الصفحة الرئيسية  |  إتصال  

البريد الإلكتروني

كلمة السر:

سجّل نفسك الآن

هل نسيت كلمتك السر؟

LA CUBA DEL GRAN PAPIYO
عيد ملاد سعيد Naya !
 
مستجدات
  أدخل الآن
  جدول الرسائل 
  معرض الصور 
 الملفات والوتائق 
 الإحصاء والنص 
  قائمة المشاركين
 Conociendo Cuba 
 CANCION L..A 
 FIDEL CASTRO.. 
 Fotos de FIDEL 
 Los participantes más activos 
 PROCLAMA AL PUEBLO DE CUBA 
 
 
  أدوات
 
General: LA SEGURIDAD SOCIAL EN LOS EUA......
إختار ملف آخر للرسائل
الفقرة السابقة  الفقرة التالية
جواب  رسائل 1 من 1 في الفقرة 
من: matilda  (الرسالة الأصلية) مبعوث: 05/06/2005 00:27
La Jornada
Viernes 3 de junio de 2005

Noam Chomsky
La falta de crisis en la seguridad social de EU

En el debate sobre la seguridad social, los asesores del presidente
George W. Bush ya han ganado, al menos a corto plazo.

Bush y Karl Rove, subjefe de gabinete, han tenido éxito en convencer
a la mayoría de la población de Estados Unidos de que hay un serio
problema con la seguridad social. Eso abre el camino para considerar
el programa de invertir en cuentas privadas en vez de confiar en el
sistema público de pensiones.

El público ha sido aterrorizado, de modo similar a lo que pasó con la
inminente amenaza de Saddam Hussein y sus armas de destrucción
masiva. La presión en los políticos está aumentando ahora que los
líderes de la Cámara de Representantes esperan redactar un proyecto
de ley sobre seguridad social para el próximo mes. Para tomar la
cuestión en perspectiva es bueno señalar que la seguridad social
estadunidense es uno de los sistemas públicos de pensiones menos
generosos de entre los que existen en los países avanzados, según un
nuevo informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económicos.

El gobierno de Bush quiere "reformar" la seguridad social, lo que
significa desmantelarla. Una enorme campaña gubernamental de
propaganda en los medios ha confeccionado una "crisis fiscal" que no
existe. Si algún problema aparece en el futuro distante, podría ser
superado con medidas triviales, tales como elevar el tope en el
impuesto a los salarios. La historia oficial es que los Baby Boomers
(niños nacidos tras la Segunda Guerra Mundial, cuando hubo una
explosión demográfica) van a imponer una carga más pesada en el
sistema porque el número de gente trabajando en relación a los
ancianos declinará, lo cual es cierto. Pero ¿qué paso con los Baby
Boomers cuando ellos estaban entre los cero y los 20 años? ¿No
estaban los trabajadores haciéndose cargo de ellos? Y eso, en una
sociedad mucho más pobre.

En la década del 60, lo demográfico causó un problema, pero
difícilmente una crisis. La explosión fue encarada con un gran
aumento de gastos en la escuela y en otras facilidades para niños. El
problema no fue grande cuando los Baby Boomers estaban entre cero y
20, entonces ¿por qué va a ocurrir ahora cuando están entre 70 y 90?
La cifra a tomar en cuenta es la llamada proporción del trabajador
respecto a la población. Esta proporción alcanzó su punto más bajo en
1965. No va a alcanzarla nuevamente hasta 2080, según los cálculos de
la administración de la seguridad social. Cálculos tan alejados en el
futuro no tienen sentido. Además, cualquier problema fiscal que
pudiera surgir en el cuidado de los boomers ancianos ya ha sido
pagado, a través del aumento de los impuestos en las ganancias de
1983, diseñado con ese propósito. Y para el momento en que haya
fallecido el último boomer, la sociedad será mucho más rica, con cada
trabajador produciendo mucha más prosperidad.

En otras palabras, nosotros ya hemos pasado la crisis. Cualquier cosa
que venga será solamente cuestión de ajustes de uno u otro tipo.
Mientras tanto una crisis fiscal muy real se vislumbra: la atención
médica.

