espionaje de sus conversaciones telefónicas

LA HABANA, 10 de diciembre (Ana Leonor Díaz, Grupo Decoro / www.cubanet.org) - Con un ayuno en reclamo de derechos humanos celebraron en esta capital más de 20 Damas de Blanco (esposas, madres y hermanas de los presos de conciencia del Grupo de los 75) provenientes de varias provincias del país el Día Internacional de los Derechos Humanos.

Reunidas en la modesta vivienda de Laura Pollán, esposa del periodista independiente y presidente del Partido Liberal Democrático Héctor Maseda, condenado a 20 años de prisión, las mujeres denunciaron la más reciente acción del régimen, cuando exhibieron a la prensa internacional unos diminutos artefactos electrónicos escondidos en la caja de registro del teléfono instalado en la casa, y que según dijeron usaba la Seguridad del Estado para escuchar clandestinamente las conversaciones.

"Esto es una violación de mi privacidad", dijo Laura Pollán, mientras exhibía los objetos, y agregó que fueron encontrados por una persona de su confianza, experto en electrónica, y en presencia de ocho testigos que había en su casa. Sus sospechas surgieron, dijo, cuando el jueves en la tarde le habían cortado la comunicación telefónica. Añadió que los aparatos de escucha presuntamente fueron colocados hace unos meses, cuando reclamó a la compañía ETECSA por frecuentes interrupciones del servicio.

La jornada transcurrió con el habitual intercambio de noticias sobre los prisioneros de conciencia, 14 de los cuales han recibido libertad condicional ("licencia extrapenal" según el gobierno), pero aún quedan varios en delicado estado de salud en hospitales de las prisiones.

Ellos son Omar Pernet, operado de varias fracturas óseas; Nelson Aguiar, operado por tercera vez de una hernia hiatal; Héctor Palacios, operado de vesícula; Angel Moya, operado de la columna vertebral, y el doctor José Luis García Paneque, afectado de problemas psíquicos.

Las damas vestidas de blanco hicieron un llamado a los ministros del exterior y al parlamento de la Unión Europea, a Admnistía Internacional y a la Comisión de Derechos Humanos de la ONU para que se dé atención al caso de otros 14 prisioneros de conciencia del Grupo de los 75 de edad madura que fueron condenados a largas penas de prisión que en sus casos equivalen a cadenas perpetuas, como Pedro Pablo Alvarez Ramos, de 55 años, condenado a 25 años de prisión. Alvarez saldría de prisión a los 80 años.

Una de las Damas de Blanco visitó por primera vez de negro cerrado: Loyda Valdés, de Artemisa, esposa del líder sindical Alfredo Felipe Fuentes, de 53 años, condenado a una virtual cadena perpetua de 26 años. "Hoy es un día de luto, porque los derechos humanos en Cuba están secuestrados", dijo.

Las Damas de Blanco no estuvieron solas. Algunos de los excarcelados recientes las acompañaron en este té de reclamos, entre ellos Manuel Vázquez Portal, Carmelo Díaz, Roberto de Miranda, Margarito Broche y Jorge Olivera, varios de ellos sin verse por más de un año y medio.

Esta vez el ayuno transcurrió tranquilo, sin escuchas ni espías que perturbaran la inocencia.