Un año más,
un año menos
El año que pasó: un "ya
no".
Ya no podré
sonreír a los que cruzaron mi camino,
pidiendo una
sonrisa.
Ya no podré
mirar a los que quise ver.
Ya no podré
poner ilusión en los desesperanzados.
Ya no podré
poner paz, donde quizá yo misma sembré la discordia.
Ya no consolaré
a los que con mi actitud entristecí.
Ya no podré
valorar los juicios de los que no pensaron como yo.
Ya no socorreré
a los que tendieron su mano y yo ignoré.
Ya no podré
restablecer lo que con mi crítica destruí.
Ya no podré
sobreponerme a los momentos difíciles.
Ya no podré
seguirte Señor, porque no estuve pronto
a tu llamada,
dudé cuál era el camino y perdí el tren.
El próximo año todavía: un
"todavía"
Todavía tendré
ocasión de expresar
y vivir el amor
universal.
Todavía pondré
ilusión en realizar el trabajo de cada día.
Todavía
experimentaré la gratitud hacia Dios.
Todavía
aprenderé a ser humilde
recordando la
familia de Nazaret.
Todavía podré
reaccionar ante la injusticia, y hacer mío
el dicho
evangélico: "La verdad os hará libre".
Todavía sembraré
la paz en mi entorno, sabiendo
que esta paz
nace en mi corazón.
Todavía Señor,
seguirás actuando en mi vida para conseguir,
que si no puedo
cambiar el mundo, será importante
que el mundo no
me cambie a mí.
Todavía creo
Señor que tú me quieres, a veces a pesar mío.
Todavía Señor,
los 365 días del próximo año me darás
la oportunidad
de practicar la Ley del Amor.
Gracias Señor,
porque tú, cada día,
Me permites
seguir siendo tu brazo extendido
Caminando y
actuando en tu palabra siempre…
de la
red