Estados Unidos tiene uno de los sistemas más ineficientes del mundo
industrializado, con un costo per cápita mucho más alto que el de
otras naciones y entre los peores resultados en materia de cuidado de
la salud. El sistema está privatizado, una de las razones de su
ineficacia.

Pero "reformar" el sistema de atención médica no está en la agenda. Y
entonces enfrentamos una paradoja: la crisis fiscal real y muy seria
no es una crisis, y la no crisis requiere una acción drástica para
socavar un sistema eficiente que es bastante bueno.

Los observadores racionales tratan de determinar las diferencias
entre la seguridad social y el sistema de atención médica que podría
explicar la paradoja. Las razones son simples. Usted no puede
reformar un sistema de atención médica que está bajo el control de
las compañías de seguros y de las empresas farmacéuticas. Ese sistema
es inmune, aun cuando esté causando tremendos problemas financieros,
además del costo humano.

La seguridad social es de muy poco valor para los ricos, pero es
crucial para la supervivencia de los trabajadores, de los pobres, de
sus dependientes y de los incapacitados. Y como es un programa
gubernamental, tiene costos administrativos tan bajos que no ofrece
nada a las instituciones financieras. Beneficia solamente a la
"población subyacente", no a los "ciudadanos sustanciales", para
utilizar la ácida terminología de Thorstein Veblen.

El sistema médico, en cambio, trabaja muy bien para la gente de
"importancia" en un sistema en el que la atención médica es
distribuida efectivamente por la riqueza, y enormes ganancias fluyen
a poderes privados por una administración de enorme ineficacia.

El Congreso de Estados Unidos promulgó recientemente una reforma
sobre quiebras que aumenta la opresión de la población subyacente.
Cerca de la mitad de las quiebras en Estados Unidos son resultados de
gastos médicos.

La opinión y la política oficial no están sincronizados. Como en el
pasado, la mayoría de los estadunidenses están en favor de un seguro
de salud nacional. En una encuesta del The Washington Post-ABC News
de 2003, un 80 por ciento consideraba la atención médica universal
"más importante que rebajar los impuestos". La seguridad social se
basa en un principio extremadamente peligroso: usted debe preocuparse
si la viuda incapacitada que vive en su pueblo tiene alimentos.

Los "reformadores" de la seguridad social preferirían que usted se
concentre en aumentar su consumo de productos y que se subordine al
poder. Así es la vida. Preocuparse por otra gente, y asumir
responsabilidades comunitarias por cosas tales como salud y
jubilación, es algo profundamente subversivo.
La Jornada
Viernes 3 de junio de 2005

Noam Chomsky
La falta de crisis en la seguridad social de EU

En el debate sobre la seguridad social, los asesores del presidente
George W. Bush ya han ganado, al menos a corto plazo.

Bush y Karl Rove, subjefe de gabinete, han tenido éxito en convencer
a la mayoría de la población de Estados Unidos de que hay un serio
problema con la seguridad social. Eso abre el camino para considerar
el programa de invertir en cuentas privadas en vez de confiar en el
sistema público de pensiones.

El público ha sido aterrorizado, de modo similar a lo que pasó con la
inminente amenaza de Saddam Hussein y sus armas de destrucción
masiva. La presión en los políticos está aumentando ahora que los
líderes de la Cámara de Representantes esperan redactar un proyecto
de ley sobre seguridad social para el próximo mes. Para tomar la
cuestión en perspectiva es bueno señalar que la seguridad social
estadunidense es uno de los sistemas públicos de pensiones menos
generosos de entre los que existen en los países avanzados, según un
nuevo informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económicos.

El gobierno de Bush quiere "reformar" la seguridad social, lo que
significa desmantelarla. Una enorme campaña gubernamental de
propaganda en los medios ha confeccionado una "crisis fiscal" que no
existe. Si algún problema aparece en el futuro distante, podría ser
superado con medidas triviales, tales como elevar el tope en el
impuesto a los salarios. La historia oficial es que los Baby Boomers
(niños nacidos tras la Segunda Guerra Mundial, cuando hubo una
explosión demográfica) van a imponer una carga más pesada en el
sistema porque el número de gente trabajando en relación a los
ancianos declinará, lo cual es cierto. Pero ¿qué paso con los Baby
Boomers cuando ellos estaban entre los cero y los 20 años? ¿No
estaban los trabajadores haciéndose cargo de ellos? Y eso, en una
sociedad mucho más pobre.

