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General: Cuba sin Castro, analisis
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Respuesta  Mensaje 1 de 13 en el tema 
De: Mambi  (Mensaje original) Enviado: 17/06/2005 13:25
CUBA SIN CASTRO (ARI)
ARI Nº 70/2005 -- Análisis
Jaime Suchlicki   ( 26/5/2005 )

Tema: La sucesión de Fidel Castro a su hermano Raúl y la continuidad del sistema en Cuba parecen asegurados por varios factores. Sin embargo, el rumbo político de la Isla tras la muerte de Castro sigue siendo incierto.

Resumen: La sucesión de Fidel Castro a su hermano Raúl y la continuidad del sistema en Cuba parecen asegurados por varios factores. El poder político y económico de las Fuerzas Armadas lideradas por Raúl y que hoy controlan más del 50% de la economía, la capacidad represiva del régimen y la debilidad de los grupos de oposición indican que la sucesión, una vez que Fidel Castro desaparezca, va a ser rápida y fácil. Se pudiera argumentar que basado en el poder militar y las actividades de Raúl en el manejo actual de la situación interna en el país, la sucesión ya está ocurriendo. Sin embargo, la transición a un sistema pluralista, democrático y con una economía de mercado va a ser más lenta y difícil en Cuba que en el caso de las transiciones en Europa del Este. Una economía en ruinas, el militarismo, problemas raciales y laborales, la falta de un Estado de derecho y unos valores morales influenciados por 46 años de Castrismo conspiran para complicar y demorar la transición. La proximidad de los EEUU y una comunidad cubano americana grande y económicamente poderosa podría impulsar cambios rápidos en la isla. Pero esto solo ocurrirá con un gobierno en Cuba dispuesto a aceptar cambios acelerados. Un régimen con Raúl al frente no parece ser ese gobierno.

Análisis

Mientras Fidel Castro celebra sus cuarenta y seis años en el poder, muchos se preguntan sobre el futuro de la revolución cubana sin el “máximo líder”. ¿Sufrirá un colapso el régimen después de su muerte? ¿Será la sucesión rápida y fácil, o lenta y difícil? ¿Estará el nuevo liderazgo dispuesto a ofrecer concesiones a EEUU en un intento de normalizar las relaciones?

Quedan también otras preguntas sin respuesta: ¿Cómo podrá el liderazgo posterior a Castro revitalizar la deteriorada economía cubana? ¿Cuáles son las probabilidades de que los nuevos gobernantes puedan promover cambios profundos? ¿Temerán desequilibrar en sus múltiples niveles el balance de intereses del que ciertamente dependerá el nuevo gobierno? Por supuesto, es más fácil hacer estas preguntas que responderlas. Imaginar el futuro inmediato de Cuba sin Castro es problemático, porque es imposible saber cuáles serán las condiciones en el momento de su desaparición. La cuestión clave, sin embargo, sobre la Cuba post-Castro no es quiénes serán los nuevos gobernantes, o qué será lo que querrán conseguir, sino si la revolución totalitaria y paternalista de Castro, tal como existe ahora, podrá sobrevivir por largo tiempo.

Preparándose para la sucesión
La posibilidad de una continuidad del régimen parece más fuerte en Cuba que en otros países comunistas. En el caso de los regímenes de Europa del este, aunque su fin vino de repente y con rapidez, tuvieron que transcurrir décadas de deterioro para debilitarlos, y se requirió la caída de la Unión Soviética para apurar su colapso. En Siria, Corea del Norte y en Haití, los hijos de los anteriores líderes tomaron el poder y lo retuvieron.

En América Latina, muchos regímenes autoritarios no comunistas se sostuvieron a lo largo de décadas, a pesar de presiones externas y debilidad interna –entre ellos, el régimen de Rafael Trujillo en la República Dominicana y la dinastía de los Somoza en Nicaragua–.

El régimen de Castro ha aprendido de las experiencias de Europa oriental y de la derrota electoral sandinista en Nicaragua, y ha incorporado lecciones de la experiencia china. Los rangos superiores del Ejército cubano han visitado China en los últimos años, y oficiales chinos han efectuado numerosas visitas a Cuba. Aunque son experiencias interesantes e instructivas, es dudoso que Castro necesite ningún ejemplo extranjero para configurar sus predilecciones sobre cómo gobernar, o para reforzar su oposición a la democracia y al proceso electoral. Se las ha arreglado muy bien para mantener su control totalitario desde 1959.

Veamos la reciente detención y ejecución de disidentes políticos. La violenta represión de Castro es una clara indicación de su preocupación con la sucesión y su deseo de dejar el terreno limpio para una asunción del poder por su hermano Raúl, jefe de las Fuerzas Armadas cubanas y segundo secretario del Partido Comunista de Cuba. Otras medidas han incluido la sustitución de cientos de oficiales del Partido Comunista y la rehabilitación de Ramiro Valdés como nuevo miembro del Consejo de Estado gobernante. Valdés, un ex ministro del Interior, es una figura temida en Cuba, recordada por sus violaciones a los derechos humanos y sus brutales métodos represivos.

Castro ha estado también haciendo énfasis en una mayor rigidez ideológica. El programa “La Batalla de las Ideas”, diseñado para imbuir a las masas con sentimientos anti-americanos más fuertes, el nombramiento de un antiguo líder marxista para dirigir las escuelas del Partido Comunista y el estrangulamiento del acceso a Internet muestran que en Cuba está ocurriendo una revolución cultural tipo china (si bien más lenta y menos dramática que en China). Un líder envejecido y testarudo insiste en purificar y rejuvenecer “su” depauperada revolución antes de salir de este mundo.

La era de Castro esta llegando a su final, aunque no sea más que por pura realidad biológica. Castro se colapsó durante un discurso a mediados de 2001. En 2004 se cayó y se fracturo un brazo y una pierna. Su breve desmayo y caída recogidas por la televisión cubana han producido considerable ansiedad dentro de la isla y aumentado la especulación sobre la sucesión. Recientemente, Raúl y las Fuerza Armadas han tomado mayor control de la administración del Estado y Raúl actúa como si la sucesión ya hubiera ocurrido.

Sucesión sí, transición no
Para el régimen, el problema de la sucesión es crucial. Ningún gobierno totalitario ha sido capaz de diseñar un sistema fluido de sucesión y la desaparición de Castro podría disparar una lucha de poder interna. Lo más probable, sin embargo, es que esta lucha tenga lugar dentro de las filas revolucionarias. A pesar de la poderosa presencia de Castro, no parece probable que la revolución se colapse si él muere o queda incapacitado.

La estabilidad del régimen se basa en primer lugar en la solidez de sus instituciones. Las Fuerzas Armadas son, sin duda, el más fundamental de los tres soportes sobre los que se apoya la revolución. Los otros dos, el Partido Comunista y el aparato de seguridad, sirven, con una fuerte supervisión militar, para controlar, movilizar, socializar e indoctrinar a la población. La organización y la fuerza de la burocracia, que ha crecido alrededor de estas instituciones, parece asegurar la continuidad de la revolución.

Una revuelta contra el régimen de Castro, en ausencia de una intervención extranjera de grandes dimensiones, no se ve probable, especialmente en tanto que las Fuerzas Armadas le permanezcan fieles a él y a su comandante en jefe inmediato, Raúl. La continuada lealtad de las Fuerzas Armadas se presenta como altamente probable. Son una creación de los hermanos Castro y han desarrollado un gran profesionalismo, están completamente integradas en el sistema político y tienen un papel importante y de confianza en la administración general y el control de la economía. Actualmente, más del 65% de las grandes industrias y empresas están en manos de oficiales militares en activo o retirados.

Se han desarrollado en el pasado reciente grupos y proyectos de oposición y de disidencia. El más conocido es el Proyecto Varela, que reunió miles de firmas para pedir a la Asamblea Nacional que modificara las leyes cubanas y permitiera elecciones libres. Por primera vez en más de cuatro décadas, un gran número de cubanos se movilizó pacíficamente para hacer una petición al gobierno.

La respuesta de Castro fue rápida y brutal. Organizó su propio plebiscito para proclamar la naturaleza comunista permanente e inviolable de su régimen y para prohibir a la Asamblea Nacional la consideración de tales proyectos. A esto siguió la detención y condena a largos años de cárcel de varias docenas de disidentes, periodistas y bibliotecarios, incluyendo a muchos miembros del Proyecto Varela.

Aunque la oposición y el descontento han estado aumentando en Cuba, los grupos disidentes son débiles y están usualmente infiltrados por la seguridad estatal cubana. Sin acceso a los medios de comunicación controlados por el Estado y constantemente acosados por la policía, estos grupos tienen dificultad para organizarse y operar. Muchos de sus líderes han mostrado una enorme valentía para desafiar al régimen. Sin embargo, una y otra vez el aparato de seguridad los ha desacreditado o los ha destruido y hoy no representan una amenaza fuerte para el régimen.

En este momento, la línea de sucesión parece clara. Si Fidel muriera o quedara incapacitado, Raúl Castro lo sucedería como gobernante. Muy probablemente Raúl permitiría un liderazgo colectivo, quedándose al mando de las Fuerzas Armadas y del partido, con un civil como presidente de la república. Sin embargo, la idea de que el hermano menor sobrevivirá al mayor podría estar equivocada. La salud de Raúl tampoco es buena y podría morir o quedar incapacitado antes que Fidel. Dentro de este escenario surgiría un liderazgo colectivo, con representantes del partido y del ejército ocupando posiciones claves, aunque estos últimos tendrían mayor influencia.

Pero suponiendo que Raúl sobreviviera a Fidel y tomara el poder, tendría que afrontar retos significativos. Una economía en bancarrota, el descontento popular y la necesidad de mantener el orden y la disciplina del grueso de la población, así como aumentar la productividad dentro de la fuerza laboral, serían algunos de los problemas más acuciantes.

Raúl continuaría dependiendo en alto grado de los militares. Sin el carisma y la legitimidad de su hermano, necesitaría también el apoyo de los líderes del partido y los tecnócratas clave dentro de la burocracia gubernamental. De este modo podría crear un marco para el establecimiento de un liderazgo colectivo controlado por los militares. Es probable que después de un período de consolidación y de gobierno ásperamente represivo, este liderazgo colectivo diera inicio a reformas económicas limitadas y graduales.

¿Deshielo parcial del comunismo?
Tal vez el mayor reto para un régimen dirigido por Raúl Castro sería mantener el equilibrio entre la necesidad de mejorar la economía y satisfacer las necesidades de la población, y mantener un continuo control político. Las reformas económicas muy rápidas podrían llevar a un aflojamiento del control político, lo cual es temido por Raúl, los militares y otros aliados inclinados a quedarse en el poder. Algunas aperturas a los EEUU parecerían posibles después de un tiempo, especialmente si no se desarrolla una oposición importante en la isla. A la vez que mantiene una postura anti-EEUU, el régimen consolidado de Raúl podría recibir turistas de EEUU y comercio e inversiones norteamericanas.

Bajo este escenario de sucesión lento y muy probable, tendrían lugar cambios políticos y económicos limitados. Un número significativo de ciudadanos norteamericanos visitarían Cuba si se levanta la prohibición de los viajes, pero la inversión sería en escala menor. Si se modificara o terminara el embargo, aumentaría el comercio, ya que las compañías norteamericanas tratarían de penetrar el mercado cubano y establecer su presencia, tal como lo han hecho algunas firmas canadienses y europeas.

