
él les contó que no importaba
que hubiera estado preso, el mensaje había sido entregado.
En la reunión de la noche en la iglesia,
llega el dueño de la cantina corriendo
desesperado, por que esas palabras
le resonaban en su mente toda la noche
y todo el día, se convierte a Cristo,
cambia el rubro de la Cantina por dulcería
y ésta, después de 97 años, permanece en
la misma esquina como dulcería, siendo un
mudo testimonio de que; “Dios es amor, Dios es amor, Dios es amor”
¿Del dueño de la cantina?, solo puedo
decirles que de su descendencia han salido 4 pastores y dos pastoras.
Ahora la pregunta es: ¿compartes del mensaje
de Dios?, hay muchas formas de poder compartir
el mensaje de la Palabra, con tratados, con audio,
mediante evangelismo personal, pero sobre todo con tu testimonio.
Enviado por Bebita
Nunca calles cuando Dios te impulsa a hablar,
podría ser el inicio de una vida nueva para alguien.
Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.
El que crea y sea bautizado será salvo;
pero el que no crea será condenado.
Y estas señales acompañarán a los que han creído:
en mi nombre echarán fuera demonios,
hablarán en nuevas lenguas; tomarán
serpientes en las manos, y aunque beban
algo mortífero, no les hará daño; sobre los
enfermos pondrán las manos, y se pondrán bien. Marcos 16:15-18.