Con su incendiario discurso de renuncia Mesa "satanizó" deliberadamente a líderes y organizaciones sociales que pedían nacionalizar el gas.
La manifestación de "pañuelos blancos" y las vigilias en apoyo al presidente, que organizaron ayer martes y hoy miércoles los sectores de la clase media alta cochabambina bajo el slogan de "por la paz y la democracia", degeneró en brutales enfrentamientos con rentistas, desocupados y universitarios contestatarios al gobierno, que ocupaban la Plaza de Armas y que fueron víctimas de golpes, persecución y quema de su propiedad por activistas de agrupaciones ciudadanas, organizaciones cívicas y grupos juveniles de la zona norte allegados a Carlos Mesa.
A 48 horas del mensaje de Mesa, el país sigue cosechando violencia y confrontación entre sectores urbanos de elite y campesinos regantes y cocaleros.
Las escenas de violencia se repitieron en todo el país, pero principalmente en La Paz y El Alto, dónde el discurso del Presiente y su ardid emotivo de anunciar su renuncia tuvo la facultad de enfrentar a las clases populares y los sectores acomodados.
Tensión en Cochabamba
Según las víctimas de la “marcha de pañuelos blancos” del martes y algunos testigos, el vandalismo en que incurrieron los "pacíficos" defensores del Presidente expuso la intolerancia natural latente en el país, que fue detonada por el "tendencioso" discurso de Carlos Mesa.
Se temen mayores enfrentamientos hoy, durante la marcha a la que convocó el Comité Cívico de Cochabamba con el manifiesto motivo de "defender" la institucionalidad del país y respaldar al Presidente Mesa, pues el Comité Cívico (expresión civil de las elites económicas locales), fue desconocido y tomado la semana pasada por los obreros, regantes y cocaleros que declararon allí su huelga contra la aprobación de la Ley de hidrocarburos propuesta por el MNR (partido del depuesto ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada). Hasta la medianoche de ayer y primeras horas de la madrugada de hoy, los marchistas del movimiento "pañuelos blancos" hicieron una vigilia en puertas de la Prefectura de Cochabamba. La vigilia â anunciaron â permanecerá hasta que el Congreso Nacional, que sesiona hoy a las 16:00, ratifique al Presidente.
Deliberado e incendiario
El domingo pasado, el mensaje a la nación del Presidente Carlos Mesa, "satanizó" a los líderes y organizaciones sociales de todo el país (especialmente al líder indígena del Movimiento al Socialismo, Evo Morales ) desatando el odio contenido de grupos políticos y cívicos locales hacia las organizaciones sociales con sede en Cochabamba.
La retórica incriminativa de Mesa “criminalizó” a los dirigentes populares culpándolos de su renuncia y de no dejarlos gobernar y polarizó el ambiente social en la ciudad suscitando una marcha de respaldo al presidente en la que se introdujeron operadores de partidos políticos, que disfrazados de ciudadanos descontentos marcharon con el deliberado propósito de agredir verbal y físicamente a miembros de la Coordinadora y la COD.
Todo indica que las enardecidas palabras del Presidente, vertidas el domingo por la noche, estuvieron dirigidas a crear tales situaciones y muy bien orquestado para desprestigiar a los sectores que más batalla le dieron a Mesa desde que asumió el mando presidencial, manifestaron las víctimas de la golpiza. A 48 horas de su mensaje, en Cochabamba nadie duda de su ratificación por el Congreso, pero tampoco de que él perpetró un golpe mediático para dividir el país.
Crónica de un martes violento
La marcha que derivó en la represión a los activistas pro nacionalización de lo hidrocarburos se inició aproximadamente a horas 9:00 de ayer martes, a convocatoria del presentador de televisión Álvaro García Meza y de algunos otros dueños de medios de comunicación y ciudadanos "ilustres". Aunque los marchistas declararon que fue espontánea, ya la noche del domingo un grupo de ciudadanos había salido a la plaza para manifestar su respaldo al presidente.
