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General: Debaten en Cuba la renovación del socialismo
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Respuesta  Mensaje 1 de 12 en el tema 
De: Mambi  (Mensaje original) Enviado: 28/06/2005 13:43
La Jornada 
 

Miércoles 6 de abril de 2005

Debaten en Cuba la renovación del socialismo

Reivindican la figura de Trotsky; buscan los jóvenes una alternativa de izquierda

Foto 

"Hay una nueva generación de cubanos que, de forma desprejuiciada, se ha acercado a los valores de la revolución de octubre, a Trotsky, a Gramsci, a Lukács y a Rosa Luxemburgo", dice en entrevista Celia Hart Santamaría, impulsora del debate sobre el socialismo en la isla FOTO Gerardo Arreola

GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL

La Habana, 5 de abril. Una nueva visión crítica del socialismo está empezando a debatirse en Cuba en medios académicos. Incluye la reivindicación abierta del revolucionario ruso León Trotsky y se ha puesto a remover la historia para explorar el futuro que espera en la isla a las nuevas generaciones.

"Apenas estamos saliendo de la amnesia en que nos consumió la desesperación económica por la caída de la Unión Soviética", dice a La Jornada una de las animadoras del debate, Celia Hart Santamaría, física de profesión, quien renunció a su especialidad en la Universidad de La Habana para dedicarse a la investigación y la discusión políticas.

En el periodo especial (la crisis que siguió al colapso del socialismo) ''las opciones que se buscaron, como la de los balseros, fueron desesperanzadas y sobre todo de derecha", dice Celia, graduada en 1987 en la desaparecida República Democrática Alemana (RDA), quien se mantiene como militante del Partido Comunista de Cuba (PCC).

''Pero hay una nueva generación que, de forma desprejuiciada, se ha acercado a los valores de la revolución de octubre (de 1917, en Rusia), a los nuevos pensadores como Trotsky, (Antonio) Gramsci, (Gy철rgy) Lukács, Rosa Luxemburgo", agrega Celia.

Aunque los tres últimos autores se conocen marginalmente en Cuba, Trotsky aún es un desconocido. Durante una semana, en una reciente feria editorial, dos de sus obras se exhibieron por primera vez aquí.

Pero cuenta Celia que dos artículos suyos se publicaron el año anterior en el diario Juventud Rebelde sin la mención que ella hizo del fundador del Ejército Rojo.

"Creo que el gran desarrollo educacional de nuestro país ha permitido que este grupo de jóvenes, que no es mayoría todavía, logre integrarse y buscar una alternativa de izquierda", dice respecto al naciente debate.

"Muchas veces los jóvenes no que- rían ingresar al PCC porque lo veían burocratizado. Ahora yo creo que, sin que sean un partido, hay jóvenes que buscan en Cuba una alternativa de izquierda, que va a ser nuestra mejor defensa cuando ocurra que Fidel (Castro) ya no esté."

Celia es hija de dos veteranos de la revolución cubana: Armando Hart, actual director de la Oficina del Programa Martiano, y la fallecida Haydée Santamaría. Ahora dirige el museo Abel Santamaría, dedicado a la memoria de su tío, otro de los iniciadores de la insurrección de los cincuenta.

"La situación económica del país, con empresas mixtas donde hay de alguna manera propiedad privada, aunque sea extranjera, puede hacer que haya fuerzas restauradoras del capitalismo, como ocurrió en la Unión Soviética", señala Celia.

Herencias de Octubre

La entrevista se realizó a raíz del seminario Las otras herencias de Octubre, que a mediados del mes sesionó en la Unión de Escritores y Artistas de Cuba y fue organizado por la cátedra Haydée Santamaría (el foro académico que ha ido articulando el debate), con el respaldo de la Asociación Hermanos Saiz (entidad gremial de jóvenes creadores).

Celia dice que ese encuentro fue el primero que realiza este conglomerado universitario, paulatinamente cohesionado por una discusión que ella calcula que tiene no más de año y medio.

Señala que hace pocos años hubiera sido "impensable" reivindicar públicamente a Trotsky en Cuba y reseña su propio giro intelectual: "A mí me salvó mi padre para las ideas del socialismo. Cuando llegué de la RDA me entregó El profeta armado y El profeta desarmado (dos de los tres tomos de la monumental biografía del dirigente ruso, de Isaac Deutscher).

"Yo no creía en el socialismo. Para mí no era una sociedad viable. Cuando leí a Trotsky y a Rosa me di cuenta de que no, de que aquello no era el socialismo. Que hay una nueva manera de hacer el socialismo, que el socialismo está por hacerse. Doy mil gracias de que se haya caído la Unión Soviética, con el dolor que me dan tantos camaradas muertos."

Celia señala que el debate no tiene aún impacto en el PCC ni en su rama juvenil, la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC). "El estatus del partido es la inercia que le queda. Pero ya la cosa no está en tratar de reformar ese partido. La cosa está en formar estos grupos, en debatir primero las ideas, en ponernos de acuerdo y por supuesto no quedarse ahí. Lo que le espera a mi generación es muy fuerte: la manera en que nosotros podamos estructurar una revolución dentro de la revolución, una revolución que a lo mejor puede que fracase en Cuba, pero triunfe en Venezuela o en otra parte de América Latina."

La difusión en un sitio electrónico trotskysta del artículo "La bandera de Coyoacán", fechado el 19 de diciembre de 2003, de Celia Hart, marcó la primera reivindicación pública desde Cuba de la figura y el pensamiento de Trotsky, a lo que siguió otro texto de la autora replicando a la tesis estalinista de que es posible construir el socialismo en un solo país.

El seminario sobre "Las otras herencias..." fue una especie de tormenta de ideas, que cruzaron en numerosas direcciones la historia del pensamiento y la obra de la izquierda en el siglo pasado.

"Pensar las herencias de la revolución rusa de 1917 en el siglo XXI, luego de una hegemonía casi absoluta del imaginario estatista dentro de las izquierdas y de la trivialización de la idea misma de revolución en las derechas y en la vida cotidiana, implica echar a andar una memoria crítica", indicaba la convocatoria, que invitó a examinar octubre "como un documento de cultura, sin olvidar que lo fue también de barbarie".

Sin conexión directa con el seminario, pero como ejercicio intelectual paralelo, se realizó el año pasado la mesa redonda ¿Por qué cayó el socialismo en Europa oriental?, organizada por la revista bimestral Temas y cuyo texto completo aparece en el más reciente número de la publicación.

En ambos foros participaron integrantes de una generación de ciudadanos cubanos que alcanzó a estudiar en los antiguos países socialistas, y en algunos casos a desarrollarse profesionalmente.

En la discusión de Temas prevaleció una crítica múltiple al estalinismo, pero quedó abierto el debate sobre si la Unión Soviética y los países del antiguo campo socialista podían haberse reformado desde dentro.

"Para todos esos países ya había pasado el cuarto de hora de las reformas", dijo uno de los ponentes, el economista Julio Díaz Vázquez. "El último adiós a las reformas se produjo en Checoslovaquia".

Otro expositor, el historiador Ariel Dacal, señaló en cambio que "resulta demasiado rotundo decir que la caída era irreversible, que no era reformable", pero advirtió: "Dadas las características del sistema, todo cambio sólo podía hacerse desde arriba".

Dacal citó el fenómeno de que las actuales elites política y empresarial de Rusia provienen de la nomenklatura soviética. El europeísta Francisco Brown, al hilo de esa idea, señaló que esa cúpula "se recicló, de ahí que participara, contribuyera y se beneficiara del colapso".

El crítico de arte Desiderio Navarro respaldó la idea de que había opciones de reforma desde la izquierda, aunque en algunos casos sus impulsores fueron excluidos de los partidos y sus obras anuladas (el húngaro Lukács, el alemán Rudolph Bahro, el ruso Maiakovsky).

Agregó que la concentración de poder y relaciones facilitó a la elite socialista el salto al capitalismo. "Se sabe ahora que era posible, en un cambio como aquel, que no ocurriera un apocalipsis, aquel escenario de caída del socialismo según el cual los funcionarios supuestamente serían perseguidos y arrastrados por las calles, sino que, al revés, ellos podrían ser los winners".

