Aquí en Miami hay cosas como aquellas relacionadas al terrorismo que nunca cambian. Por ejemplo, a nadie aquí le extrañó que tres de los cuatro terroristas indultados por la expresidenta panameña, Mireya Moscoso, vinieran para esta ciudad. Es más, de lo que realmente se extrañan muchos aquí es por qué no vino también a Miami el cuarto, Posada Carriles. ¿No le ha estado brindando el gobierno norteamericano impunidad, refugio y amparo desde hace cuarenta y cinco años a todos los terroristas cubanos, aliados suyos, engendros suyos, en su guerra contra la Revolución Cubana? ¿No los reclutó, entrenó y dirigió originalmente a ellos el gobierno norteamericano?
¿No es aquí en Miami dónde ellos principalmente planifican, financian y desde donde dirigen los actos terroristas contra el pueblo cubano y sus dirigentes, y contra aquellos de nosotros que en Estados Unidos nos oponemos a sus métodos y a sus objetivos políticos?
¿No es aquí en Miami donde fueron arrestados y desde entonces encarcelados, va a ser seis años dentro de unos días, nuestros cinco compatriotas Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero, Fernando González y René González por haberse infiltrado en las organizaciones terroristas de la extrema derecha cubanoamericana que desde aquí operan para conocer de sus planes y así frustrarlos?
Aquí todo eso, y más, en asuntos relacionados a los terroristas de la extrema derecha cubanoamericana, a nadie le extraña. Siempre ha sido igual.
Desde el mismo 1959 comenzaron los actos terroristas contra Cuba cuando, desde
aéreopuertos del sur de la Florida, despegaban pequeños aviones –-similares a los utilizados en años recientes por Hermanos al Rescate— para bombardear objetivos en áreas rurales y urbanas en la Isla.
Aquí el gobierno norteamericano reclutó a los que formaron la Brigada 2506 con quienes invadió a Cuba por Playa Girón en 1961. Aquí también el gobierno norteamericano en 1962 montó la Operación Mangosta la cual reclutó entre los exilados cubanos a dos mil operativos para hacer posible la más grande operación de la CIA hasta entonces, a un costo de mil millones de dólares, que fue responsable, al menos, de 800 actos terroristas en Cuba en un periodo de trece meses.
Aquí Orlando Bosch, quien también vive amparado e impune en Miami desde 1989, organizó y dirigió Poder Cubano la cual fue responsable de cincuenta actos terroristas en esta ciudad entre 1968 y 1969. Aquí también Bosch fue arrestado, procesado, condenado y al poco tiempo perdonado e indultado por esos crímenes. Dejado ir libre para que así pudiera cometer otros actos terroristas aún más infames. Como igualmente después en años posteriores, por otros crímenes terroristas cometidos en territorio norteamericano, lo fueron Guillermo Novo y Pedro Remón.
De acuerdo a informes desclasificados del FBI esas organizaciones fueron responsables sólo en Miami de al menos 95 atentados terroristas entre 1970 y 1979. Esas mismas también fueron responsables en 1979 de los asesinatos de Carlos Muñiz Varela, miembro de la Brigada Antonio Maceo, y de Eulalio Negrín, miembro del Comité de los 75. Y, después, un 11 de septiembre de 1980, lo fueron del asesinato de Félix García, funcionario de la Misión Cubana ante ONU, del cual las autoridades responsabilizan a Pedro Remón.
Fue en Miami donde asimismo se planificó, dirigió y financió la campaña terrorista durante la década de los 90 contra instalaciones turísticas y otros objetivos en Cuba, en su mayoría frustrada por los servicios de la Inteligencia cubana, que empero fue responsable de catorce acciones de sabotaje en la Isla en las que nueve bombas explotaron en hoteles cubanos, una de las cuales ocasionó la muerte a un inocente turista italiano. Campaña terrorista que Posada Carriles admite haber dirigido y que a su vez responsabiliza de su financiamiento a la Fundación Nacional Cubanoamericana en entrevistas a The New York Times publicadas en julio de 1998.
Es en Miami donde todos aquí hemos convivido con ellos todos estos años. Son nuestros vecinos. Y es aquí también donde por largos años un sector nos hemos opuesto a ellos y donde los hemos denunciado por sus crímenes.
Y así ha sido aquí, siempre igual, en el sanctasanctórum de estos terroristas.