Osmany Cienfuegos *
“Se equivocan los que en las filas de la
revolución apuestan todo a los “camuflajes”
ideológicos o a las “hechiceras” fórmulas
electorales, inútiles siempre para engañar a
las oligarquías y al imperialismo, pero al
mismo tiempo, fatales para desorientar y
desmovilizar a las masas.”
Este mar de pueblo, consciente y combativo rinde culto a sus mártires y a sus héroes en esta plaza, ya consagrada como escenario histórico en la formación de ideas y conciencia revolucionaria.
Hace 25 años, un pueblo todo, con adoquines más que con fusiles; pero sobre todo con ideas, más que con ejércitos puso en jaque a la brutal tiranía somocista y en multitudinaria avalancha conquistó el poder.
¿Cuántos acontecimientos han tenido lugar en estos 25 años...? Cómo no recordarlos, sobre todo, con el celo y el interés con que deben los revolucionarios buscar en cada uno de los capítulos de su historia; de manera que la experiencia pueda ser puesta al servicio de su actuación presente y futura.
Cómo no recordar un día como hoy a aquel insigne patriota y ejemplar antiimperialista de todos los tiempos, Augusto César Sandino.
Es fácil identificar que este pueblo revolucionario como que desde aquí sentimos palpitar, es ciertamente heredero de aquel de hace 25 años. Es también un conglomerado de hombres y mujeres más cultos políticamente y curtidos por las severas experiencias que se han sucedido. Se trata de una sociedad que ha presenciado el macabro desfile de la falsa democracia representativa y ha sentido crujir sobre sus entrañas las crueldades del neoliberalismo feroz y salvaje, al mismo tiempo que observa el peligro que se cierne sobre toda la humanidad por la actuación terrorista del país más poderoso de la tierra, que conducido por una administración fascista, trata de imponer sus designios a toda la humanidad.
La multitudinaria presencia del pueblo nicaragüense en esta plaza confirma dos cosas esenciales:
1. Que las ideas movilizadoras y revolucionarias, que ha impulsado el Frente Sandinista han prendido en el corazón del pueblo.
2. Que el hambre, la miseria, la injusticia social y en general, las calamidades morales y políticas de esta sociedad atacadas a fondo por la Revolución Sandinista, son ahora significativamente mayores que las prevalecientes al triunfo de la revolución sandinista.
NICARAGUA, REVOLUCION Y SOLIDARIDAD
Los revolucionarios nicaragüenses estudian con riguroso sentido crítico las experiencias contenidas en el curso histórico de su revolución. Solo corresponde a ellos extraer las debidas conclusiones. Entonces, como ahora, la solidaridad y el respeto caracterizarán nuestra entrañable relación de amistad con el FSLN y su dirección revolucionaria.
En esta hora de recuento debemos reparar en las trascendentes y hermosas conquistas sociales y políticas logradas por la Revolución. ¿Cómo ha de olvidarse la dignificación e independencia que este país por primera vez alcanzara en el concierto internacional.? De especial significado y trascendencia resultó también el influjo, y la solidaridad atrevida y valiente ejercida sobre los procesos revolucionarios centroamericanos de entonces. Menos aún podríamos los cubanos desconocer, como de manera permanente el FSLN ha practicado una resuelta y noble solidaridad con la revolución cubana.
En los 20 años que siguieron al triunfo de la revolución cubana, nuestro país extendió franca solidaridad a cuanto acontecimiento democrático, progresista o revolucionario tuviera lugar en el continente.
La lucha heroica del FSLN provocó entre nosotros honda y extendida admiración. Cuba participaría de manera destacada entre las fuerzas internacionales que extendieron solidaridad a los revolucionarios nicaragüenses. Hoy nos honra recordarlo y más, mucho más... proclamar que fuimos solidarios con la triunfante Revolución Sandinista y somos y seremos solidarios con el glorioso Frente Sandinista.
