La
mayor parte de los humanos en
la vida vamos por éste
mundo pensando que todo lo merecemos,
pidiendo y exigiendo lo que
no damos ni estamos dispuestos
a dar.
Un
hijo y su padre, estaban caminando
por las montañas, de
repente, el hijo tropieza, se
lastima y grita:
-"¡¡AAAAHHHHH!!"
Para
su sorpresa oye una voz repitiendo
en algún lugar de la
montaña:
-"¡¡AAAAHHHHH!!"
Con
curiosidad el niño grita:
-"¿QUIÉN
ESTÁ AHÍ?"
Recibe
una respuesta:
-"¿QUIÉN
ESTÁ AHÍ?"
Enojado
con la respuesta, el niño
grita:
-"COBARDE"
Y
recibe de respuesta:
-"COBARDE"
El
niño mira a su padre
y le pregunta:
-"¿Qué
sucede?"
El
padre, sonríe y le dice:
-
Hijo mío, presta atención.
Y
entonces el padre grita a la
montaña:
-"TE
ADMIRO"
Y
la voz le responde:
-"TE
ADMIRO"
De
nuevo, el hombre grita:
-"ERES
UN CAMPEON"
Y
la voz le responde:
-"ERES
UN CAMPEON".
El
niño estaba asombrado,
pero no entendía. Luego,
el padre le explica: ¡La
gente lo llama eco, pero en
realidad es la vida!
Te
devuelve todo lo que dices o
haces. Nuestra vida es simplemente
un reflejo de nuestras acciones.
Si
deseas más amor en el
mundo, crea mas amor a tu alrededor.
Si deseas felicidad, da felicidad
a los que te rodean.
Si
quieres que quienes te rodean
te sonrían, llena con
tu sonrisa cada momento de tu
vida
Esta
relación se aplica a
todos los aspectos de la vida.
Dad
y se os dará, decía
Jesús...
Y
San Pablo añadía:
...todo lo que el hombre sembrare
eso también segará.
La
vida te dará de regreso,
exactamente aquello que tú
le has dado.
Tu
vida, no es una coincidencia,
es un reflejo de ti.
No
temas creer que cuanto tú
le des al mundo, el te dará
a ti. No lo olvides...
"Si
no te gusta lo que recibes de
vuelta, revisa muy bien lo que
estás dando!"
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