Mal momento para el Gobierno de Bush
Mariela Pérez Valenzuela
Indudablemente no es un buen momento para la Administración del presidente George W. Bush. Entre el atolladero de la guerra en Iraq y el peso de las torturas, las ejecuciones extrajudiciales, las detenciones arbitrarias y la política represiva interna, que hacen triza la fabricada imagen de la grandeza moral de Estados Unidos, transcurren estos meses previos a las elecciones presidenciales.
La Mesa Redonda Informativa de ayer con este mismo tema trató acerca de los planes del Ejecutivo para el probable aplazamiento de los comicios de noviembre próximo, si ocurriera, como prevé, un atentado terrorista.
Reinaldo Taladrid apuntó que la búsqueda de los aspectos legales para solicitar la postergación de los comicios, de producirse un ataque, provoca expresiones de rechazo y es desaprobada por el 82% de los estadounidenses.
Aunque legalmente es prácticamente imposible, dijo, que se acepte el pedido de un retraso en la votación, los analistas políticos coinciden en que esta podría ser una de las sorpresas preparadas por la actual Administración republicana en los días anteriores a las elecciones, junto al repentino hallazgo de armas químicas o la captura de Osama bin Laden, lo cual sería presentado como un triunfo de Bush.
Mientras, la situación en Iraq se complica aún más después del publicitado traspaso del poder el pasado 28 de junio: Estados Unidos ha tenido que mover más tropas ante la imposibilidad de detener las osadas acciones de la resistencia que todos los días causa más bajas, comentó el colega Lázaro Barredo.
A ello se suma que prácticamente todas las semanas son difundidos nuevos casos de torturas perpetradas por el ejército norteamericano no solo en las prisiones de Iraq, sino también en la base naval de Guantánamo, territorio que Estados Unidos ocupa de forma ilegal en Cuba.
Otras noticias nada favorables están relacionadas con las dudas que tienen los organismos internacionales sobre el destino del dinero proveniente del petróleo iraquí, que motivaron una investigación incompleta torpedeada por los nuevos administradores y la cual arrojó descontrol y contrabando, entre otras irregularidades.
En la Mesa también trascendió que la comisión "independiente" que investiga las causas que llevaron a la guerra contra Iraq y los atentados terroristas del 11 de septiembre, más que buscar la verdad, lucha por la preservación del sistema al exonerar a la Administración de Bush de cualquier responsabilidad, señaló Renato Recio.
Se ha limitado a decir que hubo un fallo de inteligencia y, entre otras recomendaciones, planteó la necesidad de reestructurar la CIA.
Acerca de las elecciones de noviembre, los panelistas se refirieron a las dudas que existen en el propio territorio norteamericano sobre si realmente serán verdaderamente transparentes a pesar de lo anunciado de invertir cuatro mil millones de dólares para asegurar la confiabilidad de los comicios.
Por ese motivo miles de personas protestaron en los últimos días en varias ciudades norteamericanas contra el uso de las máquinas electrónicas de votación, tecnología empleada en las fraudulentas elecciones del 2000, así como lo hacen contra las torturas en Iraq, la represión en su país y las injustas medidas anticubanas que violan el derecho de los propios ciudadanos de Estados Unidos.
Saludos revolucionarios
Lealtad