NUESTROS PUEBLOS SE SACUDEN
EL YUGO DEL IMPERIO
El panorama que vive Nicaragua se extiende a lo largo y ancho de nuestra América Latina pero la historia no se detiene y nuestros pueblos se sacuden del yugo del imperio. En la hermana tierra venezolana se desarrolla una profunda transformación revolucionaria encabezada por el presidente Hugo Chávez.
En El Salvador, las fuerzas de izquierda agrupadas en el FMLN, duplicaron en las recientes elecciones el voto consciente y militante frente a la imponente confabulación del terror, la mentira y el dinero, tanto de la oligarquía salvadoreña como de EE.UU., que desembozadamente intervino durante todo el proceso electoral.
En Brasil, las fuerzas de izquierda luchan por abrirse paso en un proyecto complejo, renovador y progresista, mientras que en Uruguay, Bolivia, Ecuador y Perú, las masas escriben combativas páginas de esperanza y de progreso.
En Colombia el llamado “Plan Colombia” que tan pomposamente ha publicitado la voluntad y la millonaria y agresiva participación del imperialismo ha resultado inútil para derrotar la histórica resistencia armada.
De otra parte, nuestra hermana tierra puertorriqueña no ha podido ser cultural y políticamente asimilada por la “moderna” y poderosa metrópoli norteamericana.
En Irak tiene lugar hoy una colonial ocupación, tan imperial, inmoral y bandidezca como las llevadas a cabo por la metrópolis europeas en los pasados siglos. Por lo pronto, el estoico accionar del pueblo iraquí no se ha hecho esperar, convirtiendo a su país en un auténtico infierno para el ocupante y en la ruina misma del proyecto político que enmascara el gobierno fantoche impuesto por EE.UU. Como en Vietnam, los luchadores iraquíes, al tiempo que luchan y caen por la independencia de su país, luchan y caen también por la humanidad toda. Lo que finalmente ocurra en Irak tendrá repercusión para todos, nada será igual para agresores y agredidos.
La resistencia que hoy enarbola el pueblo iraquí constituye también para los revolucionarios en el mundo una moralizadora lección, según la cual, la sofisticada tecnología del poderoso agresor resulta insuficiente y en ocasiones, hasta de nula utilidad frente a la lucha irregular, patriótica y masiva de los pueblos.
En Palestina –mientras tanto— y con el contubernio norteamericano, tiene lugar la salvaje agresión israelí que diariamente masacra a su heroico pueblo.
HONRAR, HONRA, DECIA MARTI
Un imperativo de nuestro tiempo es que seamos capaces de reeditar la solidaridad consciente y combativa de que ha sido y es objeto la revolución cubana. Es nuestro deber hacerlo extensivo a la revolución venezolana y a cuanto movimiento revolucionario y progresista esté en peligro. Unidos todos seremos inmensamente más fuertes. Aislados, el más modesto proyecto de transformación concitaría la ventajosa furia y asedio del enemigo poderoso.
“Honrar, honra...” Expresaba Martí y con él proclamamos ante este pueblo revolucionario, que la solidaridad sirve a quien la recibe, al tiempo que cultiva la conciencia de quien la ofrece...
Podemos asegurarles, que nuestra consistencia ideológica presente no seria la misma, si de manera permanente la solidaridad no hubiera formado parte de nuestra propia identidad.
El imperialismo y el modelo neoliberal que consustancialmente este ha impulsado en el mundo ha empobrecido a nuestros pueblos, a extremos tales que lo tornan francamente inviable; mientras que la caída del campo socialista y la consiguiente unípolaridad del mundo han provocado el irrespeto a la comunidad y a las leyes internacionales, a manos de un alucinado, que por añadidura preside la potencia económica, científica y militar más poderosa de la historia, haciendo particularmente dramático el momento que vive la humanidad.
JUNTOS SOMOS FUERTES E INVENCIBLES
No obstante, la severidad del cuadro descrito, los riesgos liquidacionistas que el imperio exhibe se potencian con peligro adicional si el temor entre los revolucionarios aturde nuestros sentidos, nos desmoviliza y divide. Juntos, firmes y claros en el propósito, podemos llegar a ser tan fuertes como invencibles y de hecho, resultar el mejor disuasivo contra la agresión.