"Olivera donde estas traidor, aún no tenemos agua, muera Evo Morales, exilió a todos los dirigentes", fueron los gritos frecuentes de la multitudinaria que marchó el día lunes. La cabeza de la marcha, denominada de "pañuelos blancos", llegó a la Plaza de Armas, pasadas las 10:00. Aunque al grueso de marchistas tardó algo más, los primeros el llegar tomaron los sitios estratégicos donde suelen concentrarse los grupos sociales contestarios al Gobierno.
Las tempranas provocaciones también ocasionaron el cierre del edificio que alberga las oficinas de las tres organizaciones sociales más importantes de Cochabamba: la Coordinadora de Defensa de los Recursos Naturales, la Federación Departamental de Regentes y la Central Obrera Departamental (COD).
Por temor a ser agredidos, Oscar Olivera, Omar Fernández y Alberto Machaca, principales líderes regionales, tuvieron que abstenerse de desempeñar sus actividades cotidianas y no llegaron a sus respectivas sedes.
Cerca de mediodía el centro de la Plaza 14 de septiembre, otro sitio que alberga en Cochabamba a miembros de grupos contestarios, fue tomado por los miembros de dicha marcha y los temores de los dirigentes se materializaron.
A la sombra del Monumento central de dicha plaza, los grupos "troskistas" y la red Tinku Juvenil constituyeron un ágora que cotidianamente alberga a maestros, universitarios y desocupados que debaten y socializan con los ciudadanos la doctrina marxista y debaten la situación del país. Los defensores de Mesa iniciaron enfrentamientos y reyertas que terminaron con la quema del panel de prensa de la Red Tinku y con la evacuación de los sectores contestatarios.
Luego los enardecidos adeptos de Mesa se dirigieron a las oficinas de la Central Obrera Departamental e intentaron ocuparlas. Quedó solo en intento.
Enfrentamientos
Una mujer de pollera cargada de su pequeño hijo de apenas un año de edad lloraba desesperada, pues fue blanco de agresiones físicas por parte de los jóvenes marchistas que la confundieron con una cocalera. "Ustedes los cocaleros sólo vienen a la ciudad a perjudicar, son campesinos, no entienden, parecen ovejas o llamas con coca en su boca", gritaban.
Por su parte los seguidores de la Coordinadora de Defensa de los Recursos Naturales, del Partido Obrero Revolucionario (POR), de línea troskista y de la Red Tinku Juvenil, fueron también blanco de insultos y empujones teniendo que desalojar el centro de la plaza principal y dejando que quemen sus paneles informativos.
Lo que creíamos superado
Si René Zavaleta Mercado (sociólogo más insigne de Bolivia) acertó en que la mejor manera de analizar y comprender una sociedad determinada es en momentos cuanto esta está convulsionada, seguramente ayer lunes en Cochabamba fue una ocasión invaluable para ver lo poco que ha cambiado Cochabamba en función a tolerancia.
La situación de ayer en Cochabamba y el resto del país se enmarca en la concepción zavaletiana de "el poder dual", pues al estar esta compuesta principalmente por la clase media cochabambina y oficinistas "de cuello blanco", develó que todavía persiste la intolerancia hacia "el otro" por parte de las elites castizas, aunque también los cocaleros y obreros mostraron su resentimiento y reaccionaron a la provocación "k'ara".
Fobia y odio hacia diferente fueron el común denominador. ¿Cómo un cholo que ni siquiera se lava las patas nos va gobernar? No tenemos que permitirlo", decían los pañuelos blancos.
"Los que están marchando son los k'aras, los que siempre se aprovechan de nosotros, los que lo tienen todo agua caliente para bañarse, alcantarillado y un buen trabajo, no tenemos que permitir que nos humillen de nuevo", replicaron los campesinos reprimidos.
Lo que las palabras del presidente desataron en El Alto y Cochabamba, está muy lejos de su manifiesta intención de un país unitario.