16 de abril de 2004, 01:46 PM Haciendo negocios con sus amigos Bush y co.
Empresarios de EEUU firman contratos millonarios con Cuba
(AP) - LA HABANA (AP) _ Con un fondo de banderas estadounidenses y cubanas, empresarios estadounidenses y directivos locales concluyeron el viernes cuatro días de negociaciones en los cuales la isla firmó convenios para comprar alimentos por 106 millones de dólares.
"Superamos la cifra prevista", explicó Pedro Alvarez, director de Alimport, la importadora cubana.
Inicialmente se informó a los 400 representantes estadounidenses invitados a La Habana que los anfitriones rubricarían contratos agroalimentarios por 100 millones de dólares.
Soya, trigo, pollos, frijoles, maíz y toda clase de productos comestibles comenzaron a llegar a Cuba a partir de diciembre del 2001, gracias a una enmienda que eliminó este rubro del embargo a la isla impuesto hace más de cuatro décadas.
Con los nuevos convenios de este evento, destacó Alvarez, ya suma 718 millones de dólares el monto de compras cubanas a Estados Unidos desde la apertura del intercambio.
Grandes compañías como FC Stone, Archer Daniels Midland de Illinois, la Federación Arrocera de Estados Unidos _ que representa al 85% de los productores del grano _ y Cargill estuvieron en el centro de las conversaciones.
Además hubo congresistas como el republicano C.L. Otter de Idaho y las californianas demócratas Linda y Lorreta Sánchez.
"Es necesario que sea de doble vía (el comercio bilateral), que podamos comprar en Cuba, que podamos llevar productos cubanos a Estados Unidos", comentó Otter, para quien no son suficientes estas excepciones al embargo, sino que considera necesario normalizar todas las relaciones entre los dos países.
Según las leyes estadounidenses, los exportadores pueden venderle productos a Cuba, pero deben pagarse al contado y está prohibido llevar de regreso mercancías isleñas al vecino país.
Sin embargo, las operaciones se incrementaron constantemente y las visitas de hombres de negocios a esta capital son cada vez más frecuentes.
Pese a ello, un comunicado de esta semana firmado por el jefe de la Oficina de Intereses de Estados Unidos en Cuba, James Cason, criticó duramente el comercio bilateral.
"El gobierno cubano ha admitido que está usando sus habilidades para comprar productos alimenticios y agrícolas con fines políticos, de manera de influenciar el debate político interno estadounidense", dijo Cason.
Paralelamente, indicó el diplomático, los isleños deben a las naciones y empresarios que les dan crédito.
Alvarez desmintió las afirmaciones de Cason.
Según Alvarez, Cuba no sólo compra al contado a Estados Unidos, sino que lo hizo en operaciones con Francia, Nueva Zelanda y Argentina. Mientras, se respetaron puntualmente los compromisos con sus otros proveedores.
Durante estos días de conversaciones, la delegación norteamericana, compuesta por representantes de 172 compañías, escuchó también presentaciones sobre inversiones en Cuba, hasta ahora prohibidas para los estadounidenses.
"Cuba no establece ningún tipo de limitaciones a las firmas (americanas)", comentó Alvarez, tras lamentar la ausencia de estas compañías, relegadas por sus competidoras europeas.
Los empresarios pudieron incluso escuchar del propio presidente Fidel Castro, durante una conferencia de tres horas, las oportunidades de negocios que tendrían aquí si las restricciones de Washington fueran levantadas.