Las inversiones serían limitadas, dada la falta de un mercado interno extenso, las incertidumbres que rodean el riesgo de largo plazo para la inversión extranjera, una situación política incierta y las oportunidades proporcionadas por otros mercados en América Latina y en otros lugares. Las inversiones iniciales modestas se dirigirían en primer lugar a la explotación del turismo en Cuba, la minería y las industrias relacionadas con los recursos naturales. A no ser que tengan lugar considerables reformas, no parece que el gobierno de EEUU o las corporaciones estén dispuestos a dirigir fondos de inversión significativos hacia Cuba.

Dentro de un escenario más rápido y mucho menos probable, un gobierno sin Fidel o Raúl podría abrir la economía y animar las inversiones privadas, domésticas y extranjeras, a la vez que proporcionaría un cambio político y respeto para los derechos humanos. Se introducirían leyes para proteger la inversión extranjera; podrían iniciarse negociaciones para compensar o devolver a los dueños originales, norteamericanos y cubanos, las compañías y propiedades confiscadas por el régimen de Castro en los años 60 y serían bienvenidos los exilados cubanos para visitar, invertir y comerciar con Cuba. El gobierno de EEUU levantaría la prohibición de viajar, terminaría el embargo e iniciaría programas de ayuda extranjera para contribuir al desarrollo económico de la isla.

Bajo este escenario, la economía cubana mejoraría rápidamente. El turismo norteamericano y la inversión podrían vitalizar sustancialmente la economía, y hacer surgir la creatividad empresarial y el talento cubano, largamente reprimidos por el gobierno de Castro. Cuba exportaría a los EEUU no solamente sus productos tradicionales –ron, tabaco, níquel– sino también otros elementos como vegetales, frutos cítricos, pescado y marisco, y biotecnología.

Retos de una Cuba post-Castro
Tanto bajo un escenario de transición rápida como bajo una lenta, cualquier gobierno post-Castro afrontará retos y problemas significativos. En primer lugar, la tarea imponente de la reconstrucción económica. La extremada dependencia en el comercio con el bloque soviético, y la adaptación de su economía a un flujo de subsidios enorme durante cerca de cuatro décadas, creó una economía artificial, que ha desaparecido y solo sobrevive, en parte, por el subsidio de petróleo venezolano, el turismo y las remesas de cubanos exilados. Cuba no tiene una economía propia viable. Mientras disminuye prácticamente cada rubro de importaciones, un círculo vicioso de pobreza atrapa al país sin compasión.

Cuba tiene un mercado interno débil. El consumo está limitado por un severo sistema de racionamiento. Cualquier transacción que tenga lugar fuera de este sistema cae en el mercado negro ilegal, que opera con dólares y con mercadería robada a empresas estatales o recibidas del extranjero. El peso cubano se ha depreciado considerablemente y su poder adquisitivo ha caído. Enormes y persistentes déficit gubernamentales y la virtual ausencia de políticas fiscales y monetarias que actúen como estabilizadores han acelerado la espiral económica descendente.

La producción de azúcar, principal exportación de Cuba, ha caído a niveles comparables con los de la era de la Depresión, y los precios de otros productos cubanos continúan su tendencia a la baja en los mercados internacionales. El azúcar parece ser un elemento perdedor, con pocas perspectivas para el futuro.

Además de estas preocupantes realidades económicas, habrá también un cúmulo de problemas legales. Obviamente, los nacionales cubanos, los cubano-americanos y los norteamericanos cuyas propiedades comerciales fueron confiscadas durante los primeros años de la revolución querrán reclamarlas o pedirán una justa compensación tan pronto como exista esta posibilidad. Los cubanos residentes en el exterior esperan la oportunidad de presentar sus reclamaciones legales en tribunales cubanos.

La infraestructura de Cuba, severamente dañada, necesita también una considerable reconstrucción. El tendido eléctrico obsoleto no es capaz de satisfacer las escasas necesidades de consumidores y de la industria; los servicios de transporte son lastimosamente insuficientes; las instalaciones de comunicación son viejas; y las instalaciones sanitarias y médicas se han deteriorado a tal extremo que las enfermedades contagiosas en proporciones epidémicas son una amenaza real para la población. El sistema de salud de Cuba, que una vez fuera el orgullo del régimen, se ha deteriorado significativamente, especialmente después de la terminación de los subsidios soviéticos. Además, preocupaciones ambientales, como la contaminación de bahías y ríos, necesitan atención inmediata.

Los problemas económicos y legales no son, sin embargo, los únicos retos en el futuro de la nación. Un grave problema que una Cuba post-Castro tendrá que enfrentar es el continuado poder de los militares. En el pasado, Cuba tuvo una fuerte tradición de militarismo. En los años recientes, las Fuerzas Armadas, como institución, han adquirido un poder sin precedentes. Bajo cualquier escenario concebible, los militares seguirán siendo un actor clave y decisivo.

Cualquier reducción inmediata y significativa de las Fuerzas Armadas puede resultar difícil, si no imposible. Siendo una institución poderosa y orgullosa, las Fuerzas Armadas verían cualquier intento de minar su autoridad como una intromisión inaceptable en los asuntos militares, y una amenaza para su existencia. Su control, bajo el régimen de Castro, de sectores económicos clave hará más difícil en el futuro desalojarlo de estas actividades y limitar su papel a lo estrictamente militar. Transformar a los militares/empresarios en simples militares no será fácil. Reducir el tamaño de las Fuerzas Armadas será también problemático. Puede ser que la economía no sea capaz de absorber los elementos desempleados del cuerpo militar, o que el gobierno no sea capaz de re-entrenarlos con suficiente rapidez para ocupar posiciones civiles.

El papel de los militares será también afectado por conflictos sociales que podrían surgir en un período post-Castro. Durante el primer medio siglo de república en Cuba, la violencia política fue un factor importante en la sociedad. Tomó cuerpo la creencia en la legitimidad de la violencia para conseguir cambios políticos. Esta violencia probablemente resurja con gran fuerza en el futuro. El gobierno comunista de Castro ha engendrado profundo odio y resentimientos. Las venganzas políticas abundarán, las diferencias sobre cómo reestructurar la sociedad serán profundas y será común la existencia de facciones en la sociedad y en el proceso político.

Racismo y otros problemas
Un movimiento laboral libre y en constante movilización complicará las cosas para cualquier gobierno futuro. Durante la era castrista, el movimiento laboral ha sido dócil y ha permanecido bajo continuo control gubernamental. Solamente se ha permitido una única organización laboral unificada y controlada por Castro. En una Cuba democrática, los sindicatos no serán instrumento pasivo de ningún gobierno. Organizaciones laborales rivales desarrollarán programas para la reivindicación laboral y demandarán mejores salarios y beneficios para sus miembros. Un movimiento laboral militante, vociferante y difícil de manejar seguramente caracterizará la Cuba post-Castro.

De la misma manera, las relaciones raciales aparentemente armoniosas de la era castrista podrían deteriorarse en una sociedad libre. Durante las últimas décadas, ha tenido lugar una gradual africanización de la población cubana. En parte por un aumento de los matrimonies interraciales y también por la emigración de más de un millón y medio de cubanos, blancos en su mayoría, existe una proporción mayor de negros y mulatos en Cuba. Esta modificación demográfica ha provocado cierto temor y resentimiento entre los blancos en la isla. Por otra parte, los negros se han visto excluidos del proceso político, ya que los blancos dominan todavía las filas más altas de la estructura de poder castrista. La dolarización de la economía ha acentuado esas diferencias, ya que los negros reciben menos dólares del extranjero. Existe el potencial para una significativa tensión racial, ya que estos sentimientos y frustraciones serán ventilados abiertamente en un ambiente democrático y libre.

Otro problema difícil para el liderazgo de un gobierno post-Castro es el cumplimiento de la ley. A diario los cubanos violan las leyes comunistas: roban de las empresas estatales y participan en el mercado negro y se involucran en todo género de actividades ilegales, incluyendo los extendidos sobornos y la corrupción. Lo hacen para sobrevivir. La erradicación de estos vicios, que se presentan hoy como necesarios, no será fácil en el futuro, especialmente si se considera que muchas de estas prácticas anteceden a la era castrista.

La falta de voluntad de los cubanos para obedecer las leyes será equiparada a su falta de voluntad para sacrificarse y soportar los años difíciles que seguirán al fin del comunismo. Toda una generación ha crecido bajo las constantes exhortaciones y presiones del liderazgo comunista para trabajar duramente y sacrificarse más por la sociedad. Los jóvenes se sienten alienados del proceso político y están ansiosos por tener una vida mejor. Muchos desean emigrar a EEUU. Si la tasa de solicitud de visados en la oficina consular de EEUU en La Habana es de algún modo indicativa, más de dos millones de cubanos desean mudarse permanentemente a dicho país.

Bajo una normalización de las relaciones EEUU-Cuba, los cubanos podrán visitar libremente EEUU. Muchos vendrán como turistas y se quedarán como inmigrantes ilegales. Otros serán reclamados como inmigrantes legales por sus familiares que ya se hayan naturalizado como ciudadanos norteamericanos. Una migración hacia fuera de Cuba es segura y planteará un problema adicional grave a las autoridades norteamericanas de inmigración, en particular, y a la política de EEUU en general, en un momento de crecientes sentimientos y legislación anti-inmigración, y de preocupación por la seguridad.

Al tiempo que muchos cubanos querrán abandonar Cuba, pocos cubano-americanos abandonarán su vida en los EEUU para regresar a la isla, especialmente si Cuba experimenta un período de transición lento y doloroso. Aunque los exilados que regresen serán bienvenidos inicialmente como socios de negocios e inversores, se resentirá su presencia, especialmente si se involucran en política interna. Ajustar los puntos de vista y los valores de la población exilada a los de la isla será un proceso largo y difícil.

Conclusión: El futuro de Cuba se presenta oscurecido por problemas e incertidumbres. Más de cuatro décadas de comunismo dejarán sin duda profundas cicatrices en la sociedad cubana. Como en partes de Europa del Este y en Nicaragua, la transición podría ser lenta, dolorosa y no completamente exitosa. A diferencia de estos países, Cuba cuenta con al menos tres ventajas únicas: la proximidad a los EEUU, una larga tradición de relaciones cercanas con este país y una población exilada grande y adinerada. Estos tres factores podrían converger para transformar la economía de Cuba, pero solamente si el futuro liderazgo crea las condiciones necesarias: una economía abierta, legalmente justa, y un sistema político libre, tolerante y responsable. Desafortunadamente, es probable que la vida en Cuba continúe siendo difícil, y que solo mejore lentamente.