El sociólogo Aurelio Alonso estimó que "el socialismo en el siglo XXI hay que reinventarlo, con mucha imaginación, en el plano económico, pero también, y quizás sobre todo, en el político y en el cultural, ya que parece obvio que, en buena medida, el fracaso se debió a la incapacidad manifiesta para generar una democracia verdadera; no según los patrones trillados, sino a partir de la configuración de un sistema que garantice la participación del pueblo en los procesos de decisiones, como conductores y no sólo como conducidos".

Brown y otros investigadores habían publicado aquí en 2002 el volumen Europa del Este: el colapso, primera obra de su tipo en Cuba, que concluye que el socialismo fracasó en uno de sus modelos debido a "errores" y "grandes deformaciones", no como sistema social: "En el análisis de las causas del colapso del socialismo europeo... el rasgo básico y general es el de acciones conscientes de los hombres y por tanto evitables o factibles de haber sido erradicadas o evitadas con una acción consecuente y oportuna".


 

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Respuesta  Mensaje 2 de 12 en el tema 
De: Mambi Enviado: 28/06/2005 13:56


Explorando el Barranco: una respuesta libertaria a Celia Hart
Fecha Sábado, 23 abril a las 12:52:24
Tema Sin Fronteras


[[Ante la invitación hecha hace algunos días desde La Habana por Celia Hart Santamaría –militante del Partido Comunista Cubano e hija de prominentes figuras del régimen - llamando a discutir alternativas de izquierda sobre el futuro de Cuba y donde específicamente se requería lo que el anarquismo pudiese opinar al respecto, el Movimiento Libertario Cubano da a conocer sus propuestas para el debate.]]


EXPLORANDO EL “BARRANCO”:
UNA RESPUESTA LIBERTARIA A CELIA HART

Hemos leído con detenimiento, curiosidad e interés tu carta A propósito de mi entrevista en La Jornada del día 5 de Abril, publicada el pasado día 11 simultáneamente en las páginas web españolas Rebelión y La Haine. Se podrían discutir muchísimas cosas de esa carta tuya, Celia, realmente muchísimas cosas. Pero -te somos francos-, poco nos importa que esperes la definitiva asunción profética de Cristo, de Buda y de Mahoma ni que sientas a tu lado a Lincoln y a Whitman; nos tiene sin cuidado que te sientas “princesa de la Raza” o que tu breve opinión sobre Juan Pablo II insinúe una disconformidad con su trayectoria que Fidel no puso de manifiesto en estos días: si por nosotros fuera, puedes seguir tranquilamente con tus experimentaciones poéticas que no habremos de censurarte ni nos preocuparemos demasiado por seguir de cerca tu producción lírica. También -continuamos siéndote sinceros-, puedes modificar tus dichos todas las veces que te plazca; ya sea porque has recibido un rezongo ya porque tu conciencia y/o tu meticulosidad intelectual te han llevado a corregir un disparo que tú misma entiendes corre el riesgo de ser mal interpretado: tienes toda la libertad que se te ocurra para hacerlo y serán tus lectores los que habrán de asignarle de ahora en adelante a tus palabras la credibilidad y la confianza que se merezcan y que tú seas capaz de conquistar. Además -volvemos a serte honestos-, tocas en tu nota temas de vital importancia como la “inercia” del Partido Comunista o la existencia de “ciertos resortes de restauración capitalista” en Cuba; cosas más que sabidas y poco novedosas sobre las cuales lo realmente interesante es que seas precisamente tú quien las reconozca: pero tampoco es eso lo que queremos discutir exacta y directamente en este momento. De lo que se trata ahora, en principio y sólo en principio, es de que nos ubiquemos en el mapa ideológico y político; de que adoptemos una posición relativa respecto a tales y cuales situaciones, a tales y cuales trayectorias, a tales y cuales personas. Es en ese orden de cosas que nos gustaría polemizar mínima y brevemente contigo. Pero precisemos un poco más el asunto. Tú dices estar buscando y quizás construyendo una opción de izquierda, una alternativa de izquierda para Cuba. Te contamos, entonces, que tu preocupación es la nuestra y la de una enorme cantidad de gente; en cuya primera fila -y no por vanguardistas sino por coherentes- están los anarquistas que mencionas en tu nota. Pero, definitivamente, lo que no podemos compartir es tu afirmación de que “a la izquierda de Fidel está el barranco”. Esa frase, exclusivamente esa frase, es la que, a cuenta de futuras polémicas, nos gustaría discutir ahora.

Lo primero que queremos señalarte es el problema lógico que genera ese dicho; un dicho que frustra momentáneamente, de no mediar rectificaciones de tu parte, las expectativas que has venido generando con algunas de tus apariciones. Lógicamente, entonces, de tu afirmación sólo pueden seguirse dos cosas: o bien la opción de izquierda que estás buscando se encuentra a la derecha de Fidel o bien esa alternativa es Fidel mismo y la plena continuidad del monólogo autosuficiente que ha seguido a lo largo de todo su recorrido. Te darás cuenta que si tu alternativa de izquierda está a la derecha de Fidel -cosa que dudamos, porque no pareces tonta- este debate carece enteramente de sentido y más valdría que lo interrumpiéramos en este preciso instante. Pero también te percatarás que si esa opción de que hablas no es más que el propio Fidel eternizado, incluso en ausencia física, no se entiende muy bien a qué viene tanto escándalo de tu parte cuando sólo se trata, como insustancial aderezo, de leer a Trotsky, a Lukács, a Rosa Luxemburgo y a Gramsci. Pero, además -ya no desde el punto de vista lógico sino desde el ángulo político- tendrías que explicitar cuál sería la izquierda que está a la derecha de Fidel. ¿Es esa izquierda a la derecha la responsable de la “inercia” del Partido y de los “resortes de restauración capitalista? ¿Por qué tales cosas fueron posibles?: ¿se trata de “descuidos” de Fidel? ¿acaso el Comandante en Jefe, Primer Secretario del Partido y Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros fue desbordado y sus orientaciones han sido desoídas? ¿o será que Fidel también da cabal cumplimiento a la bíblica proeza trinitaria y, al igual que Jesús -que es uno con Dios Padre-, puede sentarse a la diestra de sí mismo? Pero estas preguntas no pretenden más que ilustrar los líos que provoca la desprolijidad de tus exposiciones y lo cierto es que todavía no hemos entrado en el tema de fondo: es decir; todavía no hemos caído en el “barranco” que tú afirmas es lo único que hay a la izquierda de Fidel.

Las palabras perdidas

Hemos intentado abordar el tema con cuidado y respeto; incluso, a los solos efectos de este intercambio, dejando de lado momentáneamente las decepciones y reservas acumuladas a lo largo de décadas. También procuramos ser amplios y exhaustivos; al menos dentro de nuestras limitadas posibilidades. Se nos ocurrió, entonces, tomar una batería de conceptos habitualmente asociados con el pensamiento de izquierda, asociarlos a su vez con Cuba -con Fidel, por lo tanto- e indagar qué elaboraciones o realizaciones estaban disponibles como punto de partida de un debate al respecto. Para ello recurrimos a la herramienta más poderosa de que disponemos en este momento: la búsqueda avanzada de Google; acotando la misma a la frase exacta, en idioma español, en cualquier formato de archivo y para todo dominio posible. De tal modo, cualquiera podría verificar la exactitud de nuestros hallazgos y tú misma estarías en condiciones de hacerlo; pues no tenemos duda alguna de que puedes acceder a Internet sin mayores inconvenientes. Veamos, pues, los resultados de nuestra pequeña investigación y tal vez habrás de coincidir con nosotros en que son sorprendentes.

