Tu estás... Conmigo
“Aunque ande en valle Con sus sombras de muerte -y mi luz, con las tinieblas batalle- No temeré mal alguno, -mi miedo con la fe haré se estrelle- Porque Tú estarás conmigo, -que mi ser en ti halle- Tu vara y tu cayado Que me infundirán aliento”.
Los arroyos frescos Dan felicidad; El verde césped Trae tranquilidad; Hermoso seria de la vida Si no se apartaran de la humanidad; Mas las sombras de la muerte Es profunda oscuridad, Es negra vastedad.
Creemos estar en el abandono, Nos embarga la inseguridad, Tenemos miedo de la realidad; La flaqueza de la fe Dice que el Pastor nos ha olvidado... Más el que confiado esté Sentirá su tierno cuidado, Estará seguro a su lado Aún en las sombras que le ha tocado.
El ha dado esperanza Para todo ser humano; Su vara ahuyentará Al obstinado malhechor. Su cayado alimento nos dará, Su consuelo será fortalecedor, Mostraranos el sendero con su luz; En medio de sombras oscuras ÉL es mi Pastor Divino Él es el Divino Jesús.
Aporte de: Segundito .
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