Jaime Suchlicki
Catedrático Emilio Bacardi Moreau y Director del Instituto de Estudios Cubanos y Cubano-Americanos del Universidad de Miami. Autor de numerosos libros sobre Cuba y América Latina, siendo los más reconocidos “Cuba: From Columbus to Castro” (2002) y “Mexico: From Montezuma to the Fall of the PRI” (2003). Es también consultor para la empresa privada y el gobierno de los Estados Unidos



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Respuesta  Mensaje 2 de 13 en el tema 
De: tango Enviado: 17/06/2005 15:14

Por Alejandro Castro Espín, La Habana *
Los “compromisos” de W. y sus artilugios anticubanos

Una "coletilla" del Editor:
Un viejo amigo, colaborador de La Jiribilla —lugar en el que, junto a otros espacios de la prensa cubana, devenga el pan de mala gana— nos hace llegar el artículo de Alejandro Castro Espín que reproducimos en nuestras páginas. No publicamos el texto porque sea brillante ni porque esté lleno de ideas curiosas aunque adversarias. En realidad está lleno de tonterías sin imaginación, lugares comunes y la típica adjetivación de la gente más dogmática del régimen. No es eso: ocurre —y esta es la alerta que viene de La Habana— que Raúl Castro, viejo y enfermo, acusado recientemente de narcotráfico, está pensando en su hijo como sucesor al trono. Por eso —insiste nuestro oculto y horrorizado amigo— lo llevó en su viaje a China y luego a Galicia. Quería presentarlo en sociedad para ir preparando el panorama. La nota que nos llega dice lo siguiente: “Raul no cree que él pueda sobrevivir mucho tiempo a la muerte de Fidel, y supone que es su hijo Alejandro quien está en mejores condiciones para heredar el poder que los hijos de Fidel. Para Raúl, el apellido Castro todavía tiene un valor insustituible como cohesivo de la revolución”. Bueno, si Alejandro Castro Espín, según su padre, va a ser un factor en el postfidelismo, es mejor irlo conociendo. Este texto es muy decepcionante. 
 



Respuesta  Mensaje 3 de 13 en el tema 
De: mfelix28 Enviado: 17/06/2005 16:59
El autor es el director del Centro de Estudios Cubanos y Cubanoamericanos de la Universidad de Miami, y es partidario del levantamiento del embargo y del mayor peso el cubano del interior sobre el cubanoamericano ( lo que le lleva a ser semiignorado por el exilio activo miamés) resulta que su organización se llevó un buen puñado de dolares en la última lotería del USAID ( la que hizo antes de la Asamblea esa del 20 de Mayo ¿ te acuerdas de esa Asamblea Mambí?, mucho ruido y pocas nueces se diría en España..
Bueno pues para mí lo que diga este hom,bre es interesante pues revela la posición USA hacia Cuba ( es el USAID quien paga al Cenrro de Estudios).
Este artículo lo escribio para el español "Real Instituto Elcano" que es el "think tank" español, más exactamente del Ministerio de Asuntos Exteriores español y recoge lo que a veces, por diplomacia, no dicen, pero lo piensan.
Por si te interesa, el Real Instituto Elcano tiene estos artículo dedicados al tema cubano:
 

Resultados para Cuba en todos los documentos

http://www.realinstitutoelcano.org/buscar.asp  ( aquí están todos)

Me imagino que si picas en lo azul encontrarás todos los artículos enteros.

(No caben todos así que voy a ir eliminando los menos relacionados con Cuba y los comentarios)

ANÁLISIS DEL REAL INSTITUTO

Cuatro semanas de mayo, cinco años por delante: el fracaso de la VII Conferencia de Revisión del TNP (ARI) - Vicente Garrido Rebolledo
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Cuba sin Castro (ARI) - Jaime Suchlicki
26.5.2005
La Conferencia de Revisión del TNP: entre el desarme y la no-proliferación (ARI) - Vicente Garrido Rebolledo
17.5.2005


España y los hispanos: una relación por construir (ARI) - María Jesús Criado
7.4.2005

Cuba: el día después del velorio (ARI) - Marifeli Pérez-Stable
21.1.2005
La Cumbre Iberoamericana de Costa Rica: ¿el declive de las cumbres o una cumbre de transición? (ARI) - Carlos Malamud y Tomás Mallo
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Cuba desdolariza (ARI) - Iñigo Moré
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ANÁLISIS DEL REAL INSTITUTO (HISTÓRICO)

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3.11.2003
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Cuba: Mito y realidad - Marifeli Pérez-Stable
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El régimen cubano ha entrado en una dinámica represiva que atiende básicamente a cuestiones internas y a problemas vinculados con la gobernabilidad del país. Las consecuencias de las medidas emprendidas se harán sentir sobre la población y afectarán al futuro político del país

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En su momento, la Transición a la democracia fue un revulsivo para la imagen exterior de España. Tan cierto como lo anterior es que hasta ahora no se le ha sacado todo el partido posible desde el punto de vista de la diplomacia pública y la política exterior. La celebración este año del 25º aniversario de nuestra Constitución es una ocasión que no se debe dejar escapar.

Cuba: motivaciones y perspectivas de una extrema tensión - Joaquín Roy
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La relación entre Cuba y EEUU ha experimentado una renovada tensión. La causa es una compleja mezcla de secuestros de aviones y embarcaciones cubanas con el trasfondo de enfrentamientos diplomáticos entre EEUU y Cuba

España y América Latina tras la crisis iraquí - Carlos Malamud
21.4.2003
Varios artículos de prensa han coincidido en señalar que la política española en relación a la crisis de Irak afectará negativamente las tradicionales relaciones entre España y América Latina. Sin embrago, el problema ofrece numerosas aristas, muchas de las cuales dependen del comportamiento de los distintos actores en el futuro próximo

¿A qué le teme Fidel Castro? - Francisco León
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En una reacción propia de la Guerra Fría, Fidel Castro denunció la amenaza de una intervención militar estadounidense y justificó las largas condenas a prisión a los opositores capturados por su pretendida participación en la misma. Estos hechos coincidieron con penas de muerte a tres secuestradores de un ferry para impedir la continuidad de una sucesión de secuestros de aviones y barcos para huir del país. La situación tiene rasgos tan similares a los de la crisis económica y las manifestaciones de protesta del verano de 1994 como para hacer obligado un paralelo entre ambas


Cuestionario tras la cumbre de Azores - Consejo Científico del Real Instituto Elcano
20.3.2003
América Latina: ¿Renace el populismo? - Carlos Malamud
3.2.2003
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El imprescindible eje Madrid-Argel - Iñigo Moré
2.10.2002
Hasta la presente década, España y Argelia han mantenido unas escasas y frías relaciones, algo que se ve reflejado en sus particulares visiones del mundo, fruto de avatares políticos divergentes. Esta etapa se cerrará en octubre, con la primera visita de Estado de un presidente argelino a España, durante la que se firmaran varios acuerdos importantes que potenciarán las relaciones políticas y económicas entre los dos países.

México abandona el TIAR. Implicaciones continentales de la iniciativa - Carlos Malamud
26.9.2002
El pasado 6 de octubre México abandonó el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR). Esta controvertida medida no sólo ha provocado un importante malestar en la administración de EEUU y una profunda discusión sobre los verdaderos motivos del presidente Vicente Fox y su ministro Jorge Castañeda para impulsar semejante iniciativa, sino también ha relanzado el debate sobre el futuro de la política continental de seguridad.

Cuba después del Proyecto Varela y la visita de Carter - Marifeli Pérez-Stable
25.9.2002
El socialismo en Cuba es irrevocable. Eso afirma una precipitada modificación constitucional aprobada por la Asamblea Nacional el pasado mes de junio. Aunque la razón oficial de esta reforma fue un discurso del presidente George W. Bush que exigía a La Habana elecciones libres, el Proyecto Varela y la visita del ex presidente Jimmy Carter son los verdaderos motivos del frenesí de movilizaciones. Cuba se enfrenta hoy a una nueva encrucijada.

El comienzo de la presidencia de Álvaro Uribe - Fernando Cepeda Ulloa
5.9.2002
Muchos son los retos que tiene ante sí el nuevo presidente de Colombia, Álvaro Uribe, pero mucha es también la fuerza con que ha empezado su andadura. Su programa central es lograr una seguridad democrática, y para ello ha tomado un camino con dos carriles: el de la reformulación del proceso de paz y el del fortalecimiento de la fuerza pública y los servicios de inteligencia con amplia participación ciudadana.

España-Marruecos: la difícil negociación - Domingo del Pino
4.9.2002
Al aceptar la mediación del Secretario de Estado norteamericano en el conflicto del Perejil, los gobiernos de España y Marruecos se comprometieron a sentarse en la misma mesa de negociaciones y buscar soluciones a todos los problemas que enfrentan a los dos países.

El nuevo gobierno en Colombia - Fernando Cepeda Ulloa
10.7.2002
El 7 de agosto de 2002 se instala un nuevo gobierno en Colombia, presidido por Álvaro Uribe Vélez, un dirigente liberal de 50 años quien, como disidente de su partido, encabezará un gobierno de coalición. Sus principales desafíos: la recuperación del orden público, la contención del desafío guerrillero y paramilitar al Estado de Derecho, la reducción de la producción y tráfico de drogas ilícitas, la recuperación de la economía, una respuesta a la profunda crisis social y una reforma política radical. Además, una lucha frontal contra la corrupción.

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DOCUMENTOS DE TRABAJO



Los hispanos en Estados Unidos, donde está la oportunidad de negocio (DT) - M. Isabel Valdés
28.2.2005


De la Cumbre Iberoamericana de San José de Costa Rica (2004) a la Cumbre Iberoamericana de Salamanca (2005) (DT) - Celestino del Arenal
27.1.2005
Las remesas de los emigrantes en España: una oportunidad para la acción exterior (DT) - Íñigo Moré
25.1.2005
España y los hispanos: un proyecto estratégico (DT) - Emilio Cassinello
28.12.2004
Los hispanos de los EEUU han merecido históricamente escasa atención por parte del Gobierno y de la sociedad española. Esta ausencia de relevancia o de presencia de los hispanos en el imaginario español tampoco es de extrañar, por la simple razón de que su propio perfil en los EEUU era, hasta fechas muy recientes, relativamente impreciso. Y esto era así aún cuando el asentamiento en números significativos de los latinoamericanos en EEUU –lo que Carlos Fuentes ha llamado “la reconquista silenciosa”– arranca ya desde mediados del siglo pasado

España y América Latina: el pulso entre lo global y lo bilateral (DT) - Carlos Malamud
23.11.2004
De forma tradicional, la política exterior española hacia América Latina ha primado lo global frente a las relaciones bilaterales, especialmente con los países más importantes de la región. El principal objeto de reflexión en las próximas páginas de este trabajo es profundizar en la tensión entre lo global y lo bilateral, intentando analizar cuál es la opción más conveniente para la política española hacia América Latina

España ante la reforma de la Política Agrícola Común (PAC)* (DT) - Albert Massot Martí
13.9.2004
La Política Agrícola Común (PAC) ha tenido históricamente un papel privilegiado en el proyecto de construcción supranacional, las páginas que siguen pretenden responder a una cuestión central, a saber: si el trascendental papel jugado por la PAC dentro de la construcción supranacional, como política económico-sectorial va a persistir o, si, por el contrario, va a desembocarse en su reposicionamiento dentro del proyecto de integración en consonancia con una modificación de su naturaleza

La imagen de América Latina en España (DT) - Javier Noya
12.7.2004
En un documento de trabajo anterior se hacía una primera aproximación a la imagen de España en América Latina. La conclusión era que a pesar del deterioro producido por las inversiones españolas, circunscrito a esta cuestión y explicable por factores específicos y no por un antiespañolismo generalizado, los ciudadanos latinoamericanos siguen profesando una enorme simpatía hacia España. ¿Es un sentimiento recíproco? ¿En qué medida?

