El Búho
En un bosque no muy
lejano a donde nos encontramos, donde se escucha el ruido del agua y los sonidos
de los animales, y donde no hay carreteras ni casas, un búho pequeño iba
paseándose por la copa de los árboles, el búho es un ave que abre los ojos sobre
todo de noche y muchas personas lo toman como un animal que está atento a lo que
sucede en el bosque.
Nuestro búho pequeño
tenía muchas dudas sobre cómo llegar a ser feliz. Le habían explicado sus amigos
que en el hueco del tronco de una encina muy grande que había en el bosque,
anidaba un búho mayor y muy sabio. Allí se dirigió y al encontrarlo le preguntó:
Buenos días, búho
sabio. Sabes cómo se alcanza la felicidad.
Querido búho pequeño,
hay que vivir atentos a lo que pasa en el bosque: los ruidos, los paseos de
otros animales compañeros nuestros, la llegada de la lluvia que golpea las hojas
de los árboles, el movimiento del aire que nos mueve y nos impide volar con
libertad, el paseo de algunos hombres que llegan con ganas de cazar... todo lo
que pasa a nuestro alrededor es importante para nosotros.
Y cómo se está atento
para no despistarse.
Búho pequeño, nuestro
Creador, Dios Padre, nos ha dotado de unos ojos grandes que nos permiten ver
incluso en la noche. Hay que abrirlos para observar, seguir los movimientos de
todo lo que nos rodea y, sobre todo no dormirse del todo. Los búhos cerramos a
veces los ojos pero entonces estamos atentos con nuestros oídos a lo que sucede.
Así de esta menra podemos observar. Por eso los hombres nos han elegido como
símbolo de la sabiduría, de las personas que se dan cuenta de lo que pasa. De
esta manera empiezas a caminar hacia la felicidad.
Gracias, búho sabio,
por tus consejos. Intentaré vivir así para llegar a ser como tú.
Se marchó el búho
pequeño volando entre los árboles. Se dio cuenta que podía observar muchas
cosas. Se esforzó en escuchar y descubrió multitud de sonidos que no había oído
jamás. De esta manera se sintió más integrado en el bosque y más dispuesto a ser
protagonista de lo que ocurriera. estaba preparado para ser feliz porque había
descubierto la atención
de la
red