
Dedicado especialmente a todos aquellos que en algún momento de sus vidas se han sentido sin fuerzas.
Estoy cansado, sin fuerzas para seguir, quisiera rendirme, tirar la toalla, colgar los guantes, pero aun y con todo eso no puedo, hay algo que me detiene.
A veces pienso si me merezco ser su hijo, si merezco sus bendiciones o sus bondades, a veces creo que El no se siente orgulloso de mi, ni de lo que hago, mas dentro de mi corazón existe un enorme deseo de agradarlo, mi espíritu batalla con los deseos de mi carne, mi voluntad contra su voluntad, han sido más las veces que he perdido, que las que he ganado, pero por algún razón no puedo detenerme.
Me tropiezo, me golpeo, tengo duras heridas, mas algo dentro de mi me hace que me ponga de pie nuevamente, me sacudo el polvo y comienzo a caminar, mis lagrimas brotan como lluvia sobre mis mejillas, quisiera decirle al Señor que quiero hacerlo, que quiero vencer, mas me cuesta, fallo muy seguido y a veces hasta me da vergüenza llegar delante de Él.
El otro día estaba decidido a vencer eso que tanto me atormenta, sin embargo fracase nuevamente, quise llegar delante de ti, mas algo me lo impedía, quería llorar, quería rendirme, quería decirte que aunque lo intento no puedo y aunque quisiera, no lo logro.
http://reflexionesydevocionales.blogspot.com/