El papel de España en las Cumbres (DT) - Celestino del Arenal
28.6.2004
Las Cumbres Iberoamericanas de Jefes de Estado y de Gobierno, que se vienen celebrando anualmente desde 1991, como mecanismo multilateral de dialogo, concertación y cooperación entre los Estados de lengua española y portuguesa de América y Europa, son hoy día, más allá de la retórica que las caracteriza, un importante foro a nivel internacional y un elemento esencial de la política exterior española. A raíz del cambio de gobierno que se ha producido el 14-M, España está en condiciones de articular una nueva política hacia América Latina y de jugar un diferente papel en las Cumbres Iberoamericanas, alejado de los seguidismos incondicionales.

De Bogotá a Rosario. La lengua española y la política regional de España en América Latina (DT) - Jaime Otero
25.6.2004
El cuidado y promoción de la lengua española en el ámbito hispanoamericano ha alcanzado un considerable grado de institucionalización, con mecanismos de colaboración estables como la Asociación de Academias y encuentros periódicos de alto nivel como los Congresos de la Lengua. Este Documento de Trabajo trata del papel de la lengua española en las relaciones de España con América Latina y las oportunidades de proyección internacional que ofrece la comunidad lingüística

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DOCUMENTOS DE TRABAJO (HISTÓRICO)

España y los hispanos: un proyecto estratégico (DT) - Emilio Cassinello
18.12.2004
Los hispanos de los EEUU han merecido históricamente escasa atención por parte del Gobierno y de la sociedad española. Esta ausencia de relevancia o de presencia de los hispanos en el imaginario español tampoco es de extrañar, por la simple razón de que su propio perfil en los EEUU era, hasta fechas muy recientes, relativamente impreciso. Y esto era así aún cuando el asentamiento en números significativos de los latinoamericanos en EEUU –lo que Carlos Fuentes ha llamado “la reconquista silenciosa”– arranca ya desde mediados del siglo pasado

El complejo proceso para la paz en Colombia. Las difíciles relaciones de Colombia con sus vecinos - Carlos Malamud
13.10.2003
El autor analiza las implicaciones regionales del conflicto que azota a Colombia, lo que implica no sólo responder a la pregunta sobre la dimensión geográfica del problema (¿nacional, regional?), sino también analizar las distintas formas en que los problemas colombianos de seguridad y orden público amenazan a los países vecinos y las políticas y respuestas de distinta índole que unos y otros ensayan frente a estas cuestiones.

Miradas torcidas. Percepciones mutuas entre España y Estados Unidos - Carlos Alonso Zaldívar
4.9.2003

La imagen de Estados Unidos en España. Resultados del Barómetro del Real Instituto Elcano - Javier Noya
21.7.2003
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¿Quién hace la política exterior de Estados Unidos?Actores y procesos en la Administración de George W. Bush - Vicente Palacio de Oteiza
10.2.2003
La economía cubana al comienzo del siglo XXI: evaluación del desempeño y perspectivas - Carmelo Mesa-Lago
30.1.2003

¿Perdurará lo 'hispano' en USA? - María Jesús Criado
28.10.2002
Las relaciones transatlánticas - Florentino Portero
31.5.2002
Desde la II Guerra Mundial hasta nuestros días las relaciones entre Europa y Estados Unidos se han caracterizado por la asunción de unos intereses comunes y por las tensiones derivadas de su defensa o aplicación

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MATERIALES DE INTERÉS

Cuba Poll
Encuesta realizada por el Institute for Public Opinion Research y Cuban Research Institute, ambos pertenecientes a la Universidad Internacional de Florida, sobre la actitud de la comunidad cubano-americana residente en el Florida hacia las relaciones entre los gobiernos de los EE.UU y  de Cuba así como impacto éstas en el Sur de Florida

Freedom of the Press 2004: A Global Survey of Media Independence

Cuba After Castro: Legacies, Challenges, and Impediments
Extenso documento de la RAND Corporation que analiza el legado político, económico y social de Fidel Castro en Cuba tras más de cuatro décadas en el poder. Los autores plantean además los problemas e interrogantes a los que tendrán que enfrentarse los dirigentes de la era post-Castro

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PUBLICACIONES




El patético final de un dictador - Carlos Malamud
14.6.2003



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Respuesta  Mensaje 4 de 13 en el tema 
De: Maiko5162 Enviado: 17/06/2005 18:44
Beep,Beep,Beep.

Respuesta  Mensaje 5 de 13 en el tema 
De: mfelix28 Enviado: 17/06/2005 20:29
Si se va a la web se pueden ir a todos los artículos.

Respuesta  Mensaje 6 de 13 en el tema 
De: mfelix28 Enviado: 17/06/2005 22:14
Tango:
No lo voy a juzgar por quien sea, sino por lo que haga.
Para ello sería bueno que hubieras puesto el artículo, pero no te preocupes, ya se que te molesta lo que dice, por eso lo busqué:
 
 
El Terrorismo de Estado contra Cuba (I) 
Alejandro Castro Espín 
Cubadebate
 
 
La extensión territorial de Cuba es insignificante en comparación con los  
17 075 400 Km² de Rusia o los 9 809 155 Km² de los Estados Unidos de América; sus 110 922 Km² (incluidos los 117.6 Km² ocupados ilegítimamente por una base militar yanqui) representan  apenas el 1.13 % del territorio estadounidense; sus 11 millones de habitantes equivalen al 4 % de la población norteamericana y no constituyen el atractivo mercado de los 1300 millones de personas que viven en la República Popular China.
Tampoco el desarrollo alcanzado por la mayor de las Antillas pese a la  perenne  hostilidad  y   el prolongado  bloqueo imperial, la sitúa -como al gigante asiático- en condiciones de desafiar el liderazgo económico al coloso del norte. 
Los efectivos regulares de las Fuerzas Armadas cubanas representan una ínfima parte de los que componían el numeroso contingente militar estadounidense antes de la escalada guerrerista protagonizada  por  la  actual  administración, estimado en 1996 en 1 705 000 hombres[1] y el armamento exclusivamente defensivo de la Isla, cuya tecnología más avanzada fue fabricada en la década del 80, no resulta en modo alguno comparable con la abrumadora capacidad bélica ofensiva, letalidad y precisión de los llamados “armamentos inteligentes” con que cuentan en el presente las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos.
Si Cuba no representa una amenaza para la Seguridad Nacional de la superpotencia, como en su momento lo reconociera objetivamente el Pentágono, ni constituye un rival en el terreno económico ante la declinante pero aún abrumadora supremacía estadounidense, a la vez que representa un potencial mercado para sus empresas y un destino turístico próximo y seguro  para  sus  ciudadanos,  ¿por  qué  perdura  -transcurrido casi medio siglo- la fracasada política y la furibunda animadversión contra la Revolución cubana?
 
 
UNA HISTORIA NECESARIA DE PRETEXTOS Y AGRESIONES.
 
Los pretextos esgrimidos para sustentar la perenne hostilidad de los círculos de poder norteamericanos contra la Revolución Cubana han sido disímiles. Resulta ilustrativo contrastar los presuntos motivos divulgados por el imperio en los 60s en su visceral campaña para aislar a Cuba y “justificar” su agresividad, con los enunciados en los 90s o en el siglo XXI, pues ponen en evidencia cómo la mentira, defendida por connotados ideólogos imperiales como Goebbels o Kennan, puede emplearse a conveniencia como instrumento “legítimo” dentro de la flexible axiología de la oligarquía yanqui, en su sempiterna carrera por la consecución de sus objetivos y la protección de sus intereses a nivel planetario. 
Por más de cuatro décadas diversas personalidades políticas, intelectuales, académicos y funcionarios estadounidenses han alegado que los recelos con el proceso revolucionario cubano comenzaron cuando las autoridades norteamericanas conocieron las intenciones del nuevo gobierno de la Isla de “alinearse a los intereses del bloque comunista en la región”. El propio presidente Einsenhower plasmaría en sus memorias: “Aunque nuestros expertos de Inteligencia estuvieron indecisos durante algunos meses, los hechos gradualmente le fueron llevando a la conclusión de que con la llegada de Castro, el comunismo había penetrado en el hemisferio”, a la vez que reconocía: “En cuestión de semanas después de que Castro entrara en La Habana, nosotros en el gobierno comenzamos a examinar las medidas que podrían ser efectivas para reprimir a Castro en el caso de que se convirtiera en una amenaza” [2]. 
Comenzando el primer año del nuevo siglo y milenio, cuando se analizaban en el contexto de la ilustrativa y esclarecedora conferencia académica “Girón 40 años después”[3], los motivos y circunstancias que alentaron la creciente indisposición norteamericana con relación al incipiente proceso revolucionario cubano, varios participantes del evento recalcarían que las autoridades norteamericanas habían “detectado” el interés de la máxima dirección cubana por establecer y estrechar relaciones con la Unión Soviética y el Campo Socialista, lo que había concitado el “lógico” rechazo de Washington.
Quienes hicieron esas afirmaciones eran ex-miembros del Departamento de Estado y de la CIA, quienes tuvieron diversas responsabilidades en la formulación de la política de aislamiento hacia la Isla y en la  elaboración de los primeros planes subversivos contra la Revolución, concebidos por el gobierno de Einsenhower y heredados por Kennedy, que pretendieron consumarse con la invasión mercenaria de “Bahía de Cochinos”, como estos suelen llamar a su fracasada operación militar. 
Sin embargo se demostró una vez más en dicho encuentro a partir del análisis contextual de los hechos, complementados con elementos aportados por protagonistas y testigos excepcionales de aquellos acontecimientos históricos, validados por concluyentes documentos desclasificados, que los planes hostiles comenzaron a fraguarse desde los primeros meses de 1959, mucho antes de que existiera proyecto alguno de vínculos con la URSS, respondiendo realmente a la acelerada radicalización de la Revolución, cuyas medidas en beneficio popular iniciadas con la promulgación de la Ley de Reforma Agraria, afectaron severamente los intereses de influyentes sectores de poder estadounidenses, erigiéndose en incuestionable evidencia de la legitimidad del proceso democrático-popular que se iniciaba en Cuba, que ponía fin definitivamente a las seis décadas de dominación neocolonial yanqui, lo que casi medio siglo después continúa siendo la piedra angular del rencor y la actitud agresiva de la clase dominante norteamericana contra el sistema político cubano, que proclamara precisamente su carácter Socialista cuando sepultaba a las victimas de los arteros ataques aéreos que antecedieron a la agresión mercenaria de abril de 1961.
Esos definitorios acontecimientos alimentarían en grado sumo el diferendo entre EE.UU. y la Isla, estimulando lógicamente el estrechamiento de las relaciones con la URSS, iniciadas con el oportuno apoyo ofrecido por esa nación a raíz de desatarse el boicot estadounidense a la economía cubana[4], que marcaría el comienzo de la guerra no declarada de las elites de poder estadounidenses contra la Revolución, cuya escalada revanchista después de la derrota inflingida en Girón, tendría en la desesperada e inescrupulosa Operación Mangosta el más abarcador y lesivo plan de acción encubierta que hasta donde se conoce, haya concebido administración estadounidense alguna para subvertir y derrocar un gobierno extranjero, indicando claramente los objetivos riesgos de invasión norteamericana que se ceñían sobre Cuba, que incidirían decisivamente en el establecimiento del acuerdo soviético-cubano de introducción en el país con fines defensivos, de las armas nucleares que daría origen a la “Crisis de Octubre” de 1962[5].
Una vez superada en el terreno político-militar la “Crisis de los mísiles” como también se le llamó, se convertiría en el recurso propagandístico supremo de los “think tanks” imperiales para estigmatizar al proceso revolucionario cubano y sus relaciones con el campo socialista mundial, articulando colosales campañas difamatorias que en pleno apogeo de la Guerra Fría, tenían enorme impacto en las sociedades occidentales, especialmente en la norteamericana, abrumadas por la incesante propaganda anticomunista y el alentado terror a la hecatombe global que supondría la confrontación termonuclear entre las superpotencias, presentando a Cuba, a través de su poderosa maquinaria mediática como “satélite de la URSS para propagar el comunismo”, “exportar revoluciones”, “derrocar gobiernos democráticos para imponer regímenes totalitarios” u otros sofismas de corte similar, que por más de tres décadas intoxicarían el pensamiento racional de una buena parte de la humanidad en torno al notorio y prolongado conflicto entre el coloso del norte y la mayor de la Antillas, impidiéndoles apreciar sus orígenes y verdaderas causas, asociadas a la temprana vocación imperial de los hacedores del “Sistema” yanqui contemplada en la añeja doctrina Monroe y más específicamente en la conocida teoría de la “Fruta Madura” de McKinley, quien en la más desatinada evocación newtoniana, aseguraba con su oportunista intervención militar en la guerra hispano-cubana, la “ineludible atracción gravitatoria” que haría caer a Cuba por su propio peso en el seno de la unión norteamericana[6].
Para contrarrestar la innegable influencia antiimperialista emanada del proceso revolucionario cubano, los estrategas del establishment complementarían su predominio en América Latina con la cruenta “iniciativa de defensa estratégica regional”, supeditada a presuntos “intereses” de Seguridad Nacional estadounidense, promoviendo y apoyando hasta bien avanzada la década del 80, el acceso y control del poder por parte de sangrientas dictaduras militares, instruyendo en campos de entrenamiento al estilo de la tristemente célebre “Escuela de las Américas”, a torturadores y asesinos que segarían la vida de cientos de miles de personas en el subcontinente, incluidos ciudadanos norteamericanos, que se instituyeron en especializados y pródigos centros de “altos estudios” para terroristas, quienes con el advenimiento del nuevo orden mundial regido por el unipolarismo yanqui, serían desechados por sus pragmáticos mentores (como también lo hicieron en muchas latitudes), y se convertirían en escoria letal de post-Guerra Fría, pasando a engrosar los elevados índices de violencia y criminalidad de las naciones del hemisferio, fenómeno sociológico que no puede en modo alguno soslayarse al analizar las verdaderas causas que promueven el terrorismo a escala planetaria.
 