Comenzamos diciéndote que frente a las frases “consejos obreros cubanos” y “consejos obreros en Cuba” Google nos responde que la búsqueda “no produjo ningún documento”; lo cual seguramente obedece a una razón simplísima y es que generalmente no se reflexiona sobre aquello que no existe o que ni siquiera ha sido fantaseado. Lo mismo ocurre con la expresión “autogestión cubana” aunque ahora sí nos topamos con un material -sólo uno- sobre “autogestión en Cuba”; material que puedes encontrar en http://es.geocities.com/anticivilizacion/antonfdr_GANDHI.htm y que únicamente nos informa que la idea no goza en la isla de mayor predicamento. Siguiendo idéntico procedimiento, llegamos a la triste conclusión de que, cuando de Cuba se trata, ni se habla ni se escribe sobre “autonomía obrera” o “autonomía sindical”; lo cual no hace más que confirmar que la dirigencia de las organizaciones correspondientes no tiene demasiado interés en el asunto y que la orientación predominante consiste en que las mismas se mantengan en la esfera de la dependencia estatal. Siendo así, no tiene nada de raro que algo tan “extremista” como la interrupción colectiva y voluntaria del trabajo concite apenas discursos de muy baja intensidad: la búsqueda para “huelgas en Cuba” sólo arroja como resultado 5 documentos de carácter histórico y cuando se trata de “huelgas cubanas” nos topamos nada más que con un solitario y exótico reclamo en la dirección http://www.bibliotecagnostica.com/Poscla22.htm. Aun así, no cejamos en nuestro empeño; pero, para nuestro asombro, en los casos de “conciencia de clase en Cuba” y “conciencia de clase cubana”, Google vuelve a responder a nuestra indagatoria que ésta “no produjo ningún documento”. Las cosas mejoran un poco cuando se trata de las “cooperativas cubanas” o de las “cooperativas en Cuba” y allí sí finalmente podemos encontrarnos con una módica treintena de documentos, no necesariamente de procedencia oficial ni imperativamente encomiásticos y entre los cuales habrá que destacar algunas perlas de interés como aquel en el que Jesús Cruz Reyes se ofende profundamente ante la pregunta de si dichas organizaciones son independientes o no. Frente a un resultado que, en comparación con los anteriores, era tan promisorio, proseguimos nuestra briosa cabalgata, pero sólo para enterarnos enseguida que nada se dice sobre los “movimientos sociales cubanos” ni sobre la “autonomía universitaria cubana”; aunque, seamos justos, sí hay que dar cuenta ahora de 4 documentos que contienen la expresión “autonomía universitaria en Cuba” -para reportarnos su ausencia, naturalmente- y otros 5, mayoritariamente referidos al pasado, que consideran oportuno recurrir por una razón o por otra a la frase “movimientos sociales en Cuba”.

Fue así, luego de tantos y sucesivos fracasos, que resolvimos orientar nuestras indagaciones alrededor de un concepto que ciertamente nos resulta muy poco simpático: Estado obrero. ¿Y sabes en cuántos documentos aparece inscrita la expresión “Estado obrero cubano”?: solamente en 30, la abrumadora mayoría de matriz trotskista y no todos precisamente elogiosos. Entre ellos, sólo uno era de procedencia oficial cubana -en www.lajiribilla.cu/2002/n57_junio/1413_57.html- y se trataba en realidad de una colaboración de John Hillson remitida desde la ciudad de Los Ángeles. Pensamos entonces que esas ausencias podían deberse a la fuerte identificación de la expresión precisamente con la tradición trotskista; razonamos que tu rescate del fundador del Ejército Rojo se enfrentaría con dificultades obvias e intentamos ver si afloraba algún tipo de reflexión más copiosa en torno a una expresión similar y optativa: Estado proletario. Pero héte aquí que ni siquiera así fuimos coronados por el éxito: la frase “Estado proletario en Cuba” contaba apenas con una presencia huérfana de toda vecindad. El artículo en cuestión pertenece a Luis Ramírez Caraballo y Antonio R. Barreiros Vázquez; se llama Lugar y papel de las FAR como componente especialmente significativo del Estado proletario en Cuba y puedes encontrarlo en la Revista Cubana de Ciencias Sociales (Año 4, Nº 12 de setiembre - diciembre de 1986). Quizás, Celia, compartas con nosotros nuestra desilusión y tú también abomines de que, cuando en Cuba se habla del Estado proletario, en realidad no se trata fundamentalmente del proletariado sino de las fuerzas armadas. ¿Tendrá esto algo que ver con la militarización de la sociedad cubana?


El "barranco" es la ausencia de libertad, igualdad y solidaridad

En fin: hemos usado una batería de indicadores que distan de ser perfectos y a los que sólo asignamos un carácter aproximativo; pero, aun así, tenemos la firme impresión de que los mismos permiten sostener una hipótesis bastante confiable. Esto es; las reflexiones sobre la construcción de una opción de izquierda en Cuba tienen frente suyo un campo casi virginal e intocado. Y te pedimos por favor -suponiendo de tu parte una réplica de estas consideraciones- que seas un poco imaginativa y no nos recomiendes realizar una búsqueda similar conteniendo las expresiones “salud en Cuba”, “educación en Cuba”, “deporte en Cuba”, etc.; porque lo que te estamos proponiendo no necesariamente se contradice con dichas cosas sino que las dota de un contenido distinto, las resignifica y las enriquece infinitamente. Como habrás visto, por lo tanto, hay un conjunto de nociones -que embrionariamente representan sus correspondientes realizaciones sociales revolucionarias- habitualmente pertenecientes a un imaginario de izquierda y que en Cuba se usan muy poco o muy mal. Y nosotros estamos absolutamente convencidos de tres cosas que están íntimamente vinculadas con nuestro tema, tal como éste ha sido precisado desde un principio: en primer lugar, que Fidel no ha demostrado tener sobre sus hombros la cabeza más adecuada para elaborar pensamiento y definir acciones al respecto -ha tenido medio siglo para hacerlo y ¡nada!-; en segundo término, que este campo de nociones y realizaciones se ubica no a su derecha sino a su izquierda; y, por último, que nada de esto representa a ese “barranco” tan temido y que a ti te preocupa tanto invocar. Sobre ello hemos de ponerte sólo tres ejemplos especialmente significativos y de factible concreción inmediata.

En primer lugar, una alternativa de izquierda en Cuba debería plantearse una urgente desmilitarización en el más amplio sentido del término. No se trataría solamente del redimensionamiento de las fuerzas armadas, del ahorro consiguiente y de la correspondiente transferencia de recursos hacia otros sectores de la economía infinitamente más necesitados. Se trataría también de que las fuerzas armadas perdieran sus privilegios históricos y de que los más diversos problemas de la sociedad cubana ya no sean vistos como si se tratara de acertijos en torno a la “defensa nacional”. Se trataría, sobre todo, de pensar el socialismo como lo que realmente debería ser -es decir, una nueva relación de convivencia entre seres libres, iguales y solidarios-; y de no mediatizar en los hechos esa reflexión, sobre-imprimiéndole siempre una articulación muy poco socialista entre los “comandantes” y sus subordinados. Estas cosas son inmediatamente posibles, Celia, y no hay ninguna razón que las contradiga. Seguramente tú nos dirás que la revolución no sobreviviría sin “sus” fuerzas armadas pero eso no es más que una falacia a la que el “Comandante en Jefe” y su séquito te han acostumbrado. Porque las fuerzas armadas cubanas se vertebran respondiendo a una hipótesis de conflicto -en teoría, una invasión de los Estados Unidos- que está mal planteado o que no se habrá de producir. En el primer caso, las fuerzas armadas cubanas no tendrían nada para hacer -y coincido contigo en que eso es una desgracia para la humanidad toda- frente a las acciones de bombardeo aéreo y desgaste que los Estados Unidos tienen como su actual patrón de actuación bélica en la fase inicial. Además, tal como ha quedado sobradamente demostrado en Irak, la resistencia de guerrillas es inconmensurablemente más efectiva que un ejército regular que sencillamente no puede estar a la altura de la tarea. Pero, en el segundo caso, hay elementos de sobra para suponer que dicho conflicto no tiene actualmente ni habrá de tener mañana ese formato: ni Cuba permite invocar las mismas “razones” que se dieron en Afganistán o en Irak -y tampoco las que despuntaron luego con Irán y Corea del Norte- ni constituye un desafío estratégico relevante ni ha merecido mayor dedicación militar real. Haz números, Celia, y lo verás: la financiación otorgada por los Estados Unidos al “trabajo sucio” en Cuba en los últimos cinco años es menor al costo que ha insumido una noche de bombardeo intenso sobre Bagdad; aunque la megalomanía del “Comandante en Jefe” haya de resentirse un poquitín con un cálculo de este tipo. Entonces, la desmilitarización es posible ahora y nada tiene que ver con el “barranco”.

