He bautizado una estrella con tu nombre en el cielo, el mío te ha seguido para mostrar el brillo de mis te quieros, distante y hermosa, vestida de negro como negro el manto que viste nuestro cielo,
Brillan tus ojos en el intersticio de mis ansias, formando en tu trayecto una estela de besos y ansias, de quererte..., de adorarte..., de vivir prendado en tus ojos, en tu mirada centelleante,
He puesto tu nombre en lo alto, donde reinó el dios Marte, donde saturó de besos a Atenea llenando el cielo de luminarias pequeñas, con nombres todas y del amor su profunda huella,
Al cielo he vestido de gala, pues a mi amada la he presentado a mil ángeles, esos que nos protegen y que desde cada estrella ven la creación de un Dios grande,
Tú amor mío, tú eres esa estrella , ese Sol o esa luna que al tocarme con su luz hace de mi un mortal que con su alma en fuga llegar quiere al cielo, porque eres la más bella, porque de ti tomó Dios belleza para formar sus luceros,
Ya mis noches no son tristes, ya solo no me siento aunque anduviere perdido en el desierto, pues en mis noches me acompañas y mi ser bronceas con tus besos,
Y al llegar el día, el Sol con su esplendor completo, al ocultarse la luna y las estrellas, entonces amor mío yo duermo, descanso doy a mi cuerpo sabiendo que la noche para mí es un nuevo día, un dulce embeleso,
Sé que amarás mí alma, y que yo llegaré a tu cielo, sé que al morir el día y nacer la noche habré llegado a tu estancia, Y con tu nombre en mi labios con un sabor dulce y salobre en mi boca habré entregado mi cuerpo, para brillar contigo en el infinito beso de las almas.
de la red
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