Buenas.....
Menuda semanita de locos llevo, no he tenido tiempo ni de dormir jajajaja, pero no quería ir de finde sin publicar una entradita, así ue aquí os dejo un post que está muy relacionado con los temas del curso que voy a dar (de hecho es uno de los temas jijiji) a ver que os parece.
PRINCIPALES ERRORES DE LA DIETA ACTUAL:
Debemos partir de la premisa de que no hay alimentos “malos”, sino que lo que podríamos calificar inadecuados los hábitos alimentarios, es decir, el uso de los alimentos y la frecuencia con la que los consumimos.
Los errores alimentarios más frecuentes son los siguientes:
1. Consumo reducido de frutas, verduras y hortalizas
Hay en nuestro medio una gran variedad de frutas, verduras y hortalizas.
El organismo necesita alrededor de 40 clases distintas de vitaminas y minerales cada día para mantener un buen estado de salud. También el aporte de fibra viene a través de estos alimentos.
No hay ningún alimento que contenga todos los nutrientes, por eso es importante incluir variedad de alimentos para que no nos falte de nada.
2. Comida rápida o fast food
La comida rápida o fast food es un modelo de alimentación fácil de obtener, rápida de comer, apetecible y con un precio bajo. En general, se caracteriza por la no excesiva variedad de alimentos, pero con sabores intensos y aspecto atractivo que los hacen apetecibles. Puesto que no hay alimentos buenos o malos, no es necesario privarse de la comida con la que se disfruta. Sin embargo, si este tipo de alimentación forma parte habitual de la dieta, estaremos enriqueciendo excesivamente a nuestro organismo de grasas y azúcares y, por tanto, de calorías.
Son nutrientes que consumidos en exceso resultan poco saludables. La comida rápida es un modelo erróneo de alimentación entre los jóvenes, ya que contiene gran cantidad de calorías y grasas saturadas.
A modo de ejemplo, una hamburguesa doble con queso, patatas fritas medianas, un refresco mediano y una tarrina de helado aportan 1.213 calorías, mientras que una ensalada mixta, un filete de carne y una pieza de fruta no llegan a las 850.
4. Hidratos de carbono en bajas cantidades
La ingesta de alimentos ricos en hidratos de carbono no es suficiente: cereales (arroz, pastas alimenticias, pan), patatas y legumbres. Al menos, la mitad de las calorías de la dieta deben tener como base estos alimentos, así que deberíamos incluir al menos uno de ellos en cada comida. El pan, la pasta y otros cereales integrales pueden aportar una cantidad extra de fibra a la alimentación.
5. Reparto energético incorrecto
Los horarios en España son enemigos de una alimentación adecuada y no ayudan a comer bien. El reparto energético no es adecuado. El desayuno debería contener el 25% de las calorías totales. Un desayuno completo debería incluir lácteos (leche, yogur u otros), cereales, galletas o tostadas, fruta o zumo y opcionalmente complementos (mantequilla o margarina, mermelada, miel, jamón).
Y esto no es siempre así. Desayunamos mal y vamos arrastrando a lo largo del día todos los errores de reparto calórico porque además cenamos muy tarde y demasiado.
Dormimos muy poco y al día siguiente volvemos a empezar mal. En la infancia esto resulta importante y puede desembocar en un mal rendimiento escolar.
6. Agua insuficiente
Más de la mitad de nuestro peso es agua. Por ello se recomienda ingerir al menos un litro y medio de agua al día (agua, infusiones, zumos o jugos no azucarados). Es muy importante que durante el verano se aumente la cantidad de líquidos para evitar la deshidratación. Normalmente, pero no siempre, el organismo, mediante el mecanismo de la sed, advierte de que necesita ingerir líquido. Esta ingesta de agua fuera de las comidas, es importante ya que la acumulación de urea, amoníaco, ácido úrico, etc, sólo se elimina con la orina. La bebida más recomendable es el agua, pero también se pueden aportar líquidos a través de otras bebidas o de la comida (sopas, verduras, frutas, gelatina).
7. Picar entre horas
Un hábito alimentario incorrecto muy común en nuestra dieta es picar entre horas. Entre los alimentos que tienden más a consumirse se encuentran los snacks, patatas fritas y similares, todos con un alto valor calórico y con un perfil lipídico nada deseable (ricos en grasas saturadas y trans).
Además, se suelen acompañar de bebidas hipercalóricas, como los refrescos gaseosos o la cerveza.
Pero estos errores empeoran cuando decidimos ponernos a dieta para perder esos kilos de más, estos fallos se describen a continuación:
- Ponernos a régimen solamente en verano. Muchas personas se pasan la vida engordando en invierno e intentando adelgazar en verano sin darse cuenta de que, a medida que transcurren los años es más difícil quitarse los kilos de más. Llega un momento en el que las células grasas no se destruyen sino que solamente vacían su contenido y se llenan cada vez más deprisa.
- Pesarnos cada día. Con una vez a la semana, basta. Eso sí, siempre en la misma báscula, en el mismo momento del día y, a ser posible, sin nada de ropa.
- No realizar ningún deporte. Aunque sea media hora al día debemos dedicarla a hacer ejercicio, ya sea en un gimnasio o siguiendo en casa una sencilla tabla gimnástica.
- Confiar en los laxantes y en los diuréticos para adelgazar. Abusar de estos productos puede llevarnos a no asimilar los nutrientes necesarios para el organismo, lo que conducirá a una deficiencia nutricional generalizada o específica (de un solo nutriente).
- Dejarnos ‘conquistar’ por dietas rápidas y engañosas. Favorecen la aparición de estrías y producen importantes pérdidas de vitaminas y minerales, pudiendo incluso conllevar un riesgo serio para nuestra salud.
- Tomar píldoras que disminuyen el apetito sin prescripción médica. La administración de estos medicamentos siempre debe hacerse bajo control médico. En algunos casos pueden no ser necesarios y en otros, estar contraindicados. Del mismo modo, deben evitarse “pastillas milagro”, que prometen ayudarnos a eliminar kilos o grasa.
- Saltarnos alguna comida. Con esto lo único que se consigue es acumular grasas para resistir las horas sin alimentos, además, hará que lleguemos a la siguiente comida muertos de hambre y, por lo tanto, que comamos mayor cantidad.
- Preparar unos platos de régimen aburridos e insípidos. Para que la comida de una dieta nos resulte apetitosa lo mejor es echarle imaginación a la hora de servirla, eso evitará que nos resulte monótona y que nos aburramos de ella a las pocas semanas.