Un centenar de disidentes cubanos convocados a una votación simbólica la noche del martes en La Habana, dieron 83 por ciento de sus votos a George W. Bush para continuar al frente de la presidencia en Estados Unidos.
El ejercicio se realizó en la casa del jefe de la Sección de Intereses de Estados Unidos en Cuba, James Cason, convertida en escenario electoral con banderas estadounidenses, propaganda impresa de ambos candidatos y una pantalla gigante con trasmisión en directo de los comicios.
Con distintivos de sus respectivos candidatos --el republicano Bush o el demócrata John Kerry-- colocados en sus pechos, los disidentes depositaron su voto en una urna simbólica instalada en una sala de la residencia.
El resultado del escrutinio fue recibido con ovaciones y gritos de júbilo, cuando se anunció que Bush recibía el 83 por ciento de los votos contra 16 por ciento para Kerry.
Entre los que proclamaron a viva voz su adhesión al presidente republicano se encontraba la economista Marta Beatriz Roque, única mujer de los 75 opositores encarcelados en abril del año pasado y liberada por motivos de salud.
El socialista Vladimiro Roca, hijo del fallecido dirigente comunista cubano Blas Roca Calderio, también dio su apoyo al actual mandatario norteamericano.
Las boletas de sufragio contenían además tres preguntas adicionales.
A la interrogante de escoger para el futuro un sistema presidencial o parlamentario en la isla, un 57 por ciento votó por el primero y un 44 por ciento por el segundo.
Consultados también por los temas prioritarios que debería asumir un nuevo gobierno en Cuba, el 33 por ciento de los disidentes señaló en primer lugar a la seguridad nacional, seguido por la salud (17 por ciento) y la vivienda (13 por ciento).
Respecto a qué partidos deberían tener presencia en una nueva sociedad en Cuba, 68 opositores indicaron al Partido Demócrata Cristiano, 66 señalaron un Partido Liberal, 39 destacaron la necesidad de un Partido Verde y 36 a uno Ortodoxo.