Un recurso muy utilizado y extendido para no manchar la mesa es el uso de posavasos. Este método anti-manchas es muy recomendable, sobretodo en caso de realizar visitas en casa o fiestas descontroladas…
Aunque no siempre son respetados por nuestros invitados, los posavasos son una forma útil de evitar la marca en la mesa de copas, latas, vasos y botellas.
La variedad en el mercado de posavasos es impresionante, pero si queremos algo personal y llamativo que cumpla con su principal función… la de absorber y/o contener el líquido, podemos hacerlos nosotros mismos.
Los posavasos de corcho son muy sencillos de realizar, con un par de sugerencias seguro que vuestras obras os quedarán geniales en casa; y podremos olvidarnos de esas horribles marcas en la mesa.
Para este modelo necesitaremos trozos de corcho, por ejemplo tapones de botellas de vino. Nos haremos con todos los que tengamos; el primer paso es cortarlos, con una fina cuchilla, a modo de rodajas o pequeñas lonchas… como si fuera salami. Deben de llevar un grosor similiar entre ellas, para no formar escalones.
Una vez cortados, pondremos las piezas de corcho en un lugar plano y les daremos la forma que queramos, redondos, cuadrados, ovalados… etc. El último paso es la de unir los trozos con hilo grueso y aguja, este puede ser de varios colores o de un solo color.
Si tenemos máquina de coser, podemos hacernos con un trozo grande de corcho y cortarlo en círculos. Una vez hecho los coseremos con puntadas de colores dando las formas que más nos gusten.
Para alegrar nuestras meriendas y fiestas, también podemos pintarlos a mano, decorándolos como más nos gusten. Entrando aquí podemos observar cómo se hace paso a paso.
Si queremos posavasos con formas características podemos poner encima del mismo, antes de cortarlo, el objeto al que queramos que se asemeje y calcarlo bordeándolo con un lápiz sobre el propio corcho… luego no habrá más que recortarlo y ya está, ahora podemos pintarlo, coserlo o lo que nos plazca.