En la década del 60, lo demográfico causó un problema, pero
difícilmente una crisis. La explosión fue encarada con un gran
aumento de gastos en la escuela y en otras facilidades para niños. El
problema no fue grande cuando los Baby Boomers estaban entre cero y
20, entonces ¿por qué va a ocurrir ahora cuando están entre 70 y 90?
La cifra a tomar en cuenta es la llamada proporción del trabajador
respecto a la población. Esta proporción alcanzó su punto más bajo en
1965. No va a alcanzarla nuevamente hasta 2080, según los cálculos de
la administración de la seguridad social. Cálculos tan alejados en el
futuro no tienen sentido. Además, cualquier problema fiscal que
pudiera surgir en el cuidado de los boomers ancianos ya ha sido
pagado, a través del aumento de los impuestos en las ganancias de
1983, diseñado con ese propósito. Y para el momento en que haya
fallecido el último boomer, la sociedad será mucho más rica, con cada
trabajador produciendo mucha más prosperidad.

En otras palabras, nosotros ya hemos pasado la crisis. Cualquier cosa
que venga será solamente cuestión de ajustes de uno u otro tipo.
Mientras tanto una crisis fiscal muy real se vislumbra: la atención
médica.

Estados Unidos tiene uno de los sistemas más ineficientes del mundo
industrializado, con un costo per cápita mucho más alto que el de
otras naciones y entre los peores resultados en materia de cuidado de
la salud. El sistema está privatizado, una de las razones de su
ineficacia.

Pero "reformar" el sistema de atención médica no está en la agenda. Y
entonces enfrentamos una paradoja: la crisis fiscal real y muy seria
no es una crisis, y la no crisis requiere una acción drástica para
socavar un sistema eficiente que es bastante bueno.

Los observadores racionales tratan de determinar las diferencias
entre la seguridad social y el sistema de atención médica que podría
explicar la paradoja. Las razones son simples. Usted no puede
reformar un sistema de atención médica que está bajo el control de
las compañías de seguros y de las empresas farmacéuticas. Ese sistema
es inmune, aun cuando esté causando tremendos problemas financieros,
además del costo humano.

La seguridad social es de muy poco valor para los ricos, pero es
crucial para la supervivencia de los trabajadores, de los pobres, de
sus dependientes y de los incapacitados. Y como es un programa
gubernamental, tiene costos administrativos tan bajos que no ofrece
nada a las instituciones financieras. Beneficia solamente a la
"población subyacente", no a los "ciudadanos sustanciales", para
utilizar la ácida terminología de Thorstein Veblen.

El sistema médico, en cambio, trabaja muy bien para la gente de
"importancia" en un sistema en el que la atención médica es
distribuida efectivamente por la riqueza, y enormes ganancias fluyen
a poderes privados por una administración de enorme ineficacia.

El Congreso de Estados Unidos promulgó recientemente una reforma
sobre quiebras que aumenta la opresión de la población subyacente.
Cerca de la mitad de las quiebras en Estados Unidos son resultados de
gastos médicos.

La opinión y la política oficial no están sincronizados. Como en el
pasado, la mayoría de los estadunidenses están en favor de un seguro
de salud nacional. En una encuesta del The Washington Post-ABC News
de 2003, un 80 por ciento consideraba la atención médica universal
"más importante que rebajar los impuestos". La seguridad social se
basa en un principio extremadamente peligroso: usted debe preocuparse
si la viuda incapacitada que vive en su pueblo tiene alimentos.

Los "reformadores" de la seguridad social preferirían que usted se
concentre en aumentar su consumo de productos y que se subordine al
poder. Así es la vida. Preocuparse por otra gente, y asumir
responsabilidades comunitarias por cosas tales como salud y
jubilación, es algo profundamente subversivo.


أول  سابق  بدون إجابة  لاحق   آخر  

 
©2025 - Gabitos - كل الحقوق محفوظة