EL
TIEMPO.
Para darse cuenta del valor de
un año, pregúntale a un estudiante que ha fallado en un examen final.
Para
darse cuenta del valor de un mes, pregúntale a una madre que ha dado a luz un
bebe prematuro.
Para darse cuenta del valor de una semana, pregúntale al
editor de un diario semanal.
Para darse cuenta del valor de una hora,
pregúntale a los novios que esperan para verse.
Para darse cuenta del valor
de un minuto, pregúntale a una persona que ha perdido el tren, el autobús o el
avión.
Para darse cuenta del valor de un segundo, pregúntale a una persona
que ha sobrevivido de un accidente.
Para darse cuenta del valor de un
milisegundo, pregúntale a una persona que ha ganado una medalla en las
olimpiadas.
El tiempo no espera para ninguno.
Atesora cada momento que
tengas.
Lo atesoras más cuando puedes compartirlo con alguien
especial.
D/A