En segundo término, una alternativa de izquierda en Cuba debería proponerse en lo inmediato emprender el camino de la autogestión. ¿Tú no crees que la construcción socialista debería identificarse fuertemente -como condición sine qua non, diríamos nosotros- con la gestión directa de los trabajadores sobre la marcha de la economía? Lamentablemente, en Cuba, durante todos estos largos años, la autogestión ha sido asimilada sin más a la experiencia yugoslava y se la ha asociado implícitamente con la inminencia o la amenaza de las situaciones de mercado y con el “caos” correspondiente. Así, todas las esperanzas fueron depositadas en el mito de la planificación centralizada como paradigma de la construcción socialista; una planificación centralizada que se ha confundido en los hechos con la sabiduría de los técnicos o con la omnipresencia de los militares cuando no con las inefables ocurrencias del “Comandante en Jefe” que siempre se antepusieron a las elaboraciones de los organismos colectivos. Pero, además, basta con analizar los resultados: ¿tú dirías, Celia, que el recorrido que va desde aquel impulso de implantar el comunismo en la Isla de la Juventud hasta la actual presencia de cientos de empresas transnacionales es un camino de construcción socialista? No, Celia, la planificación centralizada no sólo no ha producido socialismo sino que bien se la puede calificar como una sucesión de disparates; antes y después de aquella zafra fallida de los diez millones de toneladas de azúcar. La autogestión, mientras tanto, tiene abiertos todos los créditos y ése es el camino que han emprendido decenas de movimientos sociales en América Latina como estrategia de resistencia y como forma de resolver prácticamente -lo han logrado así sea a medias, incluso en contextos claramente neoliberales- sus necesidades inmediatas en materia de alimentación, salud, vivienda, etc. Una vez más: la autogestión también es posible ahora y nada tiene que ver con ese “barranco” que tú supones estaría a la izquierda de Fidel.

Por último, una alternativa de izquierda en Cuba debe retomar con fuerza y determinación el problema de las libertades más elementales. Basta con “desmilitarizar” las cabezas y dejar de sospechar que detrás de cada cubano común y corriente hay un potencial “agente del imperialismo” e inmediatamente el tema adquiere una luminosidad cegadora. Porque, dinos: ¿en qué se vería afectado un proyecto de construcción socialista por el hecho de que 12 millones de cubanos tuvieran -entre otras mil prerrogativas a imaginar- la posibilidad de expresarse, desplazarse u organizarse de las formas que mejores les parezcan? Reproducimos una de tus frases: “Todos los jóvenes que tienen cuestionamientos políticos actualmente, los que valen la pena de ser escuchados, serán siempre de izquierda, anarquistas o trotskistas etc. Pero TODOS son revolucionarios”. Pues bien, deja de jugar a las escondidas y sincérate contigo misma y con tus lectores: ¿sabes o no sabes que esos revolucionarios no pueden darse la organización política que querrían tener porque ese derecho el Partido Comunista se lo ha reservado para sí? ¿sabes o no sabes que a esos revolucionarios no les es dado tener una biblioteca abierta al público, montar un programa de radio, celebrar reuniones sin solicitar permiso, tener un periódico propio o defender libremente sus orientaciones en movimientos sindicales, juveniles, vecinales, de género, ambientales, etc.? Esas cosas requieren de un marco de libertad hoy inexistente y reclaman no la intervención del Estado sino una asunción autonómica; exigen ni más ni menos que la posibilidad socialmente garantizada de que todo colectivo -cualquier colectivo, sea cual sea la naturaleza que se defina, siempre y cuando no atente contra la libertad ajena- fije sus propias reglas. Tú gozas de una posición privilegiada, Celia, y no puede haberte pasado inadvertido que una cosa es la obsesión por la vigilancia, el control, la represión, etc. y otra cosa bien diferente es la libertad. ¿De qué lado crees tú que están el socialismo y la izquierda? Nos consta que a ti te preocupan los motivos por los cuales el bloque soviético se hizo trizas: entonces; ¿no crees que el fatal desprecio por la libertad de que se hizo gala debe tener al menos algo que ver con la debacle? Esa experiencia es un venero de enseñanzas y ellas dicen en forma incontrastable, en este comienzo del siglo XXI, que el socialismo ya no puede ser concebido como el resultado espontáneo de una vaporosa legalidad histórica ni como una sofisticada operación de ingeniería social ni como el genial designio de una voluntad mesiánica. El socialismo del siglo XXI sólo puede construirse a partir de la conciencia colectiva y ésta no puede florecer sino desde una libertad raigal. Y, otra vez, Celia, esto no tiene nada que ver con el “barranco”.

Por una opción de izquierda para todos los cubanos

Desmilitarización, autogestión, libertades básicas: tres elementos mínimos y tres caminos a recorrer para construir una alternativa de izquierda en Cuba y para comprometer en ella no a su actual élite dirigente sino al pueblo cubano todo. Estas propuestas no expresan el “programa máximo” de los anarquistas y quizás hasta quepa calificarlas de “reformistas” en el contexto cubano actual. Sin embargo, son una buena base para la articulación de una política realmente de izquierda en Cuba. Tú sabrás mejor que nosotros qué grado de participación y compromiso habrán de tener los comunistas cubanos -especialmente, los más jóvenes- con esta política y qué peso pueden tener en el Partido quienes suscriban orientaciones de este tipo. Sin embargo, no hay duda que la misma desborda su organicidad y da cabida, entre otras, a las corrientes que tú misma has reconocido como revolucionarias. De la misma manera, tampoco hay duda que esa política de izquierda se da de bruces con una constelación de intereses, privilegios y expectativas que están ubicados claramente a la derecha de la misma, adentro y afuera del Partido Comunista: una situación y un proceso que, si mal no recordamos, hasta hace unos años eran considerados como parte de la lucha de clases.

Sea como sea, Celia, hay que continuar afinando el análisis y templando la voluntad. Si hemos sido irónicos contigo en muchos pasajes de esta carta ello fue así porque entendemos que todavía no has ingresado de lleno en el problema ni estás a punto de notificarte públicamente de sus raíces reales. Tus intenciones parecen sinceras y quizás hasta compartibles, pero aún hablas a media lengua, te distraes en metáforas que no conducen a ninguna parte y no has tenido el coraje de poner sobre la mesa la trama de conflictos concretos que subyacen este proceso de construcción de una alternativa de izquierda en Cuba. Al pan, pan, y al vino, vino, Celia: ése es el comienzo real de cualquier alternativa que quiera plantarse firme ante las eventuales adversidades y partir no de las intrigas palaciegas sino de la conciencia colectiva del pueblo cubano. Tú has evitado escrupulosamente hablar de una lucha fraccional pero coincidirás con nosotros que precisamente eso es lo que todo el mundo lee detrás de tus palabras. Y sabes que esa lucha hay que librarla a cualquier precio porque lo que está en juego es nada menos que el futuro de nuestra entrañable gente cubana. Esa lucha, Celia, sólo puede librarse con ideas claras, con ideas precisas, con ideas-fuerza, y no con ditirambos rutinarios y al garete sobre la inmarcesible figura de Fidel; sólo puede librarse con gente organizada desde sus convicciones más profundas y no con vagos avisos a los navegantes o difusas insinuaciones sobre las idas y venidas de una élite. Tú tienes que pagar un peaje ideológico y soportas directamente las presiones del aparato: eso es comprensible y hace que tu posición no carezca de dificultades y asechanzas. Pero al menos puedes hablar, Celia; una posibilidad con la que no contamos todos los cubanos. Los cubanos de a pie tenemos sobre ti muchas desventajas y una sola pero enorme ventaja: nosotros ya sabemos que el Cid Campeador no volverá a montar sobre los lomos de Babieca y sabemos también que a la izquierda de Fidel no hay ningún barranco, ningún abismo, ningún precipicio. Lo que se abre no a la derecha de Fidel pero sí a su izquierda es, Celia, ni más ni menos que el ancho cauce de la libertad.