MUTACIONES DE LOS PRETEXTOS
 
Durante la pasada década los pretextos y la diatriba contrarrevolucionaria mutaron en correspondencia con las nuevas circunstancias. Tras el colapso del Campo Socialista y la desaparición de la Unión Soviética, los alentados enemigos de la Revolución Cubana comenzaron entonces a cuestionarla por no seguir el camino adoptado por sus otrora aliados ideológicos de Europa del Este, empeñándose en su pretensión de aislarla políticamente en el concierto internacional, lo que de acuerdo con sus cálculos sería el tiro de gracia al Socialismo cubano, bloqueado en el imprescindible terreno económico por medidas unilaterales y extraterritoriales norteamericanas, cuando la Isla perdía súbitamente las justas relaciones de intercambio establecidas con los países que conformaban el desaparecido campo socialista, con quienes Cuba realizaba a fines de los 80s alrededor del 85 % de su comercio exterior, constituyendo sus principales fuentes de financiamiento, recursos esenciales y mercados de exportación.
 
Cuando los estrategas imperiales, así como politólogos, expertos y analistas de reconocido prestigio internacional, daban por sentado el ocaso de la Revolución cubana, y muy pocos confiaban en la actitud de su pueblo y capacidad de su sistema político para enfrentar las graves dificultades que sobrevendrían en lo que se denominó Período Especial en “Tiempo de Paz”, la máxima dirección del país convocó a sus compatriotas a resistir tenazmente, que sería el único camino transitable y digno para vencer las adversidades derivadas del drástico cambio del orden mundial y las acciones hostiles del agresivo vecino del norte que se erigía en superpotencia unipolar, defendiendo los genuinos ideales, la generosa obra y valiosas conquistas del Socialismo cubano, cuyo carácter autóctono y peculiaridades socio-históricas que lo distinguen de la experiencia Este-europea, pocos reconocían entonces fuera de la Isla.
 
 
Con el fin de la colaboración militar cubana en el exterior, concluida con la retirada en 1991 del contingente castrense de la República Popular de Angola, que había contribuido a preservar con su intachable presencia y actuación desde 1975 su integridad territorial y soberanía, favoreciendo la independencia de Namibia y la desarticulación del abominable régimen racista del Apartheid en Sudáfrica, que prácticamente hasta su deceso contó con el favor y la simpatía de Washington, se desvanecían  los últimos pilares de la propaganda anticubana de Guerra Fría, lo que indujo a los ideólogos imperiales a concentrar sus esfuerzos de subversión política contra la Revolución, en la infame campaña para condenar a la Isla por supuestas “violaciones” de los derechos básicos de sus compatriotas, presionando recurrentemente a los países miembros de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU con ese propósito, ejercicio diplomático viciado que se iría desacreditando en la misma medida que la comunidad internacional reaccionaba, ante las mentiras e insolencias del inquilino de turno en la Casa Blanca para imponer a toda costa sus designios, a la vez que la Asamblea General de ese importante foro exigía con mayoritario y creciente respaldo el cese del bloqueo yanqui contra Cuba.
Mientras se agudizaban las dificultades económicas y se acentuaba su repercusión social en la Isla, la cúpula reaccionaria norteamericana junto al lobby “cubano”-americano en el Capitolio, planificaban la repartición del “botín cubano” ante lo que estimaban el “inminente derrumbe” de la Revolución, e intentaban acelerar sus proyectos anexionistas involucrando al débil ejecutivo demócrata en una nueva campaña anticubana de descrédito, valiéndose de la manipulación política del acrecentado flujo migratorio entre ambas naciones, estimulando por todos los medios a su alcance las salidas ilegales de ciudadanos cubanos hacia los Estados Unidos, mientras su Sección de Intereses en La Habana negaba el otorgamiento de visas y obstaculizaba los trámites legales presentados con ese fin, promoviendo la ocurrencia de actos vandálicos perpetrados por elementos antisociales que alentados desde aquel país, no vacilaron en secuestrar embarcaciones o aeronaves y en asesinar personas para materializar el viaje a la “tierra prometida”.
Una vez más, delincuentes y asesinos fueron recibidos como “héroes” por la mafia anticubana y admitidos impunemente por las autoridades norteamericanas, sin que sus actos pudiesen ser acreedores entonces del calificativo de terroristas, a la vez que intentaban responsabilizar al gobierno revolucionario con las trágicas muertes provocadas por el riesgoso tránsito de personas en inseguros medios de navegación a través del Estrecho de la Florida, maniobra genocida que no concluiría con la firma de los nuevos acuerdos migratorios establecidos entre ambos países en 1995, al mantenerse vigente la oprobiosa “Ley de Ajuste Cubano”, que asegura la residencia automática en EE.UU. de cualquier ciudadano de la Isla que ingrese legal o ilegalmente al territorio de dicho país y la solicite.
La extrema derecha “cubano”-americana impotente y colérica ante los perceptibles signos de recuperación que comenzaba a exhibir el país a mediados de los 90s, pese a sus recurrentes agresiones terroristas dirigidas a sabotear la economía, especialmente los sectores definidos como estratégicos por el gobierno cubano, no cejaría en sus tentativas macabras para eliminar físicamente al máximo líder de la Revolución, ni en sus propósitos de orquestar provocaciones que pudiesen devenir pretexto para generar un conflicto bélico entre los EE.UU. y  Cuba.
En tal sentido incrementarían sus actos provocativos mediante el ingreso de embarcaciones y aeronaves en aguas jurisdiccionales y espacio aéreo  cubano, en insolente afrenta a su soberanía y en franco desacato al derecho internacional. Entre febrero de 1992 y marzo de 1996, 39 aviones procedentes de Miami violaron el límite fronterizo de la República de Cuba, sobrevolando zonas densamente pobladas, poniendo en grave riesgo la seguridad de la aviación civil internacional y del país, lo que ante la indulgencia de las autoridades norteamericanas alertadas recurrentemente sobre tales actos, terminarían propiciando el incidente del derribo de dos avionetas tripuladas por elementos terroristas provenientes de los EE.UU., durante una de sus reiteradas incursiones violatorias sobre el espacio aéreo cubano, que los ultraconservadores del Congreso estadounidense y sus socios cubanoamericanos emplearían para tratar de incitar al ejecutivo a responder con una represalia de carácter militar, enfatizando en que los aparatos abatidos y sus tripulantes eran “norteamericanos”, consiguiendo finalmente con su cruento estratagema comprometer al ambivalente presidente Clinton, con la aprobación del engendro jurídico Helms-Burton, que recrudecería hasta limites inconcebibles las medidas de bloqueo contra Cuba.
 
