Lula es un aliado en nuestra lucha, pero no daremos
tregua al latifundio
Egidio Brunetto, líder de los Sin Tierra brasileños, afirma que el ALCA es un proyecto de dominación
Orlando Oramas León
Enviado especial de Granma
Entra el indio de pelo lacio y negro, ya sea boliviano o ecuatoriano. Junto a él está sentada una mujer musulmana. Ella es de Malasia. Un negro sudafricano pide la palabra y luego la cede a un árabe. Se trata de la Asamblea Mundial Campesina, que sesiona en Porto Alegre, una especie de cumbre de los desposeídos.
Muchos llegaron con sus aperos de labranza. El escenario está adornado con los cinco continentes hechos a relieve, en madera, y rellenos con granos básicos, arroz, frijol, etc. Un baluarte de este evento, que sesiona paralelo al III Foro Social Mundial, lo constituye el Movimiento de los Sin Tierra (MST) de Brasil, cuyo líder en el estado de Matto Grosso, Egidio Brunetto, ha estado fungiendo como coordinador de la Asamblea.
El MST cobró gran notoriedad por la lucha sostenida durante todos estos años en favor del derecho a la tierra del campesinado brasileño. La victoria del Partido del Trabajo, que llevó a Luiz Inacio Lula da Silva a la Presidencia, abre nuevas perspectivas para sus reclamos. Sobre ello responde Brunetto a Granma:
"Con Lula se crean condiciones para nuevas conquistas. No creo que tenga condiciones para realizar una reforma agraria integral, aunque hay muchos espacios donde trabajar. El primer paso es recuperar la economía, que estaba muy debilitada por las políticas neoliberales. Luego está el enfrentamiento con el modelo neoliberal en la agricultura.
"Pensamos que el Gobierno de Lula es un aliado nuestro contra el modelo neoliberal en la agricultura; también es un aliado contra el latifundio. Pero la reforma agraria depende aquí mucho más de la capacidad que tiene el movimiento social de impulsar la lucha, pues los recursos son muy limitados para llevarla a cabo. Por tanto, depende mucho de nosotros, los campesinos."
¿Podría el MST considerar una especie de tregua en su accionar, en particular en la toma de tierras?
"Nosotros no utilizamos la palabra tregua. Somos un movimiento de masas y nuestro trabajo es movilizar y organizar a la gente para que presione, para tener conquistas. No hay un salvador de la patria, las conquistas dependen de la lucha del pueblo. Claro que las tácticas pueden cambiar de acuerdo con las circunstancias, pero seguiremos movilizando a la gente contra el latifundio. La palabra tregua no cabe en nuestra lucha política."
Para mi entrevistado las reivindicaciones de los campesinos brasileños pueden ser impulsadoras del cambio. Refiere que en su país la población rural es algo más del 25%, lo cual quiere decir más de 30 millones de seres humanos.
"Hay un grupo fuerte de movimientos sociales con propuestas concretas en la agricultura, reforma agraria, educación, desarrollo cultural, protección del medio ambiente. Tenemos también muchos campesinos que no están organizados, sobre todo los obreros agrícolas, pequeños campesinos y por tanto el potencial de lucha es muy grande y debe crecer ahora."
Una de las prioridades del nuevo Gobierno brasileño es el Programa Cero Hambre, impulsado por el presidente Lula para alimentar a millones de personas en áreas deprimidas y marginadas de este extenso país. Brunetto cree que el programa beneficia al MST, pero también dice que hay que estar alertas:
"Nos beneficia porque buena parte de los campesinos sin tierra necesita comer y tiene carencias. Segundo porque tenemos gran capacidad para producir alimentos, unas 300 000 familias con tierras, cooperativas, agroindustria. Es decir, los recursos que se inviertan tienen que ser para alimentar a los que no tienen y otra parte para que el campesino produzca. Solo así se hace sustentable. El programa tiene una disputa porque las grandes empresas quieren que sea asistencialista, para ellos vender su mercancía y la ofrecen a precios más baratos a lo que nosotros podemos. Por tanto el Gobierno debe tomar en cuenta nuestra postura."
¿Y el ALCA?
"El ALCA nos perjudica. La llamada Área de Libre Comercio significa importación y apertura unilateral de nuestros mercados. Nos invadirán con productos subsidiados por Estados Unidos. Es toda una estrategia de destrucción, por la vía rápida, de la pequeña producción agropecuaria. Pero no significa solo un proyecto comercial o económico, también entraña un propósito de dominación política, así como un mecanismo de control y destrucción de nuestra biodiversidad, de imposición cultural."