Sigue. No desmayes. Continúa. Persevera. Sigue hasta llegar a la meta.
Prosigo al blanco, al premio del supremo llamamiento.
Aprendamos de los pájaros.
A veces -muchas veces- antes de que nazcan los pichones
algún animal, un niño, una tormenta, vuelve a destruir
el nido, pero esta vez con su precioso contenido… Ellos siguen y siguen sin desmayar.
Duele recomenzar desde cero… Pero aun así el pájaro
jamás enmudece ni retrocede, sigue cantando y
construyendo, construyendo y cantando…
¿Has sentido que tu vida, tu trabajo, tu familia, tus amigos
no son los que soñaste? ¿Has querido decir basta, no vale
la pena el esfuerzo, esto es demasiado para mí? Sigue.
¿Estás cansado de recomenzar, del desgaste de la lucha
diaria, de la confianza traicionada, de las metas no alcanzadas cuando estabas a punto de lograrlo? Sigue.
No importa lo que pase… no desmayes, sigue adelante.
La vida es un desafío constante pero vale la pena aceptarlo.
Y sobre todo… nunca dejes de cantar.
Nadie podrá hacerte frente en todos los días de tu vida: como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré ni te desampararé. Josué 1:5.
Dios es fiel y nunca te dejará. Recuerda, la actitud es lo que cuenta en medio de las adversidades de la vida.
Dios te bendiga,
Tu hermana y amiga,
Alva Vargas de Contreras.
www.alvadecontreras.com