La Habana, jun 24 (PL) Como una peligrosa provocación por parte del gobierno de Estados Unidos califican hoy en Cuba el empleo de un avión militar norteamericano para reforzar transmisiones ilegales de radio y televisón hacia la isla.
El uso de la aeronave cuenta entre las medidas anunciadas en mayo último por el presidente norteamericano, George W. Bush, las que confirman que la posibilidad de una confrontación bélica contra la Isla es un punto prioritario en la agenda de la Casa Blanca.
Las regulaciones, en vigor la próxima semana, buscan destruir la Revolución cubana y para ello estipulan, entre otras, el destino de 18 millones de dólares para fomentar la agresión radioelectrónica y estimular la subversión interna.
El empleo de un avión militar C-130 para intentar hacer más efectivas las transmisiones subversivas de radio y televisión hacia la Isla es una peligrosa provocación que podría ser la antesala de una futura invasión, aseguró a Prensa Latina Rodolfo Reyes, subdirector de Asuntos Multilaterales de la Cancillería local.
Reyes considera agresivo y desafiante el empleo de la citada aeronave, en franca violación de las regulaciones establecidas por la Unión Internacional de Telecomunicaciones y la Organización de Naciones Unidas.
Advierte que la escalada en la guerra radioelectrónica contra Cuba servirá a los objetivos de aquellos que quieren fabricar una crisis, real o artificial, que pueda servir de pretexto a la embestida militar de Estados Unidos contra Cuba.
Al respecto, recordó la explosión del buque militar norteamericano Maine frente a la costa habanera, que sirvió de argumento a Estados Unidos para declarar la guerra a España en 1898 y apoderarse de Cuba, Puerto Rico y otras posesiones españolas en Asia.
Como una violación al derecho a la paz de los cubanos y estadounidenses califica Reyes la amenaza de agresión militar esgrimida por la administración Bush, en un intento por reeditar la guerra de conquista y recolonización impuesta a Iraq, dijo.
De acuerdo con el diplomático, la Casa Blanca confía en las habilidades desarrolladas en su guerra contra esa nación con el empleo de bombas inteligentes, ejecuciones extrajudiciales y torturas, en nombre de la libertad.
El presidente Fidel Castro advirtió esta semana que Bush no se llenaría de gloria con una acción guerrerista contra este país porque el pueblo cubano jamás renunciaría a su independencia, ni a sus ideales políticos, sociales y económicos.
Acerca del peligro de una confrontación, advirtió al mandatario norteamericano que no intentara aventuras locas como operaciones quirúrgicas o guerras de desgaste porque los acontecimientos se les podrían escapar de las manos y ocurrir cosas indeseables para ambos pueblos.
"Podrían destrozar el acuerdo migratorio, podrían provocar éxodos masivos que no estaríamos en condiciones de impedir, podrían provocar una guerra total entre jóvenes soldados norteamericanos y el pueblo de Cuba, algo que sería sumamamente triste", acotó.
Ante más de 200 mil personas congregadas para protestar contra las recientes medidas anticubanas, el líder revolucionario recalcó que Estados Unidos no encontraría aquí un pueblo dividido con etnias opuestas o profundas diferencias religiosas, ni generales traidores.
"Se encontrará con un pueblo sólidamente unido por su cultura", aseguró el Jefe de Estado, quien subrayó que la guerra no es el camino para poner fin al terrorismo y la violencia en el mundo.
Fidel Castro rechazó las disposiciones de Washington que prevén el destino de al menos 59 millones de dólares para fomentar la contrarrevolución cubana y las campañas contra el gobierno de la isla en terceros países.
Comprenden también, entre otras, restricciones a los viajes de emigrados cubanos residentes en territorio norteamericano, quienes podrán visitar su país de origen por sólo 14 días una vez cada tres años.
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Saludos revolucionarios
Lealtad