TERRORISMO VERSUS FLEXIBILIZACIÓN
 
Colateralmente las organizaciones contrarrevolucionarias radicadas en los EE.UU., valiéndose de elementos terroristas encabezados por Luis Posada Carriles, incrementarían sus desesperadas acciones genocidas contra la Isla, dirigiéndolas fundamentalmente contra la dinámica industria turística cubana, contratando mercenarios para desatar una violenta campaña terrorista de atentados con bombas en diversas instalaciones hoteleras, gastronómicas y aeroportuarias, que cobraría la vida del joven ciudadano italiano Fabio Di Celmo, lesionando además a varias personas y causando considerables daños materiales, lo que no logró revertir el acentuado crecimiento de ese importante sector y su decisivo influjo en la consolidación de la tendencia recuperativa de la economía cubana, que incidiría sin lugar a dudas en la posición asumida por reconocidos voceros del “Sistema”, conservadores y liberales, que le harían saber al ejecutivo demócrata la voluntad creciente de determinados estamentos de poder, que abogaban por promover la revisión de la fracasada política mantenida por nueve administraciones norteamericanas sucesivas con relación a la Isla. 
Pese a las maniobras obstruccionistas de los ultraconservadores, esos reclamos irían adquiriendo connotación por razones de política interna, hasta involucrar a un número considerable de congresistas estadounidenses en proyectos legislativos puntuales, dirigidos a “flexibilizar” las arbitrarias leyes del bloqueo a Cuba, que tendría su resultado más notable en la aprobación de una enmienda que permitiría en condiciones muy limitadas la adquisición de alimentos y medicinas en los EE.UU., a la vez que cobraban adeptos en el Capitolio iniciativas asociadas al levantamiento de las restricciones de viaje de los ciudadanos norteamericanos a la Isla.
Esto ocurría en momentos en que la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA), era desenmascarada ante la opinión pública cuando el connotado terrorista Luis Posada Carriles, revelaba al diario The New York Times que dicha “Fundación” financió durante años las acciones violentas contra la mayor de las Antillas, incluida la campaña de atentados contra las instalaciones turísticas cubanas coordinadas por ese sicario desde Centroamérica, lo que se complementaría con la detención en Puerto Rico por la guardia costera estadounidense de cuatro cubanoamericanos, en cuya embarcación encontraron dos fusiles especiales calibre 50 con miras telescópicas, asegurando el jefe de dicho grupo que tenían la misión de asesinar al Presidente de Cuba durante su participación en la Cumbre Iberoamericana que se celebraría en esos días en Isla Margarita, Venezuela.
El hecho tuvo particular resonancia al establecerse durante las investigaciones ulteriores que una de las armas, la embarcación y el muelle privado desde donde zarpó en la Florida, pertenecían al Presidente de la FNCA y a dos de sus directivos.
Esa organización contrarrevolucionaria desde su creación a principios de los 80s por el gobierno de Reagan y Bush (padre), había ganado el calificativo de tristemente célebre por el historial terrorista de sus principales directivos y notorios vínculos con los servicios especiales yanquis, sus cuantiosos activos y propiedades de origen dudoso y su “inusitada” capacidad de lobby en el Sistema político estadounidense, devenida en el “enésimo” intento yanqui por reagrupar a los fraccionados grupos anticubanos residentes en su territorio, en función de utilizarlos en sus proyectos agresivos contra la Revolución, que pese a las evidencias aún presentan como una institución “filantrópica”, “no” lucrativa y que “rechazaba” la violencia. 
Su desenmascaramiento en la propia prensa norteamericana, los negativos estados de opinión internos generados por la tolerancia de las autoridades estaduales y federales ante la escalada terrorista que desde los EE.UU. se  realizaba contra la Isla, unido a las reiteradas denuncias del Estado cubano, que incluían el envío al presidente Clinton el 3 de mayo de 1997 de un detallado informe que recogía numerosas acciones terroristas perpetradas contra Cuba desde territorio estadounidense entre 1992 y 1997, y otro un año después que contenía información precisa sobre los planes terroristas de la FNCA mediante el empleo de mercenarios centroamericanos, evidencias de nuevos ataques con bombas contra objetivos turísticos y sus proyectos de atacar en pleno vuelo aeronaves con destino a la Isla, que obligarían finalmente al ejecutivo demócrata a aceptar la propuesta cubana que propiciaría el viaje de una delegación de alto nivel del FBI a La Habana en junio de 1998, entregándosele información pormenorizada que complementaba la enviada previamente al presidente norteamericano.
 
La respuesta norteamericana al legítimo y diáfano llamado de Cuba para concertar un necesario esfuerzo bilateral antiterrorista, fue paradójicamente la detención, procesamiento e injusta condena de Gerardo Hernández Nordelo, Ramón Labañino Salazar, Antonio Guerrero Rodríguez, Fernando González Llort y Rene González Sehwerert, auténticos patriotas que velaban por la seguridad del pueblo cubano y del norteamericano, ante el accionar genocida de organizaciones, grupos y elementos terroristas radicados en los Estados Unidos, que entrenados, financiados, dirigidos y protegidos por la CIA, fueron precursores precisamente de los secuestros aéreos y del empleo de aviones civiles con fines bélicos entre otras tantas acciones de carácter violento[7].
 
En las últimas cuatro décadas, esas acciones terroristas causaron la muerte de 3478 cubanos, provocando además graves lesiones a 2099[8] y cuantiosos daños económicos[9].  Esos grupos genocidas integrados por elementos de ideología fascista, excluidos de las listas negras elaboradas por sucesivas administraciones estadounidenses, pero no de las “viejas” nóminas de sus servicios especiales, han perpetrado dentro del propio territorio de EE.UU. al menos 360 actos de terror que afectaron en alrededor de 155 casos sensibles intereses norteamericanos, incluidos atentados con el empleo de explosivos contra la Casa Blanca (1)[10], oficinas y funcionarios del FBI (6), del INS (1), locales de correo (5), agresiones a aerolíneas y servicios aeronáuticos (16), aeronaves (4), medios de prensa (14), museo (3), a negocios o a empresarios estadounidenses (38) y emigrados cubanos (67), también en 86 ocasiones contra intereses de la comunidad internacional en ese país, al agredir en 4 oportunidades las sedes de la ONU (2) y de la OEA (2), así como las de otras 11 naciones(36), atentados contra buques mercantes de 7 países (14), ataques con bombas a agencias de turismo de 4 naciones (14) y acciones lesivas contra servicios diplomáticos o aerolíneas de 10 nacionalidades (18), sin incluir los ataques terroristas y actos violentos contra las sedes diplomáticas y otras oficinas de Cuba (40) o las agresiones sufridas por el personal cubano fuera de dichas dependencias (20)[11], resultando peculiar la coincidencia histórica del asesinato el 11 de septiembre de 1980 de un funcionario de la misión de la Isla ante la ONU, con la fecha escogida por los elementos extremistas que perpetrarían 21 años después el más cruento de los atentados terroristas contra los Estados Unidos de América. 
 
De acuerdo con los datos aportados por el propio FBI con relación a la preparación de tan abominables actos, cuando sus agentes en Miami se afanaban en detener, encausar y sancionar a los cinco héroes cubanos que hoy cumplen ignominiosas condenas en las ergástulas del imperio justamente por luchar contra el terrorismo, 14 de los 19 presuntos autores de los atentados del 11 de septiembre del 2001 se entrenaban en la Florida para llevar a cabo sus horrendos crímenes. 
Una vez más el pueblo norteamericano pagaba las consecuencias de la arbitraria obstinación, de reducidos pero influyentes estamentos de poder yanquis y de los mercenarios anticubanos a su servicio, quienes con sus mezquinos propósitos de fabricar y alimentar nuevos pretextos, para entorpecer a cualquier precio la normalización de las relaciones entre EE.UU. y Cuba, habrían sustraído la atención de las autoridades estaduales y federales del sureño Estado, en especial del FBI y la CIA, limitando la capacidad del costoso aparato de seguridad para detectar oportunamente, los tenebrosos planes que contra el corazón de la nación fraguaban terroristas tan desalmados como los que han agredido por más de 40 años a la Isla desde territorio norteamericano.  (Continuará)
 
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[1] The Military Balance 1995-1996.
 
[2] Los años en la Casa Blanca: haciendo la paz 1956-1961.
 

Respuesta  Mensaje 7 de 13 en el tema 
De: mfelix28 Enviado: 17/06/2005 22:14
Y II ( el que no quire caldo, dos tazas)
 
El Terrorismo de Estado contra Cuba (II)

Los “compromisos” de W. y sus artilugios anticubanos 
  
El compadrazgo ultrarreaccionario del establishment yanqui con sus lacayos “cubano”-americanos alcanzaría su cenit, con la ascensión del nuevo mandatario norteamericano George W. Bush en enero del 2001, quien sin dilación se mostraría públicamente deseoso de saldar la deuda de gratitud contraída con la mafia anticubana residente en ese país, que tan crucial servicio le prestó amañando los resultados de los sufragios celebrados en el Estado de la Florida que determinarían su acceso a la Casa Blanca, poniendo entre sus prioridades en el entorno hemisférico el incremento sustancial de la actividad agresiva directa contra Cuba, acudiendo desde el chantaje político y económico a incontables naciones de la comunidad internacional hasta la promoción de proyectos legislativos dirigidos a financiar con cuantiosos recursos de los contribuyentes norteamericanos la subversión en el interior de la Isla. 
 
A la infructuosa práctica diplomática estadounidense de los 90s desplegada por el mandato demócrata con relación a Cuba, se adicionaría la infausta ejecutoria de la actual administración republicana en ese imprescindible campo, dirigida insensata e improvisadamente a desacreditar el sistema político, económico y social cubano, para intentar “justificar” ante la sociedad norteamericana y la comunidad internacional, la persistente hostilidad del imperialismo yanqui y sus alentadas proyecciones agresivas contra la Revolución. 
 
Sin embargo, a los actuales “hacedores” de la propuesta anticubana les resulta cada día más difícil desconocer el creciente consenso doméstico, no sólo popular sino también dentro de la propia estructura de poder estadounidense, sobre la necesidad de cambiar la obcecada y estéril política con relación a Cuba, donde la pujanza por la modificación del statu quo que caracterizó las tensas relaciones bilaterales desde 1959 es cada vez más intensa, percibiéndose incluso divergencias crecientes en las posiciones asumidas por diversos representantes de la clase dirigente, entre quienes persisten en los inútiles métodos tradicionalmente empleados y los que abogan por subvertir el proceso cubano valiéndose de métodos más sutiles, como la penetración ideológica a través del intercambio socioeconómico “abierto”, apreciándose también la actitud desprejuiciada y pragmática de importantes sectores que abogan por la despolitización de las relaciones entre ambas naciones en función de potenciar los intereses mutuos, que sin dudas terminarán imponiéndose por su meridiana racionalidad.
 
Un análisis independiente[1] realizado por una ONG norteamericana en el 2002, sostiene que EE.UU. pierde unos 4 800 millones de dólares anualmente como resultado del bloqueo económico a Cuba. Por otra parte una encuesta[2] realizada cuando se cumplía el año de los fatídicos sucesos del 11 de Septiembre, arrojó como resultado que el 53% de los estadounidenses pensaba entonces que la normalización de las relaciones con la Isla beneficiaría los intereses de su país, incluida la venta de medicinas y alimentos y la posibilidad de los norteamericanos de viajar sin restricciones de su gobierno a ese destino, contra un 34% que manifestó estar en desacuerdo, a la vez que un 13% no se pronunció. O sea, la mayoría de los norteamericanos encuestados se pronunció a favor de promover las relaciones bilaterales normales con un país, que el gobierno de EEUU incluye recurrentemente en su lista de naciones que auspician el terrorismo, lo que evidencia que pese a la manipulación permanente del tema por los grandes medios de difusión, comprometidos con implantar y preservar la matriz de opinión anticubana, el sentido común de una considerable parte del pueblo estadounidense rechaza esa farsa.
 
Independientemente de que W. Bush y su gobierno desconozcan el lógico, positivo y mayoritario reclamo de la sociedad norteamericana sobre Cuba, la verdad y justicia se impondrán lenta pero inexorablemente; tendencia que se aprecia con la creación de grupos parlamentarios en ambas cámaras del Congreso, donde crece pese a obstáculos interpuestos, el consenso bipartidista acerca de la necesidad imperiosa de cambiar la fracasada política imperial con relación a la Isla, quienes han promovido diversas iniciativas legislativas en ese sentido, que obtuvieron en varios proyectos respaldo tanto en el Senado como en la Cámara de Representantes, aunque fueran abortadas ulteriormente mediante el empleo de “democráticos” subterfugios seudo-legales, diseñados oportunamente por los neoconservadores para ignorar “soberanamente” la opinión del pueblo estadounidense y también la de sus representantes en el poder legislativo de la nación.
 
En los albores del Tercer Milenio la carencia de argumentos sostenibles para mantener y alimentar el prolongado diferendo entre EE.UU. y Cuba, indujo a los ultraconservadores yanquis y a sus lacayos cubanoamericanos, a urdir y potenciar nuevos pretextos y escenarios de confrontación que les permitieran denostar a la Revolución Cubana e incluso allanar el camino para propiciar una eventual agresión militar contra la Isla, intentando a toda costa desacreditar el prestigio alcanzado por el país en el ámbito internacional y especialmente ante importantes sectores de la opinión pública estadounidense, pretendiendo a la vez desvirtuar sus reiteradas denuncias sobre la connivencia de esas facciones extremistas con grupos y elementos terroristas de origen cubano que aún operan contra Cuba desde territorio norteamericano. 
 