Movimiento Libertario Cubano
movimientolibertariocubano@yahoo.com.mx






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Respuesta  Mensaje 3 de 12 en el tema 
De: mfelix28 Enviado: 29/06/2005 07:59
Celia tambien dijo: ( y hace muy poco)
Fue el movimiento 26 de julio un Partido de Vanguardia?
Por: Celia Hart (especial para ARGENPRESS.info) (Fecha publicación:16/06/2005)
Lenin aseguró, que para el triunfo de una revolución socialista un partido revolucionario de vanguardia era indispensable.
Entonces, en el caso de la revolución socialista de Cuba estamos ante la siguiente paradoja: O los planteamientos de Lenin eran extranjerizantes o extemporáneos, o nuestro Movimiento 26 de julio fue decididamente, un partido de vanguardia, de clase, que aspiraba no tan sólo en derrocar a Batista, sino en hacer triunfar una revolución socialista. Las cosas son o no son al margen de las palabras.Y por supuesto todo pasa por saber a qué llamamos Partido de vanguardia, que es lo que lo diferencia de forma sustancial del resto de los partidos.
Sí, sí lo pienso. El partido de esa linda bandera rojinegra, fue un partido político de vanguardia.. He dicho más, pienso que constituyó el auténtico Partido Comunista de Cuba en aquel entonces. El único Partido heredero legítimo del Partido de Mella y a su vez éste del Partido Revolucionario Cubano(PRC) de José Martí , que se fund'o por cierto, antes del partido bolchevique..
Dijo Lasalle a Carlos Marx:
'...la prueba más grande de la debilidad de un partido es el amorfismo y la ausencia de fronteras netamente delimitadas; el Partido se fortalece depurándose'. (1)
Creo que en este aspecto las fronteras del M-26 estaban más que delimitadas, y discrepo un tantito con el Dr. Hart en relación a la fecha de aquel acto de amor para el nacimiento de este Partido: Fue mucho antes de la década del 50 . Creo que la gestación estaba en el alma de Cuba, creo que nunca pudo el imperialismo disolvernos realmente el PRC, del cual por cierto el susodicho misterio del que hablaba Mella, estribaba, tan sólo, en su profunda raíz clasista e internacionalista...y eso tiene un nombre ... no le quiero poner un ista más, para que no se me asusten.
Las palabras, lo hemos aprendido en estos días, cuando el evento contra el Terrorismo, son engañosas: En Europa hay decenas de partidos socialistas que en muchos casos ni son partidos y mucho menos son socialistas. Los partidos estalinistas que rigieron la vida ideológica 'socialista' del mundo durante decenas de años,....tampoco lo eran.
La organización con la que se llegó al Asalto al Cuartel Moncada; la formación comunista nítida de sus dos organizadores fundamentales, la intervención precisa que se hizo de los elementos de la izquierda más radicalmente útil como fue el caso de los miembros del MNR y lo mejor de la ortodoxia; para no hablar ya de la intervención posterior del Movimiento Acción Nacional de Frank País- que, dicho sea de paso, me han dicho que bien quisieron llamarle Acción Nacional Socialista- y la definitiva intervención posterior del Che, le otorgan a este movimiento el título del más depurado partido de vanguardia de cualquier época y lugar.
La forma de proyectar esa lucha trascendía desde sus mismos inicios el mero derrocamiento de una tiranía, la cual a decir en un conversación privada entre los hermanos Enrique y Armando Hart, la tiranía paradójicamente nos haría resolver por reducción al absurdo, los problemas de Cuba.
Mi tesis entonces consiste en que desde sus propios inicios el movimiento 26 de Julio fue un partido político revolucionario y la construcción del socialismo en la Isla no era un escaso recurso teórico. Era su único destino.
Porque en Cuba no había anticomunismo: ¡De ninguna manera! Mucha confusión , eso sí. El vocabulario nos sigue engañando.
Un pueblo con la vocación de justicia , de solidaridad, de internacionalismo inéditos de este país, no podía odiar a la única teoría científica que libera al trabajador de la explotación. Sí, el comunismo es la única teoría. Así como es única la Ley de la gravedad, , la teoría de la evolución de las especies, o el papel del subconsciente en la personalidad humana.(Para usar esta trilogía que le gusta a Armando Hart).
¿O nos vamos a seguir engañando con el uso imperialista de las palabras?
Recientemente hemos visto quienes eran los terroristas. Lo mismo pasó con el anticomunismo.
El anticomunismo fue un fantasma inventado. Tal cual los fantasmas actuales (terrorismo, seguridad nacional, eje del mal). Quienes eran anticomunistas eran los adversarios del pueblo cubano.
El comunismo tiene dos banderas primordiales: justicia social- la de clase, por supuesto- y el internacionalismo. Dudo que algún país hubiese admitido constitucionalmente que dos extranjeros pudiesen ser eventualmente Presidentes de la República en los albores del siglo XX. Máximo Gómez y Carlos Roloff. Cuba sí. Y la justicia social fue quien le hizo decir al bellísimo mulato (líder independentista) Antonio Maceo al experto (general español) Martínez Campos: 'No, no nos entendemos'.
De lo que sí sufría realmente el pueblo cubano era de antiestalinismo y antiimperialismo.
Que el imperialismo haya personalizado las mejores y más avanzadas ideas, la justicia social y la libertad verdadera de la vieja Europa, con los desmanes y el terrorismo de Stalin, no implica que el pueblo cubano odiase por naturaleza al comunismo. Eso es lo que nos hicieron hacer creer.
Esa es otra verdad histórica que habrá que replantearse. No le pasó tan sólo a vuestra generación, o a la mía; le pasó a José Martí, al confundir a Carlos Marx con el anarquismo brutal de Irlanda y Alemania que se importó a Estados Unidos en el siglo XIX .
Lo dije una vez: Una taza de café hubiese bastado para que estos hombres, Marx y Martí llegaran a entenderse y a poder trabajar juntos.
De haber triunfado la revolución del 33 cuya bandera fue decapitar políticamente a un dictador y barrer con sus lastres como corrupción y servilismo, no hubiese sido otra que socialista. Baste leer una sola línea de aquellos impresionantes jóvenes. Pero aquella se nos fue a bolina.
A ésta, la del 53, le agarramos bien el cordel (bueno, se lo agarraron ustedes) . Y sin trámites estalinistas que todavía a veces pretenden defenderse, la hicimos socialista, desde sus primeros albores, aunque no lo supiese nadie. Pero sé que alguno que otro sí lo sabía.
Pero volvamos al tema de la construcción revolucionaria de un partido político de clase.
¿Qué es un partido revolucionario de vanguardia? Sépase que tan sólo no digo comunista, porque todavía nos podemos confundir con los denominados partidos estalinistas, que practicaban en aquel entonces las tesis de la URSS, con el etapismo, colaboración de clases, coexistencia pacífica, y mil lamentables tesis más, que dominaron medio siglo la izquierda del mundo y según las cuales aun estaríamos esperando hacernos grandecitos para construir el socialismo.
La ley del desarrollo desigual y combinado (2) , para países atrasados. De León Trotsky,
Ley por cierto que ha sido demostrada en la práctica con precisión matemática: que los países atrasados no tenemos que esperar por revoluciones nacionales, ni siquiera de reformas sociales antes de hacer triunfar una revolución socialista, se puso de manifiesto en Cuba de manera ejemplar Esta ley la concretó el Che diciendo 'O revolución socialista o caricatura de revolución'.
