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General: La Encarnación del Sueño Americano......profecías de Malcolm X
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De: matilda  (Mensaje original) Enviado: 25/02/2005 16:35
La Jornada
Miércoles 23 de febrero de 2005

José Steinsleger
Malcolm X (1925-1965)

"Ella es la encarnación del sueño americano", dijo el senador George
Allen, de Virginia, con motivo de la designación de la
afro-estadunidense Condoleezza Rice como nueva secretaria de Estado,
en remplazo del afro-estadunidense Colin Powell.

"Está al servicio de su negrero, George W. Bush", expresó el
presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, luego de que la funcionaria
incluyó al país africano en la nómina imperial de los malditos.
¿Sueño americano al servicio de negreros?

Revisemos los aspectos soterrados de ambas opiniones. La prehistoria
de la lucha negra en Estados Unidos empezó con la resistencia a la
esclavitud legal. Para asegurarse el apoyo del sur, los negros fueron
excluidos de la Declaración de Independencia (1776) y la esclavitud
tampoco fue abolida por la Convención Constituyente de 1787.

Al contrario, los doctores de la democracia y la libertad discutieron
la continuación del comercio de esclavos, que proseguiría "20 años
más". A los fines de los impuestos directos, el negro fue computado
como "tres quintos de hombre" (sic) y la concesión de su ciudadanía
quedó al arbitrio de los estados.

En 1861, las diferencias irreductibles entre el norte industrial y el
sur esclavista llevaron a una de las guerras más sanguinarias de la
modernidad, llamada por los negros "guerra de ricos y pelea de
pobres". Abraham Lincoln proclamó la emancipación de los esclavos y
el norte ganó la guerra. Pero en 1896, la Corte Suprema de Justicia
consagró la segregación racial con la doctrina "iguales, pero
separados".

Entonces, los acorralados "ciudadanos" negros empezaron a formar
organizaciones y sectas de autodefensa y autoestima, con matices de
índole racial y religiosa. Una fue la de los Musulmanes Negros (Black
Muslims), dirigida por el orate Elijah Muhamad. Su primer templo fue
erigido en Detroit hacia 1930. Los Black Muslims proclamaban la
supremacía negra basándose en una genética absurda y una versión
irreconocible del islamismo.

A inicios de la década de 1950, los Black Muslims se expandieron
rápidamente en los guetos de las grandes ciudades del norte, y un
joven proletario que guardaba prisión por delitos del fuero común,
Malcolm Little, cambió el apellido dado por el blanco por una simple
"X", convirtiéndose en ministro y fervoroso partidario de los Black
Muslims.

Cuando en las urbes de Harlem, Rochester y Filadelfia los negros "con
traje de conserje" empezaron a echar fuego y arrancar "con una
cuchara los ojos de los cocodrilos" (García Lorca), Martin Luther
King denunció desde la prisión de Birmingham: "Los Black Muslims se
nutren de la frustración contemporánea ante la dilatada existencia de
la discriminación racista" (1963).

Las urbes ardían y la voz de Malcolm X fue oída por millones de
negros: "La hora del hombre blanco ha terminado. Las soluciones
parciales no lo ayudarán... quizá pueda lograr que el Señor se decida
a darle unos pocos años más al demonio blanco" (entrevista con el
escritor Louis E. Lomas).

En 1964, guiñándole un ojo al poder imperial, el liberalísimo New
York Times publicó un editorial en el que decía: "si el doctor King
se convence de que ha sacrificado 10 años de brillante liderazgo, se
verá forzado a revisar sus ideas y sólo hay una dirección que puede
tomar: la de Malcolm X".

El líder se dio una vuelta por los países de Africa y Asia que
luchaban contra el colonialismo y, al retornar a Estados Unidos, su
pensamiento, discurso y filosofía pegó un giro radical. "Nos dijeron
que usted ha cambiado", le dijo un periodista. Malcolm X respondió:

"¿Cómo es posible que un hombre blanco pueda esperar la
transformación de un hombre negro antes que él se haya transformado?
Es verdad, soy un musulmán, y creo en la fraternidad de los hombres.
Pero mi religión no me hace tonto. Mi religión me obliga a combatir
todas las formas de racismo".

Para el poder real fue demasiado: líder natural con millones de
seguidores, negro, pobre, ex convicto, agitador, orador lúcido,
militante revolucionario, islámico y, para colmo, antimperialista.

De modo que cuando el 21 de febrero de 1965 Malcolm X fue asesinado
por su ex coidearios racistas, el establishment se limitó a condenar
la "violencia", y luego asesinó a Luther King, partidario de "la no
violencia" (1968) y premio Nobel de la Paz 1964.

Decía Malcolm X: "Si me ofrecieran el premio Nobel me suicidaría.
Sabría que algo marcha mal. Por esto me cae tan simpático ese
francés, Sartre, que lo rechazó".

Decía también: "El poder sólo retrocede ante la presencia de un poder
mayor... Está en la naturaleza del poder retroceder sólo en presencia
de un poder mayor. Y de esto se han dado cuenta los pueblos del
sureste de Asia, del Congo, de Cuba y otras partes del mundo".

Malcolm X fue profético: "Sí, cada año discurren un truco nuevo. Van
a tomar a uno de sus muchachos, de sus muchachos negros, y lo
depositarán en el gabinete para que pueda caminar con un gran puro,
brasa en punto y un tonto en la otra". En lo único que se equivocó
Malcolm X es que después de un muchacho, el imperialismo eligió a una
muchacha que, además, no fuma.



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