CNT, órgano de
la Confederación Nacional del Trabajo en España, continúa sirviendo de
tribuna a los anarcosindicalistas españoles que desean patentizar la solidaridad
con sus compañeros de Cuba.
Vemos en la sección Buzón, del número 297
(enero 2004), página 31, una carta firmada por José Ignacio Orejas Pérez,
afiliado a CNT-Bilbao y Tesorero de la organización. En ella se responde a
Constantino Villaniueva, otro sindicalista captado por una de las
tristemente conocidas y mal definidas como “Asociación de Amistad con
Cuba", quien se había desilusionado por la inclusión en CNT, número
295 de "Con
Cuba y no con Castro"; un comunicado del
"
target=_blank>Movimiento Libertario Cubano en el Exilio, en el que se
denunciaba la persecución contra el sindicalismo independiente en Cuba y
la explotación que sufren los trabajadores de la isla.
Orejas Pérez acredita el doble sufrimiento de los anarquistas cubanos,
por un lado a causa del régimen de Fidel Castro, por otro a causa del
silencio de las izquierdas de todo el mundo frente esa dictadura:
Salgo en defensa del Movimiento Libertario Cubano en el Exilio
("
target=_blank>MLCE) ante el enésimo ataque que al leer,
en un medio tan reputado como el cnt-unas acusaciones tan graves como
injustas, que vienen a identificar o a relacionar a nuestros compañeros
libertarios cubanos con los “escribanos de la CÌA” o
con el pensamiento ultraderechista norteamericano”.Y, ¡Sólo por criticar
a un régimen dictatorial que se pone en evidencia el mismo! Únicamente
desde el desconocimiento se puede calificar a nuestros compañeros
cubanos de “impostores”, o de "tapadera
fabricada desde la mafia cubanoamericana de Miami”. Conocemos
desde hace mucho tiempo al MLCE como para consentir que se le difame
impunemente. Sin embargo, debemos disculpar a “Constan”
porque lleva muy poco tiempo en la CNT y desconoce, en consecuencia,
muchos aspectos del movimiento libertario mundial. Esto unido a un
discurso antiimperialista simplón, tan en boga explica su desafortunado
artículo.
Tras exponer estas razones el sindicalista de Bilbao defiende
el derecho de los "
target=_blank>anarquistas cubanos a expresarse y denunciar las
injusticias que se cometen en su país, y demanda de los anarquistas
hispánicos la solidaridad con sus camaradas de Cuba, quienes luchan
por el auténtico socialismo, padeciendo una de las últimas tiranías
peseudosocialistas del mundo.
El articulista duda de que los cubanos tengan cubiertas las necesidades
materiales básicas, pero aún en el este caso de que dichas
necsidades estuvieran satisfechas ello no invalidaría el derecho del
pueblo islaño a luchar por otras necesidades más elevadas,
imprescindibles para el desarrollo pleno de la humanidad, como son
la libertad, la justicia, la igualdad, y la
fraternidad. Así mismo José Ignacio Orejas Pérez se pregunta por
que se eligen para la comparación con Cuba a países como República
Dominicana, o Guatemala, con lo que se trata exculpar a Castro, como si
los cubanos no tuvieran derecho a aspirar a niveles de desarrollo como los
de Puerto Rico, Costa Rica, EEUU o Canadá.
Igualmente se cuestiona el concepto de una “economía nacional”
en Cuba, cuando esta dependió primeramente de la URSS y ahora de las
inversiones de las multinacionales, una economía que se rige por la ley
del máximo beneficio y la racionalidad capitalista, manifestada en la
reestructuración de los ingenios azucareros:
¿Acaso ni persiste el racismo?¿No hay corrupción en las altas
esferas del régimen (como el reciente caso descubierto en la agencia
turística estatal)?¿Dónde van a parar las importantes remesas de divisas
de los exiliados y emigrados y las divisas que captan el potente sector
turístico?¿No es el mito del “embargo” la excusa
perfecta del régimen para perpetuarse?
También se pregunta el autor por los derechos humanos como
los de asociación y libertad de expresión, de los que
deberían gozar los revolucionarios y socialistas anarquistas cubanos,
quienes, explica el sindicalista, tuvieron que exiliarse por no padecer la
represión castrista.
Por último indica que en la guerra mediática en torno a Cuba no sólo el
imperialismo norteamericano o europeo utiliza sus embajadas, también el
Estado cubano cuenta con las suyas:
Infiltra agentes (unos mercenarios a sueldo, otros sinceros
castristas, pero todos defensores de la dictadura) en diversas
organizaciones progresistas así como en instituciones culturales de los
estados democráticos para paralizar, bajo el disfraz de un discurso
psudoizquierdista y pseudoantimperialista, las voces discrepantes de los
cada vez más intolerables desafueros de Castro.
Aquí termina un artículo que debería ser reproducido en todos los
órganos de izquierda mundial, esa cuyas más variadas tendencias estaban
representadas en aquella tierra cubana, que con todos sus defectos, el
exiliado dominicano Juan Bosch hubo de describir como “La
isla Fascinanteâ en su libro de igual nombre, escrito a
principios de los años cincuentas. No sólo fueron los anarquistas,
sino los socialistas cubanos de todas las tendencias los que sufrieron
persecución cuando la pequeña secta de los estalinistas, respaldada desde
la URSS y parapetada tras Fidel Castro, logró penetrar y copar la
revolución democrática contra Batista. Hoy esas mismas izquierdas
comienzan a despertar, y siguiendo el ejemplo que desde hace años viene
dando CNT acentúan la crítica contra la dictadura cubana, saliéndole al
paso a los voceros asalariados del castrismo o socialistas
confundidos y superficiales que todavía justifican la despiadada
explotación y la falta de libertad que sufre la clase obrera cubana.
Bajo el artículo del sindicalista Orejas Pérez aparece una nota de
la redacción de CNT, allí se informa haber recibido una avalancha de
cartas relacionadas con el debate generado por el artículo âCon Cuba y
Contra Castroâ. Por cuestiones de espacio y por que se trataban de
misivas que ahondaban de razones ya expuestas por los
redactores, solo publicaban una de ellas, esperando que entendiesen
la omisión el resto de quienes enviaron sus aportaciones personales, entre
ellos: Floreal y Feliciano Castilla, diversos compañeros tinerfeños y
quien escribe esta reseña: Carlos Estefanía. CNT cuenta con toda
mi comprensión, la carta del afiliado a la sección sindical de Bilbao
muestra un profundo conocimiento de causa, por tanto me satisface
enormemente su publicación. Lo importante no es que aparezca en las
páginas del mensuario anarcosindicalista la visión de un cubano que
simpatiza con los ideales más puros del socialismo libertario, sino la
expresión de un honesto representante de la clase obrera
española, dándole un ejemplo a sus compañeros de todo el mundo sobre como
ha de actuarse en relación con los trabajadores de Cuba; siguiendo
los principios de la solidaridad proletaria más
consecuente.
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