En diciembre del año 2000, meses antes de los sendos atentados perpetrados contra el World Trade Center y el Pentágono, cuando Estados Unidos se encontraba inmerso en el dilema de legitimidad política generado por el anómalo proceso electoral entonces en curso, que después de semanas de efectuado el sufragio aún no definía quién sería el nuevo Presidente de la nación, Cuba no sólo apoyaba decididamente en el seno de la ONU la aprobación de la resolución presentada y aprobada por su Asamblea General sobre el tema 164 “Medidas para eliminar el terrorismo internacional”[3], sino que señalaba además la necesidad de que ese magno órgano ejerciera plenamente sus funciones en la adopción de medidas eficaces y enérgicas en la lucha contra el terrorismo internacional, abogando por la formulación a dicha instancia de una definición precisa del delito de terrorismo e instando a la celebración de una Conferencia de Alto Nivel sobre el tema.
 
La posición de la Isla contra ese flagelo se resumía en un párrafo esencial de su declaración: “Cuba desea reiterar su enérgica condena a todos los actos, métodos y prácticas de terrorismo en todas sus formas y manifestaciones, dondequiera y por quienquiera que sean cometidos, incluido el terrorismo de Estado o el alentado o tolerado por los Estados”, patentizando además que “siempre nos opondremos al doble rasero y a la manipulación política del tema mediante expresiones selectivas y discriminatorias de supuesta condena”, a la vez que denunciaba contundentemente las fuertes presiones ejercidas por el gobierno norteamericano sobre el de Panamá para impedir la extradición hacia a Cuba de cuatro notorios terroristas anticubanos, entre los que se encontraba Luis Posada Carriles, detenidos por las autoridades panameñas el 17 de noviembre del 2000, precisamente cuando intentaban una vez más asesinar al Presidente de Cuba aprovechando su participación en la Cumbre Iberoamericana que se celebraba en esos días en el país istmeño, planes que fueron desarticulados gracias a la oportuna denuncia cubana ante los medios de comunicación que cubrían el importante evento.
 
A las autoridades yanquis no les alarmó entonces que el proyecto genocida previera volar el Paraninfo universitario con más de mil personas dentro, que participarían en un encuentro amistoso con el máximo líder cubano, para lo que habían introducido ilegalmente en esa nación gran cantidad de explosivos de alto poder, pero en modo alguno les conviene, especialmente después de los lamentables sucesos del 11 de Setiembre, que salga a relucir en toda su magnitud durante un proceso justo desarrollado en Cuba, en Venezuela, o en un país que se considere totalmente neutral por las partes involucradas, a cargo de un tribunal internacional como propuso la Isla, los brutales y múltiples actos de terror cometidos por esos elementos durante décadas contra el pueblo cubano, cuyas siniestras acciones han causado también perdidas humanas y materiales a otras 28 naciones del orbe, incluido los EEUU, pues evidenciaría en plena campaña imperial “anti”-terrorista la absoluta responsabilidad histórica de diversas administraciones estadounidenses en la promoción del abominable Terrorismo de Estado.
 
Por otra parte la llamada clase política yanqui, haciendo gala de su proverbial cinismo, se valió del poderoso monopolio “informativo” de que dispone, pretendiendo infructuosamente vincular a la Isla con el terrorismo cibernético, cuando a escasos días de la toma de posesión de W. Bush importantes representantes del espionaje estadounidense, entre los que se que se destacó George Tenet, entonces Director de la CIA de la administración demócrata de Clinton, tradicionalmente reacio a comparecer ante los medios de comunicación, “casualmente” aceptó junto a su entonces homólogo de la DIA, hacer enigmáticas declaraciones sobre un tema presuntamente “reservado” abordado durante una audiencia en la que habían comparecido ante el Comité Selecto de Inteligencia del Senado, donde refirieron haber planteado la insólita “tesis” de que Cuba representaba una “amenaza asimétrica” para la Seguridad Nacional de los Estados Unidos[4], argumentando que contaba con la capacidad para desatar ataques cibernéticos contra la “infraestructura crítica” de la superpotencia, lo que obviamente pretendió predisponer contra la Isla a una sociedad altamente informatizada, cuyos soportes y servicios fundamentales dependen de esa tecnología.
 
Las tendenciosas declaraciones lógicamente respondieron a las nuevas proyecciones belicistas y los compromisos adquiridos con el recién investido presidente ultraconservador, quien “curiosamente” ratificaría en su cargo al Director Central de Inteligencia, peculiar adquisición republicana cuyo único precedente se remonta tres décadas atrás, cuando Richard Helms, precursor del terrorismo anticubano, fuera reafirmado como Director de la CIA por Nixon, después de desempeñar similares funciones durante el gobierno del demócrata Lindon Johnson.
 
Lo que no dijeron entonces los referidos representantes de la Comunidad de Inteligencia estadounidense, es que sus instituciones también fueron pioneras desarrollando esa novedosa y no menos lesiva modalidad de terrorismo. En junio de 1995 la Universidad Nacional de la Defensa graduó a sus primeros 16 especialistas en “Guerra Informática”, instruidos en emplear como escenario bélico virtual, las bondades innegables de las Tecnologías de la Informática y las Comunicaciones (TICs), especialmente la muy recurrida autopista mundial de la información conocida como INTERNET, resultante “casual” de un importante proyecto castrense nombrado ARPANET[5], que se fortalecerá con su versión II sostenida en una eficiente pero costosa red de banda ancha, que potenciará exponencialmente sus posibilidades en todos los campos, incluyendo lógicamente el Ciberterrorismo de Estado, auspiciado por quienes han dotado a su poderosa maquinaria bélica de capacidades ofensivas en este novedoso y no menos lesivo escenario.
 
Con el ánimo de caldear las tensas relaciones bilaterales, en los meses sucesivos la recién estrenada administración trataría de agregar al dossier de pretextos hostiles contra la Isla la supuesta compra de armas a China, pero los intentos más macabros por urdir una provocación que identificara a Cuba como un potencial blanco priorizado de agresión militar norteamericana, fueron articulados por la ultraderecha en el poder aprovechándose miserablemente del terror generado en la sociedad estadounidense como resultado de los cruentos sucesos del 11-S, cuando personeros de esa facción extremista como John Bolton y Dan Fisk pretendieron fundamentar con burdas mentiras las tesis de que Cuba estaba desarrollando un programa de producción de armas biológicas y transfiriendo tales tecnologías a países considerados terroristas por los EEUU y que el gobierno cubano valiéndose de su aparato de seguridad, mediante el empleo de la desinformación, obstaculizaba los esfuerzos de los servicios especiales norteamericanos en el enfrentamiento al terrorismo, todo lo que fue contundentemente desmentido por la oportuna y transparente respuesta del gobierno cubano. 
 
En esencia, la intencionalidad anticubana y la elaboración de pretextos para la consecución de sus fines imperiales en la Isla, ha sido una constante a lo largo de la historia, desde la auto-voladura del acorazado Maine en 1898 que les posibilitó inmiscuirse en la guerra hispanocubana, privar de la independencia y hacerse del control del país, hasta el deceso en 1959 de la seudo-república implantada por el imberbe imperio en la infausta fecha del 20 de mayo de 1902, transitando por disímiles actos y planes terroristas contra la Revolución, incluido el ilustrativo listado de subterfugios meticulosamente diseñados en 1962 por los estrategas del Pentágono, presuntos responsables de “velar” por la “Seguridad Nacional” estadounidense, quienes cegados por la contundente derrota sufrida en Girón pretendían urdir tenebrosas provocaciones para inculpar al gobierno revolucionario cubano, con el calculado propósito de promover una nueva agresión militar que les permitiera recuperar el control de la mayor de las Antillas, entre los que proponían organizar auto-ataques dentro de los Estados Unidos, volar instalaciones militares de su Base Naval en Guantánamo, hundir un navío o autodestruir en pleno vuelo sobre territorio cubano una aeronave de línea comercial norteamericana y bombardear países caribeños adjudicándole la autoría a las Fuerzas Armadas Revolucionarias[6].
 
Sus execrables métodos no tardaron en volverse en su  contra, deviniendo nefasto estímulo a elementos fanáticos como los que ejecutaron los terroríficos atentados del 11 de Septiembre contra el noble pero tradicionalmente manipulado pueblo estadounidense, blanco fundamental y perenne del terrorismo desinformativo orquestado por facciones ultraconservadoras, como las que hoy formulan el insulso “discurso” anticubano, dirigido a engañar a la opinión pública interna y externa, con la pretensión de enmascarar sus inveterados propósitos de anexarse la Isla y de extirpar el ejemplo de su indoblegable Revolución que arribó al nuevo milenio más fortalecida que nunca en todos los órdenes.
 
 
NOTAS:
--------------------------------------------------------------------------------
[1] Cable de agencia Notimex fechado en Washington el 17 de septiembre de 2002, refiere estudio realizado por la Cuba Policy Foundation. 
[2] Cable de agencia Reuters fechado en Washington el 17 de septiembre de 2002, refiere encuesta confeccionada por la firma Westhill Consulting entre 1015 adultos con un margen de error del 3.1%.
[3] Para ampliar ver Declaración del representante permanente de la República de Cuba ante la ONU, en la asamblea General sobre el Tema 164 de la agenda, New York, 12 de diciembre de 2000. 
[4] Declaraciones realizadas el 9/2/2001 por George Tenet y Thomas Wilson, entonces jefes de la C.I.A. y la D.I.A. respectivamente, ante el Comité Selecto de Inteligencia del Senado norteamericano.
[5] Proyecto de Investigaciones Avanzadas de Redes del Ejercito de los EE.UU. desarrollado secretamente en el contexto de la Guerra Fría y la carrera armamentista. 
 
[6] Ver Memorandum “Justification for the US Military Intervention in Cuba” desclasificado por la administración Clinton sobre la “Operación Northwoods”, concebida por el Pentágono en 1962, que propone al poder ejecutivo estadounidense un grupo de pretextos “utilizables” para manipular a la opinión pública norteamericana y mundial con el objetivo de invadir militarmente a Cuba.
 
 

Respuesta  Mensaje 8 de 13 en el tema 
De: Gran Papiyo Enviado: 19/06/2005 14:29
Me pareció excelente el escrito del hijo de Vilma y Raúl.
Muchas gracias a Mfélix por exponerlo.
Y sobre todo, muchas gracias a Tango por hacerlo conocer.
Ya estamos trabajando para que este artículo se agregue a la Página.
Qué notable, un anticastrista colaborando con  "Cuba heroica".
Otra vez : muchas gracias Tango por tu aporte.
 
                                    SALUDOS REVOLUCIONARIOS
                                                    (Gran Papiyo)

Respuesta  Mensaje 9 de 13 en el tema 
De: tango Enviado: 20/06/2005 04:47
Felix, 
No puse el articulo, ya que si leyeras bien...
 
No publicamos el texto porque sea brillante ni porque esté lleno de ideas curiosas aunque adversarias. En realidad está lleno de tonterías sin imaginación, lugares comunes y la típica adjetivación de la gente más dogmática del régimen.
 
Tipica diarrea escrita dentro de un regimen dictatorial y estalisnista.
 
Gran Papiyo,
 
Estaba disponible en el site de Union Liberal Cubana,  todo, inclusive el articulo de la jirribilla.
 
