No esperes una sonrisa para ser
gentil...
No esperes ser amado para
amar...
No esperes estar solo para reconocer el inmenso
valor de un amigo...
No esperes el luto del mañana para reconocer la
importancia de quienes estan hoy en tu vida...
No esperes tener el mejor de los empleos para
ponerte a trabajar...
No esperes la nostalgia del otoño para recordar un
consejo...
No esperes la enfermedad para reconocer que tan
frágil es la vida...
No esperes la persona perfecta para entonces
enamorarte...
No esperes la soledad para pedir
perdón...
No esperes la separación para buscar la
reconciliación...
No esperes el dolor para elevar una
oración...
No esperes elogios para creer en ti
mismo...
No esperes tener tiempo para
servir...
No esperes que los demás tomen la iniciativa,
cuando sabes que tú has sido el culpable...
No esperes el “yo también” para decir “te
amo”...
No esperes tener dinero por montones para entonces
ayudar al pobre...
No esperes el día de tu muerte si aún no has amado
la vida...
Entonces, ¿qué estás esperando?
anónimo
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