ARBOL DE MI
ALMA.
Como
un ave que cruza el aire claro, siento hacia mi venir tu pensamiento y acá
en mi corazón hacer su nido. Ábrase el alma en flor; tiemblan sus
ramas como los labios frescos de un mancebo en su primer abrazo a la
hermosura; cuchichean las hojas; tal parecen lenguaraces obreras y
envidiosas, a la doncella de casa rica en preparar el tálamo
ocupadas. Ancho es mi corazón, y es todo tuyo. Todo lo triste cabe en él,
y todo cuanto en el mundo llora, y sufre, y muere! De hojas secas, y
polvo, derruidas ramas; lo limpio; bruño con cuidado cada hoja, y en los
tallos; de las flores los gusanos y el pétalo comido separo; creo el
césped en contorno y a recibirte, oh pájaro sin mancha, apresto el corazón
enajenado!
(Fragmento)
José
Martí (1853-1895)
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