Sopa campesina
Ingredientes
- 500 gramos de flor de calabaza.
- 500 gramos de calabacitas.
- 3 elotes.
- 4 chiles poblanos.
- 1 ramo de epazote.
- 4 tortillas.
- 125 gramos de queso rallado.
- 125 gramos de queso fresco cortado en cuadritos.
- 1 cebolla.
- 3 dientes de ajo.
- 2 litros de caldo de pollo o res.
Preparación
Tueste los chiles poblanos en un comal y córtelos en tiras (rajas); parta en cuadritos la calabacita, desgrane los elotes, corte la flor de calabaza en rajas sin quitar el corazón y pique finamente la cebolla. Corte en finas tiras (julianas) las tortillas y fría en aceite vegetal (la receta original sugiere manteca de cerdo, pero puede complicar la digestión de algunos comensales), hasta llegar al punto de dorado.
Calabacitas, granos de elote, cebolla y ajo se fríen a punto de transparencia (acitronar). Agregue, poco a poco, el caldo de pollo o de res y después las flores de calabaza y las rajas de chiles; incorpore las hojas de epazote y deje hervir de 15 a 20 minutos.
Sirva en platos hondos o tazones, agregue el queso rallado, las tortillas doradas y crema al gusto.
Es importante hacer mención que en algunas regiones de nuestro país la receta cambia en algún ingrediente, por ejemplo, hay quien incorpora hongos o tocino.
Buenas razones para hacer esta sopa:
Ajo. Aporta proteínas, azufre, calcio, fósforo, hierro, sodio, potasio y vitaminas A, B1, B2, B3 y C. Uno de sus componentes más importantes es la alicina, capaz de eliminar bacterias y hongos.
Calabacitas. Importante fuente de potasio, magnesio y calcio, así como de vitaminas A, E, y B9 (ácido fólico); ayuda a regular los niveles de azúcar en la sangre, mejora el estado de los tejidos que cubren al sistema respiratorio (mucosas), colabora en la eliminación de toxinas en sangre y contribuye a la buena visión.
Caldo de pollo o res. Cualquiera que sea su elección, el principal aporte serán las proteínas que ambas carnes proporcionan.
Cebolla. Previene enfermedades respiratorias, evita estreñimiento y se considera importante antioxidante que retrasa el envejecimiento celular; además, proporciona minerales como azufre, hierro, potasio, calcio, magnesio, sodio y fósforo.
Chile poblano. Importante fuente de vitaminas A y C, por lo que su consumo ayuda a la formación de tejidos, optimiza el funcionamiento de la vista, disminuye el riesgo de padecer enfermedades respiratorias y reduce el envejecimiento celular. También incluye potasio, mineral que ayuda al riñón en su tarea de filtrar la sangre.
Elote. Incluyamos en este apartado a las tortillas elaboradas de maíz, de manera que nos proporcionan vitaminas A, K, B1, calorías, proteínas, hierro, fósforo, hidratos de carbono y grasas en una mínima proporción (3% a 5%), además de oligoelementos (sobre todo flúor), así como agua y celulosa que ayuda notablemente en el proceso digestivo.
Epazote. En forma tradicional se ha utilizado en infusiones calientes para controlar padecimientos digestivos (diarrea y dolor de estómago, principalmente) y trastornos menstruales (dolor o cólicos); no obstante, se le relaciona también en la eliminación de parásitos o lombrices intestinales.
Flor de calabaza. Se obtiene de la planta que produce este fruto, de manera que nos brinda considerables aportes de vitamina A y C, nutrientes necesario para el óptimo crecimiento y el funcionamiento de las mucosas y la vista. Asimismo, aporta minerales como sodio, potasio, hierro, calcio y zinc.
Queso. Aporta proteínas, grasas que proporcionan energía, fósforo y ante todo calcio, mineral básico para el desarrollo óseo de los seres humanos, por lo que se recomienda su consumo a niños en crecimiento, mujeres embarazadas y personas de la tercera edad para evitar la pérdida de calcio en los huesos.