Eso sí: Hacer triunfar definitivamente una revolución socialista radical y depurada como la revolución cubana, precisó de un partido comunista como el que fundara Fidel Castro con el hermoso nombre Movimiento 26 de julio, y del cual estamos celebrando hoy con júbilo su 50 Aniversario.
Las reivindicaciones democráticas, las refinadas banderas de igualdad y libertad, sólo eran desde mucho antes posibles de defender, a través de las banderas del socialismo. No lo digo yo: lo dijo Julio Antonio Mella 'Los revolucionarios de las Américas que aspiren a derrocar a las tiranías de sus respectivos países no pueden desconocer esta verdad; los que aparenten desconocerla es porque su ignorancia, o su mala fe, les impide ver la clara realidad.... no pueden vivir en los albores de 1789. A pesar de los conflictos de algunos, la humanidad ha progresad. Y para realizar la revolución en este siglo habrá que contar con un nuevo factor: las ideas del socialismo, que con un matiz u otro, se arraigan en todos los rincones del globo.' (3)
La revolución que engendró este partido M-26 empezó con un fracaso bélico total y fue ganada en menos de seis años después tan sólo porque, además de las condiciones de caldera histórica en el país; Fidel y sus compañeros fundaron un Partido Revolucionario de Vanguardia. El único partido que haría triunfar una revolución socialista y el único que haría verdad el lema de 'vergüenza contra dinero' y las demás aspiraciones del pueblo cubano.
¿El tío Abel fue comunista? Lo fue, sin dudas, pero ¿ hasta dónde? ¿Qué se dijeron esos dos hombres al leer el viejo libro de Carlos Marx 'Crítica de la economía política que descansa en paz en el museo de 25 y O?. Crítica a la economía política está salpicada con letras de Fidel. Quizás él nos pueda decir algún día hasta donde había leído la literatura marxista. Mas no me es importante . No me cabe dudas que, además de lo mejor de Cuba , cuyos sobrevivientes están en esta linda sala, una legión de marxistas acompañaron silenciosamente a Fidel y a Abel en el Moncada. Aunque estos dos jovencitos no los conocieran:
Sí .El proyecto revolucionario de Fidel Castro contó con un partido de vanguardia que nos arrastró a la revolución socialista sin haber pensado una sola vez en el posible apoyo soviético. Esta legión sí estuvo al lado de esos hombres. Una legión mundial de asesinados. Pues nos mataron a Mella, como recién citara el periodista José Steinsliger (4), Mella pudo ser la primera víctima del terrorismo de Estado en América. A Antonio Gramsci lo extinguieron lento en la prisión; a Lenin, de cierta forma lo asesinaron; a la Luxemburgo nos la mataron también. El Che fue asesinado mucho después víctima también del mismo engendro que se le ha llamado el Cóndor. Y a León Trotsky nos lo mató otro Cóndor, me gusta decir que ambos se anidaron juntos. Nos lo asesinó el terrorismo de estado. Otro estado del que con razón huía el pueblo de Cuba , al que por desgracia lo llamaron comunismo. De ese otro terror del cual hay también millones de víctimas. . Gran parte de los marxistas más cultos de la historia dieron su vida por la revolución. Tenemos más mártires que el cristianismo. Algo de eso dijo Federico Engels.
Y todos ellos estaban convocados en magistral orquesta, dirigida por José Martí en esta isla del Caribe. Pero por el José Martí que clamaba Mella, ése que hizo un Partido de clase y para el cual la independencia de la isla de Cuba era mero trámite para equilibrar el mundo. Ese, del que habla Mella en 'Glosas para un libro sobre José Martí' que fue el autor intelectual del Moncada. Ese que le dijo de alguna forma a su amigo socialista Fermín Valdés Domínguez, que la misión sería después del triunfo aclarar las ideas. ¿De qué ideas hablaría ése, el mejor hombre de América?
Pero lo mataron, nos derrumbaron el PRC. El PRC y el PCC de Mella fueron los autores intelectuales de este Partido del cual soplamos velitas. Que nos ha permitido llegar aquí, al centro del mundo .
Esa música inspiró a la juventud cubana, parte de ella reunida en esta sala .
Pues de lo que no caben dudas es que esa generación contaba con la verdad y dijo Lenin que 'la verdad es siempre revolucionaria'.
A mi tío Abel no le dieron tiempo para poder decirme hasta que página del libro de Lenin que le quemaron pudo llegar, lo asesinaron prematuramente, víctima del terrorismo de estado, creyeron que le arrebataban su larga visión arrancándole sus ojos, Como siempre el terror. Y tal como la verdad es siempre revolucionaria, el terror será siempre contrarrevolucionario.. No sé que piense Fidel. A estas alturas la literatura de los hechos es más relevante
Aun así, Fidel en 1988, en un encuentro de Intelectuales en México dijo:
' ¿Con qué armas hicimos la revolución? , ningún país nos pudo ayudar (...) todas las armas con las que hicimos nuestra revolución se las tuvimos que quitar al ejército de Batista. Pero sí, ya desde entonces éramos marxista?; si nosotros pudimos interpretar la realidad de nuestro país, es porque ya habíamos aprendido el marxismo leninismo... (...) Ya nuestro Programa del Moncada era una preámbulo del socialismo y ya nosotros éramos socialistas y marxistas- leninistas, y si no, no habríamos llegado a la esquina'(5)
Y llegamos a la esquina y doblamos por toda la manzana...y estamos a punto de tomar las estrellas.
En el 'Que hacer' Lenin nos da riendas sueltas a algunas pistas por las que debemos asirnos. Dijo: (6)
1) ser una organización de revolucionarios que aspiren a tomar el poder, donde e es más difícil pescar a una decena de hombres inteligentes (a lo que el llamó revolucionarios profesionales), que a un centenar de imbéciles
2) que cuánto más extensa sea la masa espontáneamente incorporada a la lucha, la masa que constituye la base del movimiento, y que participa en él, más apremiante será la necesidad de semejante organización y más sólida deberá ser ésta (ya que más fácilmente podrá toda clase de demagogos arrastrar a las capas atrasadas de la masa) y
3) la tercera, que dicha organización debe estar formada en lo fundamental, por hombres entregados profesionalmente a las actividades revolucionarias.
Lenin sí tuvo en cuenta el papel de la subjetividad. La vieja Europa también. No es inédita.
Si nos detenemos en estos puntos claves del imprescindible y actual 'Qué hacer', podemos apreciar de manera nítida que la dirección del movimiento que ustedes representaron, era auténticamente marxista- leninista......o si no, tan sólo volvieron a inventar esa teoría. Lo primero, es por lógica aristotélica elemental, más creíble.
Dijo Antonio Gramsci: en 1931 (7) '¿Cuándo se hace históricamente necesario un partido?' Cuando las condiciones de su triunfo, de su indefectible conversión en estado, están al menos en vías de formación, y permiten prever normalmente sus ulteriores desarrollos'
Y señala tres elementos primordiales
1) Un elemento difuso, de hombres comunes medios, cuya participación está posibilitada por la disciplina y la fidelidad, no por su espíritu creador y muy organizador....Ellos son una fuerza en la medida que alguien los centralice, organice y discipline,
2) El elemento principal de cohesión que centraliza en el ámbito nacional, que da eficacia y potencia a un conjunto de fuerzas(...)...también es verdad que este elemento solo no formaría el partido, pero lo formaría, de todos modos más que el primer elemento considerado. Se habla de capitanes sin ejército, pero en realidad es más fácil formar ejércitos que capitanes. Tanto es así que un ejército ya existente queda destruido si se queda sin capitanes coordinados de acuerdo entre ellos, con finalidades comunes, no tarda en formar un ejército incluso donde no existe.
