EL DIÁLOGO
“ Dialogar es abrirse sinceramente al
otro desde la escucha y desde la palabra. El que sólo habla no dialoga y
el que sólo escucha, tampoco “ - J. Bestard -. Saber escuchar es enriquecer y
enriquecerse sin límites, es ejercer la humanidad de forma completamente madura,
saludable, fraternal y generosa. Saber escuchar es hacer un ejercicio de
respeto, humildad y delicadeza al dar preferencia al otro en tomar el uso de la
palabra, mientras yo quedo en un segundo plano. Saber escuchar es el modo más
inteligente y práctico de predisponer favorablemente a mi interlocutor para que
también él me escuche atenta y pacientemente. Saber escuchar, en definitiva,
es una manera muy saludable de colaborar para la felicidad del otro y ejercer la
fraternidad. Todos los psicólogos coinciden en afirmar que la convivencia
sólo es posible mediante el diálogo como lenguaje, como fórmula de comunicación,
de paz y de hermandad, cuya finalidad es el encuentro entre los hombres. Sólo
una escucha sabia, serena y paciente y una actitud abierta y humilde, hacen
posible un diálogo enriquecedor.
a/d
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