Aaahhh... hace rato que no escribia nada por acá. La cuestion es que, una vez más, estaba tapada de trabajo. Sin embargo, en mis ratos libres descubrí (y comencé a practicar) una nueva forma de entretenimiento (al menos, para mí). Otros podrán llamarle tortura, para mí es obsesión: en inglés se llama tatting, en castellano le dicen frivolité.
Como el crochet y el tejido, es una forma de arte útil y bella, más característica de nuestras abuelitas que de nosotras, chicas jóvenes y aventureras (jah). Como ven en la foto, se hace con una aguja especial, larga y algo de hilo. Nada más. Las mostacillas y la aguja de crochet son agregados, nomás.
Lo que ven es sólo el comienzo de una labor que (segun parece) me va a llevar unos cuaaaantos días. O semanas. Y sí, es tan difícil como parece. ¡Pero es adictivo!
Aprendí esta nueva habilidad de esta página. Esa florcita en sí no lleva demasiado tiempo, y la puede hacer cualquiera con un poquito de paciencia.