3) Un elemento medio que articule el primero con el segundo los ponga en contacto físico sino también moral e intelectual...'
Gramsci le da prioridad explícita al punto dos a lo que llamaremos tener una dirección clara y precisa que sabe de antemano lo que se propone aunque no estén todos sus miembros con esta definición, y no sepan que están constituyendo un partido.
El ejemplo más clarificador es el del partido bolchevique, que logró la revolución contando con muy pocos cuadros. Eso sí, con un sentido estricto de la militancia 'militancia', que merece también ser definida en algún otro evento
Tres reflexiones me permito, para hacerles ver que Fidel Castro lideraba al verdadero partido revolucionario de Cuba y que ese partido era socialista.
En un texto aparecido en Bohemia (creo que ayer se habló acá de este número, escrito por Fidel en marzo de 1956 se aclara qué cosa es el Movimiento 26 de Julio Dice Fidel: 'La esperanza de redención para la clase obrera cubana a la que nada puede ofrecerle las camarillas políticas; es la esperanza de la tierra para los campesinos....es la esperanza de pan para los hambrientos y de justicia para los olvidados' (8)
El segundo es por supuesto la Historia me Absolverá de lo cual por supuesto se ha hablado lo suficiente. Mas yo quisiera hacer hincapié tan sólo en el concepto de pueblo al que convoca Fidel. O sea a pueblo si de lucha se trata: Nosotros llamamos pueblo si de lucha se trata, a los seiscientos mil cubanos que están sin trabajo (...); a los quinientos mil obreros del campo(...); a los cuatrocientos mil obreros industriales y braceros (...), a los cien mil agricultores pequeños, que viven y mueren trabajando una tierra que no es suya, para morirse sin llegar a poseerla, que tienen que pagar por sus parcelas como siervos feudales (...); a los treinta mil maestros y profesores (...); a los veinte mil pequeños comerciantes abrumados de deudas, arruinados por la crisis y rematados por una plaga de funcionarios filibusteros y venales; a los diez mil profesionales jóvenes: médicos, ingenieros, abogados, veterinarios, pedagogos, dentistas, farmacéuticos, periodistas, pintores, escultores, etcétera, que salen de las aulas con sus títulos deseosos de lucha y llenos de esperanza para encontrarse en un callejón sin salida, cerradas todas las puertas,(...) ¡Ese es el pueblo, cuyos caminos de angustias están empedrados de engaños y falsas promesas'(9)
Este es el proletariado compañeros. Me detuve tan sólo en lo agricultores pequeños y en los comerciantes arruinados, esos que están a un pie de pasar a formar parte de esos que tienen que vender su mano de obra para vivir.
En este llamamiento no se convoca a la clase media, ni a otra clase social de la Cuba., que no sea potencialmente proletariado de entonces. Aunque es para todo el pueblo, la revolución, Fidel distingue al pueblo....si de lucha se trata. No me estoy refiriendo al escaso concepto de proletario que todavía en muchos sectores confunden con los obreros de Manchester o confines del París del siglo XIX. Me ando refiriendo a esos mismos a los que Carlos Marx les explicó que nada tenían que perder más que sus cadenas. en el llamamiento a combate más actual, poético y preciso que aún tenemos. El Manifiesto Comunista.
La convocatoria de Fidel Castro y esta plataforma que fue la base para el M-26-7 fue convocada para la clase social de vanguardia y fue convocada a través de un depurado marxista; al margen, con perdón de los marxistas , de los libros que se haya leído.
El tercer ejemplo está el Informe al I Congreso del PCC de 1975.Aclara Fidel Castro:
(...)'Ahora bien, en las condiciones de un país como Cuba, ¿podía la revolución concretársela simple objetivo de la liberación nacional manteniendo el sistema capitalista de explotación, o debía avanzar también hacia la definitiva liberación social?' (...)
La historia transcurre en función de leyes objetivas, pero los hombres hacen la historia, es decir, la adelantan o la retrasan considerablemente en la medida en que actúan o no en función de esas leyes.' (10)
Y es precisamente en función de esas leyes objetivas que se deslizó hasta este milenio esta revolución socialista. La cual según mi observación, ha sido desde el punto de vista de su integridad, su permanencia y adaptabilidad una de las modelos. De esas que deberán estudiar los bachilleres dentro de muchos años en todas partes del mundo.
La Historia de la Revolución Rusa escrita por León Trotsky constituye según nuestro imprescindible Martínez Heredia una continuación lógica del Brumario de Carlos Marx.
Por más tiempo que pase, y por más latitudes que quieran separar a los hombres y sus revoluciones la Historia de la Revolución Cubana que está por escribirse, será la continuación de aquella otra. Sólo Dios no nos da el tiempo para enlazar la continuidad de los acontecimientos. Pero así es.
El Movimiento 26-7 constituyó exactamente ni un punto más ni uno menos de lo que nos está faltando en estos instantes en América Latina para hacer nacer la revolución continental. Incluyo sin temor a decirlo a Venezuela.
Algún día la historia responderá si como dijo Fidel también en el Informe al I Congreso del PCC en 1975 que 'el programa del Moncada se había cumplido en lo esencial, y la revolución cubana , en medio de épica lucha antiimperialista, pasaba a la etapa socialista' (11) se lo debimos a la URSS o a haber sido capaces de organizar desde sus inicios, sin trampas, recovecos y mentiras un auténtico partido revolucionario, que según mi criterio ha sobrevivido a pesar de sus propios retrocesos, debido a las funestas influencias inevitables del estalinismo en nuestro país.
Y hoy ¿qué importancia puede tener para todos nosotros analizar de manera bizantina si fue o no un partido de vanguardia este movimiento, un auténtico partido comunista como no existía otro en el país?
Pues que por este pequeño detalle (por decirlo irónicamente) se andan desangrando los pueblos en un ciclo espantoso y concéntrico de deponer y restituir presidentes, sin concretar las revoluciones.
Porque A. Gramsci tenía razón, y sigue siendo verdad aun que los capitanes siguen siendo un motivo de importancia no despreciable
Aunque me puedan criticar, sigo creyendo que el mejor ejemplo para significar la importancia de los partidos de vanguardia lo ofreció León Trotsky al decir: 'Sin una organización dirigente, la energía de las masas se disiparía, como se disipa el vapor no contenido en una caldera. Pero sea como fuere, lo que impulsa el movimiento no es la caldera ni el pistón, sino el vapor.' (12)
Y concluyo:
Sin ánimo de profundizar , en los eventos recién concluidos en La Habana nos urge hablar no de un tribunal contra el terrorismo , sino de un verdadero movimiento, de un partido continental de vanguardia.
Tenemos antecedentes para este movimiento . En Cuba precisamente, en 1967, en la Conferencia Tricontinental y OLAS. Allí Sin horizontalismos estériles ni sectarismos asfixiantes.
Los tenemos todavía vivos . Lo que puede ser un movimiento internacional , tal cual el Frente Unico de Mariategui.
Alguien acá, que discurre entre política e ideología dijo en aquellos años 60 en relación a las posiciones reformistas de Yugoslavia : 'Las 'únicas fronteras que concibo son las fronteras de clase'.
Esos son precisamente los que necesitamos hoy.....
Esas son las fronteras que estamos necesitando. Que ni él ni ustedes se nos mueran demasiado pronto.
Revolución o muerte.
Muchas gracias.
 