Tango
 
 

Respuesta  Mensaje 10 de 13 en el tema 
De: tango Enviado: 20/06/2005 09:35

Hablando de terrorismo.......

Mientras el descubrimiento de la "Red Avispa" influyó poco o nada a la hora de considerar a La Habana como un peligro para Estados Unidos, al principio se pensó que con la detención de Ana Belén Montes esta situación iba a cambiar. Si Castro había argumentado que los agentes cubanos tenían como misión "evitar actos terroristas por parte del exilio", la espía de origen puertorriqueño trabajaba en el corazón del sistema de defensa nacional. El gobernante cubano ha intentado obviar esta contradicción mediante una larga campaña en favor de los capturados en Miami, que excluye a la apresada en Washington. Montes ha quedado como alguien utilizado por La Habana, pero carente de importancia para los fines políticos del Tirano del Caribe.

La otra cara de esta moneda está a cargo del Buró Federal de Investigaciones (FBI). Aunque el FBI nunca ha entrado en detalles sobre los inicios de sus sospechas contra Montes, ha tratado, sin embargo, de establecer un vínculo entre ambos casos de espionaje, al señalar que el estilo de trabajo y la forma de comunicación empleados por la espía eran similares a los usados por los miembros de la "Red Avispa". Tampoco hay que olvidar al respecto que entre el desmembramiento de la "Red Avispa" y la detención de la espía en Washington, ocurrieron los atentados terroristas del 11 de septiembre, y que algunos de los pilotos que participaron en los ataques se entrenaron en el sur de la Florida.

La red avispa y los cinco terrorista presos en Atlanta, estuvieron envolvidos en el atentado del 11 de Sept.

Tango


Respuesta  Mensaje 11 de 13 en el tema 
De: mfelix28 Enviado: 20/06/2005 14:23
A veces creo que nuestros "desencuentros" son debidos a informaciones distintas.
Veamos, la Montes era una espía-espía, al 100%, los de Miami iban a desmantelar redes terroristas que actuaban desde Miami, los USA luchan contra el terrorismo ( o al menos eso dicen) y habían utilizado más de una vez los servicios de los Cinco.
Te olvidas de otro espía que entre otros méritos :
-jefe del Departamento de Investigaciones Estratégicas del Naval War College
-Subsecretario de Defensa
-medalla de servicios distinguidos
Se llama Coll y es cubano, espiaba para su patria.
Hubo otra persona que era la analista sobre Cuba en la DIA (Agencia de Inteligencia para la Defensa), se llama Ana Belén Montes, y es cubana, espiaba para su patria.
Curioso que los cubanos-cubanos-alcance puestos claves con más facilidad que los gusanitos.
Pero donde te llevas el premio es en
La red avispa y los cinco terrorista presos en Atlanta, estuvieron envolvidos en el atentado del 11 de Sept
 
O sea que teneis a todo el FBI (Pesquera) tratando de fastidiar a Cuba, entrenais en vuestras escuelas de aviación a pilotos que no les interesa aterrizar ni despegar, y la culpa es de cubanos.
Reconozco que para los que el terrorismo ha sido su medio de vida durante 46 años, es duro enterarse de repente que en su nueva patria, está mal, es feo, no se hace, pero ya sabeis PRozac al desayuno, almuerzo, merienda y cena.
Miren a ver bien entre Uds. no vaya a ser que además de lo del Watergate no les caiga encima el "marrón" del asesinato de Kennedy, os iban a echar a patadas de allí ¿ y a donde iban a ir mis queridos gusanitos?
Porque el unico sitio donde el anticastrismo es una profesión lucrativa es en USA.

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Respuesta  Mensaje 12 de 13 en el tema 
De: tango Enviado: 20/06/2005 19:11
Felix
Primero no vivo, ni vivi en Mami.
 
Segundo, recorda al sr Pineiro, AKA Barba Roja. Cual era su trabajo?
 
Mirad esto,
 

Una vez en el poder, Castro acudió al terrorismo como instrumento de su estrategia para propagar la revolución a todo el hemisferio. Además de mantener estrechos vínculos con el IRA, ETA, el OLP y estados terroristas como Irán, Iraq, Libia y Corea del Norte, Castro creó el tenebroso Departamento América, bajo la dirección del comandante Manuel Piñeiro, alias Barbarroja, que funcionaba directamente bajo su supervisión, primero en el MININT y después en el secretariado del Comité Central del Partido Comunista de Cuba. Además, bajo el MININT se establecieron en Pinar del Río, al Norte de Soroa, los famosos Petis: campamentos de adiestramiento en técnicas terroristas por donde pasaron gente de los montoneros argentinos y los tupamaros uruguayos, de los sandinistas nicas y del Farabundo Martí salvadoreño, del MIR y del Frente Popular Manuel Rodríguez de Chile, del M-19, el ELN y las FARC de Colombia y hasta el famoso encapuchado mexicano subcomandante Marcos de los zapatistas. Allí se preparó el Che para su aventura boliviana. Entre sus graduados también están terroristas del Mediano Oriente y Africa. Y EU no ha quedado fuera de esta siniestra asistencia técnica, en especial a los macheteros de Puerto Rico y a grupos como los Black Panthers. Allí se enseña cómo hacer secuestros, robar bancos, construir y poner bombas, hacer atentados.

Pero, además de ofrecer asistencia técnica y material a esos grupos, Cuba les ofrecía otros tipos de apoyo. Por ejemplo, cuando los secuestros en Argentina generaron cuantiosos rescates, en particular el de los hermanos Born, fue a través de Cuba que se hizo el lavado de ese dinero a pedido de Mario Firmenich. Lo mismo ocurrió con las joyas y lingotes de oro, valorados en más de mil millones de dólares, que obtuvo el OLP del saqueo de cajas de seguridad en los bancos del Líbano entre 1975 y 1977. Arafat le pidió a Castro guardar ese botín y en 28 días fue trasladado a Cuba por correos diplomáticos cubanos volando de Beirut a Moscú y luego a La Habana. O los millones que obtuvieron los macheteros puertorriqueños del famoso robo de Wells Fargo, en el cual José Arbesú Fraga, segundo de Piñeiro en el Departamento América, adelantó $50,000 y trasladó a Cuba el botín de 7 millones de dólares a través de la embajada cubana en México.


Respuesta  Mensaje 13 de 13 en el tema 
De: tango Enviado: 20/06/2005 19:11


EL DEPARTAMENTO AMERICA CUBANO

Por Alberto PÉrez Giménez
Opinion
ABC
España
Colaboración:
Armando F. Mastrapa III
La Nueva Cuba
Agosto 18, 2001


 

Hubo un tiempo en el que todos los caminos del terrorismo internacional llevaban a Cuba. En el organigrama del régimen cubano había, con nombre y apellidos, un «ministerio» dedicado a la exportación de la guerrilla a cualquier parte del mundo. Era el Departamento América. 

Al frente de él puso Fidel Castro a Manuel Piñeiro «Barbarroja». Durante décadas, allí tuvieron cobijo todos los miembros de las guerrillas iberoamericanas. Jorge Massetti, hijo del argentino fundador de la Agencia de Noticias Prensa Latina que desapareció en la selva de Salta en Argentina cuando pretendía montar una guerrilla, cuenta en su libro «El Furor y el Delirio» cómo funcionaba el Departamento América. Él mismo, apadrinado por «Barbarroja», fue uno de los «alumnos aventajados» del Departamento: peleó en Nicaragua, en Panamá, en Chile. Atracó Bancos en EE.UU. en operaciones coordinadas desde la Embajada de Cuba en México. 

En Cuba se entrenaba a los guerrilleros en los PETI (Puntos de Entrenamiento de Tropas Irregulares). Por allí anduvieron los macheteros de Puerto Rico; los M-16 y el Frente Patriótico chileno; los montoneros; los «elenos» colombianos, etarras y hasta, en 1982, un mexicano muy interesado en conocer toda la vida del Che, cómo fumaba su pipa, qué leía... Era el «subcomandante Marcos». 

Cuando al secretario general de la OEA, César Gaviria, le secuestró la guerrilla a su hermano, supo exactamente con quién tenía que negociar: logró la libertad de su familiar y un avión para que el comando que le secuestró huyera a Cuba. 

Manuel Piñeiro «Barbarroja» murió hace unos años en un extraño accidente cuando conducía su automóvil, algo que, según Massetti, odiaba. Castro proclamó a los cuatro vientos que la lucha guerrillera ya no tenía sentido. 

Sin embargo, los hechos parecen decir lo contrario. En Cuba siguen viviendo, a cuerpo de rey, según muchos testigos, una nutrida colonia de etarras. En la zona «desmilitarizada» de Colombia bajo control de las FARC hay, según la Prensa colombiana, por lo menos 20 instructores cubanos enseñando a los «guerrilleros» a pilotar helicópteros. Uno de los tres miembros del IRA detenidos el sábado tras pasar cinco semanas asesorando a las FARC es, según «The Guardian», el «hombre de Sinn Fein en La Habana» y encargado de preparar la visita de Gerry Adams a la isla y su encuentro con Fidel Castro. 

Al parecer, son muchos los caminos que siguen llevando a Cuba. 

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Recommend Message 15 of 19 in Discussion
From: MambiSent: 6/20/2005 5:15 PM
Tango, socio, aqui acabastes con el español!!!
 
 
envolvidos     ---   envueltos, coño!!!

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Recommend Message 16 of 19 in Discussion
From: matildaSent: 6/22/2005 1:23 AM
felix: para nuestra  incomodidad el "señor" tango vive en bs as.lo que no lo hace muy original, mucho menos por su apodo,debería estudiar el origen del tango y su identificación con las clases populares.leyendo un poco agradezco como papiyo el poder contar con esta información tan amablemente expuesta.Pena que ni modo, por un lado la muerte de fidrl no les asegura nada de nada, y por otra parte algunos deberían ponerse al día con el futuro de Nicaragua, que un tropezón no es caída, que una derrota no es el final.
Hasta la victoria siempre
matilda
 

Reply
Recommend Message 17 of 19 in Discussion
From: MSN Nicknamemfelix28Sent: 6/22/2005 1:32 AM
Yo creía que Tango vivía en Portugal.
Es triste que para ver cumplidas sus esperanzas ideologicas confíen en la biología, bueno, al menos es más cientifica que sus ideas.
Y...¡ pobrecitos! dejemosles con la esperanza, cualquiera les dice que cuando muera Fidel hay varios "Fideles", no hay que ser cruel
Saludos

Reply
Recommend Message 18 of 19 in Discussion
From: Gran PapiyoSent: 6/22/2005 2:48 AM
Muchas gracias Manuel A por no dejar pasar por alto este error ortogràfico
envolvidos     ---   envueltos, coño!!!
 
Serà que Tango se està maseizando ?????
O querrà imitar al "cubano-americano" ?????
 
Tango: ni lo sueñes. Maceo hay uno solo. (Gracias a Dios)
 
                                SALUDOS REVOLUCIONARIOS
                                                 (Gran Papiyo)

Reply
Recommend Message 19 of 19 in Discussion
From: MambiSent: 6/22/2005 3:12 AM
"Al Cesar lo que es del Cesar" dice el dicho
No fue Manuel sino Reynaldo, Mambí el de la aclaracion y fue hecha en forma jocosa y amigable pero directa para ayudarlo con el español.
 

           
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