Las izquierdas y en general los revolucionarios de nuestra época, encontrarán en la historia de nuestras luchas un caudal de provechosas experiencias.
El propio triunfo de la revolución nicaragüense añadía en su tiempo útiles enseñanzas a las que en años anteriores había aportada el surgimiento de la revolución cubana.
Recordemos, por ejemplo, como previo a la caída de Somoza y cuando el sandinismo, unido y equipado ya con una apreciable fuerza militar, se dio inteligentemente a concebir plataformas políticas, a hacer alianzas y procurar apoyos internacionales; todo lo que resulto de especial utilidad para obtener el triunfo y dificultar la potencial intervención norteamericana.
Se extrae de tan cercana experiencia, que aun cuando los revolucionarios dispongan de importante fuerza propia; es necesaria la creatividad, la amplitud, la flexibilidad y el talento para alcanzar las metas fijadas.
Solo que tras estos racionales argumentos, no debiéramos incurrir en la ingenua conclusión, que en pos del triunfo, todo proceder es permisible.
Se equivocan los que en las filas de la revolución apuestan todo a los “camuflajes” ideológicos o a las “hechiceras” fórmulas electorales, inútiles siempre para engañar a las oligarquías y al imperialismo, pero al mismo tiempo, fatales para desorientar y desmovilizar a las masas.
EL PUEBLO USA, NUESTRO MEJOR ALIADO
En nuestra lucha, los avatares son muchos. El tiempo con los errores que podemos cometer tiende a erosionar nuestros valores, pero eso no se puede permitir.
Los ejemplos hay que preservarlos, hay que cuidarlos, hay que defenderlos.
Parte de esta sabiduría consiste en identificar que nuestro mejor aliado en esta lucha por la paz, la sobrevivencia y la resistencia frente a esta contemporánea manifestación del fascismo, es precisamente el pueblo norteamericano. La historia demuestra que cuando ese pueblo se informa, cree y cuando cree, puede llegar a ser sensibilizado y movilizado contra la irresponsabilidad y el holocausto. En tal caso, cambiarían las correlaciones si ese noble pueblo norteamericano es persuadido que el terrorismo no puede ser combatido con éxito por la barbarie y el terrorismo de estado. Un gran objetivo consiste en convencerle que la práctica de la política que actualmente lleva a cabo la Casa Blanca le arrastra al aislamiento político y moral de su propio pueblo.
CUBA RESISTIRA, LUCHARA, VENCERA
Comprensiblemente Cuba integra la lista de las próximas y probables agresiones. Aun cuando EE.UU. está inmerso en una guerra ilegítima, desgastadora y potencialmente perdida, amenaza peligrosamente la seguridad de nuestro país.
Las últimas medidas anunciadas por el gobierno norteamericano arrecian el bloqueo y preambulan peligrosamente la agresión. En su lenguaje, es posible advertir el “empaque” electoral y demagógico destinado a obtener los votos de la mafia cubana de Miami. Nuestro pueblo se prepara tesoneramente para la peor de las opciones.
Si inevitablemente tuviera lugar la invasión, o cualquier otra modalidad agresiva, confirmamos ante este hermano y bravo pueblo, la sentencia patriótica que ha proclamado reiteradamente nuestro Comandante en Jefe. ¡Resistiremos!, ¡Lucharemos! y ¡Venceremos!.
Los pueblos de América Latina que se yerguen combativos inspirados en el ejemplo de sus mártires, luchará y vencerá. La revolución bolivariana vencerá. La revolución sandinista vencerá.
¡GLORIA ETERNA A SANDINO, A RIGOBERTO LOPEZ PEREZ Y A CARLOS FONSECA!
¡GLORIA ETERNA AL CHE!
¡HASTA LA VICTORIA SIEMPRE!
¡VENCEREMOS!
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Palabras del Cro. Osmany Cienfuegos al recibir, a nombre de Fidel, la Medalla Siempre Más Allá, hacia la Luz, hacia la Verdad, 25 Años en el aniversario de la revolución sandinista,julio 2004