"Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice el Señor, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis". Jeremías 29:11
Querida amiga, ¿qué clase de pensamientos has estado practicando?, quizás pensamientos de pesar, o de soledad, o tal vez hasta de rencor. Permíteme decirte algo: Los pensamientos negativos jamás te harán feliz. Pero un pensamiento de estimulo, de autoestima, de valor, de amor te hará sentirte mejor, traerá a tu vida un motivo de felicidad.
Entonces, ¿por qué será que perdemos tanto tiempo pensando lo negativo cuando los pensamientos hermosos nos dan felicidad? ¿Por qué será que en muchísimas ocasiones damos más valor a lo negativo que a las cosas buenas de la vida? ¿Por qué cargamos nuestro corazón de tinieblas cuando -como hijas de Dios- tenemos la posibilidad de experimentar el gozo y la fortaleza que hay en Cristo?
Esa no es la clase de pensamientos que nuestro Padre quiere que tengamos. Al contrario, Dios tiene para nosotros pensamientos de paz y de bien para cada instante de nuestra vida, de nostotros depende que lleguemos a conocer esa bendición. Para ello debemos decidirnos a cambiar nuestro estilo de pensamiento. Debemos aprender a tener pensamientos de vida.
Y para ello, nada mejor que un ejercicio matinal cada dia, repitelo al despertarte,:
"Encamíname en tu verdad, y enseñame, Porque tú eres el Dios de mi salvación; EN TI HE DE ESPERAR TODO EL DIA" Salmo 25:5