Puedo morir en el intento de amor naciente,
oír tu voz
en el eco sonoro del tiempo distante,
en los ojos del alma blanca beber de tu
aliento,
deleitarme entre los sutiles cristales del
viento.
Puedo dominar la marea del deseo gimiente,
en
gloria majestuosa, esencia de parpadeo envolvente,
recorrer un “Te quiero”
naufragando en tu piel,
remontando el fuego que enfurece y aviva tu
ser.
Puedo latir en el silencio azulado de mis
versos,
acunados en tu etérea mirada de espuma,
ser luna plateada sobre el
mar, atrevida y desnuda,
e iluminar sin barreras los brazos de la
locura.
Puedo embriagarme con la brisa que te
acaricia,
intento apagar mi sed absorbiendo tu ausencia,
sin vos sollozan
mis entrañas en noches de lamentos,
y se columpia el corazón en los violines
de los sueños rotos.
Puedo besar las fronteras y sentirme tu dueña,
y
pintar tu vida con una paleta de ternura,
casi no tengo argumentos e igual te
siento en mis sueños,
me embeleso en el arte de buscarte, encontrarte y
amarte.
¡ Ya ves, Amor, a pesar de todo... puedo
!
(De la red)