En la audiencia, programada para el 13 de junio, “se decidirán
muchas cosas”, agregó, y sostuvo que aspira a quedarse en Estados Unidos, donde
“quiero llevar una vida normal (...) yo no tengo mayores
aspiraciones”.

El hombre de 77 años de edad, autor de múltiples atentados con
bomba en Latinoamérica contra intereses cubanos y extranjeros, expresó también
alivio por la negativa de Washington a extraditarlo a Venezuela por supuesta
falta de formalidades en la petición de extradición.

“¡Santa Madre de Dios! Eso es una buena noticia que ni siquiera
mis abogados me habían dado”, dijo Posada Carriles, citado por el
Herald.

SOLICITUD DE ASILO

El sospechoso terrorista está sujeto a deportación por haber
entrado ilegalmente a Estados Unidos, pero disputará la medida en los tribunales
migratorios y renovando una solicitud de asilo político que retiró el pasado 17
de mayo, el mismo día que fue detenido por las autoridades federales, según
adelantó su abogado.

También intentará trasladarlo a Miami para que el proceso
migratorio siga en esta ciudad y pedirá su libertad bajo fianza.

Por otro lado, Posada Carriles aseguró, contrario a lo afirmado
por allegados y su abogado, que “no tenía planes de salir del país” el mismo día
en que fue detenido.

El ex agente de la CIA sostuvo también que “de ninguna manera”
se siente traicionado por el gobierno estadounidense tras la detención, a pesar
de haberle servido a sus “intereses” durante casi cuatro décadas, según sostuvo
su abogado al anunciar la petición de asilo en abril pasado.

Posada Carriles, un cubano nacionalizado venezolano, es buscado
por Venezuela para juzgarlo por su presunta participación en la planificación
del atentado con bomba de un avión de Cubana de Aviación en 1976, en el que
murieron 73 personas frente a las costas de Barbados.

Fue indultado en 2004 por Panamá cuando cumplía una condena de
ocho años de cárcel por un supuesto intento para asesinar al gobernante cubano
Fidel Castro en el año 2000.

La Habana también lo acusa de ser el autor intelectual de
atentados con bomba contra hoteles cubanos en 1997, en los que murió un turista
italiano.