El Salvador será la sede de una academia policial de las
Américas, donde se entrenará una fuerza internacional de combate al
crimen.
Este fue uno de los anuncios con los que anoche la secretaria de
Estado de Estados Unidos, Condoleezza Rice, dio por inaugurada la XXV Asamblea
General de la OEA.
“Estados Unidos está trabajando con El Salvador para crear en
ese país una academia internacional de oficiales de policía. Este instituto
entrenará a oficiales de todo el hemisferio para mejorar la protección de sus
ciudadanos y así servirles mejor. Además, abrigamos la posibilidad de trabajar
con Perú para expandir el alcance de la academia a Suramérica”, dijo.
La funcionaria hizo el anuncio durante su discurso ante la
asamblea general de la Organización de Estados Americanos, que ella misma
inauguró la tarde de ayer en la ciudad estadounidense de Fort Lauderdale,
Florida.
Por su parte, René Figueroa, ministro de Gobernación, dijo
sentirse satisfecho por la evaluación y designación de la sede por parte de las
autoridades estadounidenses.
“Esto tiene que verse como un logro de país, porque aquí estaría
también la capacitación para fiscales y otros profesionales de Latinoamérica”,
agregó.
Rice, sin precisar fecha, dijo que es algo que ambos gobiernos
discutiendo desde hace algún tiempo.
Lucha antimaras
Por su parte, el canciller salvadoreño, Francisco Laínez,
aseguró ayer a LA PRENSA GRÁFICA, en Miami, que están listos para presentar
oficialmente el documento final sobre combate a las pandillas a la asamblea
general de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Laínez dijo que el documento pretende “ver de qué forma se puede
trabajar en prevenir y buscar las causas que llevan a que mucha gente participe
en pandillas”.
La propuesta de documento final conlleva un ingrediente “muy
fuerte” de colaboración entre países para atacar integralmente a las pandillas.
La iniciativa que dará a conocer Laínez podría llegar a la
sesión con no menos de 32 votos, y sería aprobada sin problemas.
Durante las discusiones previas, los embajadores de Argentina y
Bolivia se opusieron a discutir el tema por considerarlo confinados a algunos
países de Centroamérica.