Respuesta  Mensaje 4 de 12 en el tema 
De: mfelix28 Enviado: 29/06/2005 15:59
Es una debilidad mía, personal, como un vicio, pero no puedo dejar de poner la ilustre opinión del más preclaron pensador de Nuestra America y, si le hacemos caso a lo que el mismo dice de sñi, " el pensador más leído de toda America Latina"
 
 
Celia Hart, Trotsky y los terroristas
Carlos Alberto Montaner
Celia Hart es una seńora relativamente joven y de rostro agradable –una cuarentona dicen los cubanos–, hija de Armando Hart y de Haydee Santamaría. En los ańos ochenta estudió física en Alemania, donde perdió la fe en el socialismo real y el interés en su profesión. A su regreso a Cuba su padre, curiosamente, le dio algunos libros de Trotsky, y dońa Celia encontró otra vía de conectar con el comunismo: el internacionalismo revolucionario. Trotsky había defendido la necesidad de llevar a cabo una verdadera revolución planetaria, y eso le pareció que se relacionaba con el espíritu del Che y de Fidel Castro. A Celia Hart -que probablemente ni siquiera sabe que el Che firmaba su correspondencia juvenil con el pseudónimo de “Stalin II”- Stalin le parecía abominable, pero amaba a Castro y al Che, dos redomados admiradores del déspota georgiano.
Yo no sabía de la existencia de esta seńora -salvo unos comentarios personales poco edificantes que me había hecho uno de sus compańeros de estudio-, hasta que recientemente leí con cierto interés una entrevista en la que hablaba de la revolución bolivariana del coronel Chávez y declaraba su esperanza de que pronto el militar radicalizara su gobierno y se acogiera al modelo comunista. Me pareció que su franca candidez perjudicaba los planes del presidente-golpista, así que les remití el texto de marras a unos cuantos demócratas venezolanos para que advirtieran por dónde van los tiros en ese desdichado país. Si dońa Celia tiene razón, Venezuela, como sucede en Cuba, acabará siendo un manicomio empobrecido, lleno de presos politicos, perseguidos, exiliados y cientos de miles de exiliados que huirán de la dictadura comunista.
La segunda vez que volví a ver la prosa de Celia Hart ha sido ayer, cuando alguien me reexpidió un escrito aparecido en la web de los comunistas simpatizantes de ETA en Espańa,( ¿...? menos mal que el ilustre vive en España y está "enterao") en el que esta dama, sin ningún éxito, intentaba desacreditar las reuniones internacionales de Praga y San José, a lo que agregaba, ignoro por qué, un ataque personal en mi contra, calificándome de “terrorista”, absurdo epíteto con que el aparato de difamación del gobierno cubano siempre intenta silenciar a sus adversarios, injuria que alterna con la poca imaginativa acusación de “agente de la CIA”.
Supongo que Celia Hart sabe que quien sí era terrorista era su tío Enrique Hart, muerto cuando le estalló una bomba casera durante la lucha contra la dictadura de Batista, y me imagino que D. Armando Hart, en esas conversaciones familiares que suelen tener los padres con los hijos, debe haberle contado la historia terrorista del 26 de Julio, incluida “la noche de las cien bombas” que estremecieron La Habana, o el secuestro de aviones que se saldó con una docena de muertos inocentes en la bahía de Nipe. No sé, claro, si también llegó a contarle que en 1959, como tantos cubanos que simpatizaron con la revolución y luego se horrorizaron cuando comenzó a instaurarse la dictadura comunista, él también conspiró junto a Manolo Fernández o Carlos Varona –Ministro y viceministro de Trabajo respectivamente–, y sintió como una terrible traición el apresamiento y las acusaciones contra Húber Matos, pero luego se arrepintió, junto a Faustino Pérez, y le pidió perdón a Fidel, quien, como buen paranoico, desde entonces no le tiene demasiada confianza.
En todo caso, me parece interesante que en Cuba haya una vertiente trotskista dentro de la aburrida ortodoxia ideológica del régimen. Precisamente, los primeros marxistas que se opusieron a Castro fueron los trotskistas, y recuerdo a uno de ellos, de quien fui muy buen amigo, que cuando cumplí 18 ańos, asilado en una embajada en La Habana, me regaló “Mi vida”, la autobiografía del revolucionario ruso. 
Leí el libro con mucho cuidado y llegué a la conclusión de que el personaje podía ser tan cruel como Stalin, aunque era mucho más brillante, pero cuando busqué más información sí hallé algo que me llamó mucho la atención: en sus últimos tiempos en México, antes de que Ramón Mercader -hijo de una enloquecida cubana- lo asesinara, Trotsky comenzaba a rechazar la idea de la tiranía y descubría el valor de la libertad económica y política y la importancia de la democracia formal.
Tal vez Celia Hart, que ya muestra algunos sintomas de madurez intelectual y de independencia de criterio, llegue a las mismas conclusiones. Ojalá, porque Cuba necesita una fuerte corriente revisionista que les sirva de abrigo y pauta a los comunistas cuando llegue la transición hacia la democracia.
Noviembre 27, 2004

Respuesta  Mensaje 5 de 12 en el tema 
De: mfelix28 Enviado: 29/06/2005 15:59
El texto estaba en:

Respuesta  Mensaje 6 de 12 en el tema 
De: lealtad Enviado: 01/07/2005 21:41
Al margen del contenido del texto, que puede o no ser compartido, creo que hay que rescatar el titular, DEBATEN en CUBA, lo que implica que existe está opción, que existe libertad para el debate, lo que una vez más deja fuera de base a quienes plantean que en Cuba no se puede hacer eso.
 
Lealtad

Respuesta  Mensaje 7 de 12 en el tema 
De: Mambi Enviado: 05/07/2005 22:09
Felix, creo que podemos reunir en un solo lugar esta discusion.
El otro hilo donde presente este debate es http://groups.msn.com/LACUBADELGRANPAPIYO/general.msnw?action=get_message&mview=0&ID_Message=15387&LastModified=4675529467433136641 y que teoricamente me resulta muy interesante y quisiera que se retomara
 
Saludos Reynaldo

Respuesta  Mensaje 8 de 12 en el tema 
De: matilda Enviado: 06/07/2005 07:59
que la revolucion no tenia motivo para radicalizarse por estas causas sino que fue un peon en las luchas de poder de las 2 superpotencias del momento USA-URSS y por ende por la agresividad de USA en esos primeros años.
Fidel nunca fue un verdadero revolucionario sino un GRAN OPORTUNISTA, un oportunista inteligente y carismatico, me alegro que engendros como este se ven solo uno cada mil años, pobre de aquellos que vivan en la isla en ese tiempo
 
Mambi: en verdad nunca he visto alguien tan contradictorio como vos, en tu manera de exponer las cosas al menos, que yo creo, se debe a la verdadera naturaleza de tu IDEOLOGIA, por un lado acabas de presentar todo un debate, que para ejemplificar supongo, sacas de la "izquierda" cubana, ejemplificar qué? me pregunto, porque por lo expuesto arriba , la crítica a la revolución se debe a su "radicalización" y tranfformarse en un "peón" de la guerra fría.
La pregunta viene por el lado de como ejemplo no te sirve el debate por izquierdas, de trotsky a los anarquistas, todos se sitúan a la "izquierda" de Fidel, y cómo verías una nueva "radicalización"?? Mira yo a esto le llamo Oportunismo Político, lo que para alguien como vos, que manifiesta su desapego por ideologías y política, es más que contradictorio. Oportunismo decía , porque no es casual que en los países donde reina la derecha o la pseudoizquierda de "centro" (un eufemismo más del lobo suelto el cordero atado) los troskistas vengamos a ser como el demonio  de la ultra izquierda, violenta y atrasada ( esto porque no transamos con la modernidad,consideramos al hambre y a la injusticia tan atrasados como nosotros) y resulta continúo, muy conveniente (para la derecha) donde se ha reafirmado la voluntad popular de mandar al infierno a la derecha, que nos rescaten como al "muerto vivo" que sin pecado y sin mancha vuelve para arreglar el descalabro "radicalizado".Ahora que según lacayos como el otro mencionado , vienen a descubrir el espíritu "democrático" del Trostky de los últimos años.Muy inteligente de parte de la derecha, tomar símbolos y convertirlos en "peones" de sus intereses.Muy regresivo de parte de la derecha subestimar la "izquierda" a la izquierda de la izquierda.
Saludos 
Matilda

Respuesta  Mensaje 9 de 12 en el tema 
De: Mambi Enviado: 06/07/2005 16:00
Matilda
La realidad es contradictoria, no hay nada que sea estable ni las opiniones pueden ser siempre inalterables incluso se le puede encontrar cosas buenas a algo que rechazamos como un todo. contradictorio verdad? pero asi es la vida!
Mi interes con este debate no es porque yo apoyo esas ideas, ni tampoco las rechazo tajantemente, sino porque quise mostrar que algo se esta cocinando dentro de Cuba cuando una personalidad como Celia Hart, al menos por ser hija de dos figuras importante de la "revolucion", es capaz de decir cosas como esas y quise mostrar la contradiccion en la que ella tiene que incurrir para poder tener un espacio para planter sus opiniones.
Los trokistas, y me alegro que hayas expresado que tu lo eres, son anti-stalinistas por definicion y la revolucion cubana fue, es y sera stalinista hasta los tuetanos y quiso ser mas sovietica que los soviets asi que ella se desarrolla y defiende a un sistema stalinista siendo trokista!
En mi opinion particular creo que si, que los trokistas son la extrema izquierda que tiene como unico objetivo destruir el actual orden de cosas en el mundo entero, es una version mucho mas radical que lo que hemos conocido como "comunismo" hasta estos momentos.
Ahora entiendo porque no acababas de entender mi posicion
 
Saludos
Reynaldo

Respuesta  Mensaje 10 de 12 en el tema 
De: matilda Enviado: 06/07/2005 16:00
Creeme Mambi, que en todo caso no es un problema mío, el de no comprender tu posición, yo sí creo que la comprendo, me parece que o bien no te atreves a explicitarla, o vos mismo no la tenés muy clara.Deberías tomar en consideración que al menos me esfuerzo y pongo atención, je
Saludos 
Matilda

Respuesta  Mensaje 11 de 12 en el tema 
De: RudolfRocker1 Enviado: 07/07/2005 20:55
Respuesta al ultimo articulo  de Celia.
Omar
 
Después de leer con calma todas las falacias que acumula el trabajo de CH, a la única conclusión que puedo llegar es que esta señora no tiene ni la más remota idea de la verdadera Historia de Cuba. Casi todas las francas mentiras con que nos quiere confundir han sido ya dilucidadas por estudiosos de la Historia a través de cartas, diarios y hechos que parece CH no quiere admitir, para no entrar en la semántica imperialista, con la que acusa a todos aquellos que no estemos de acuerdo con todas la tonterias que escribe. Hace rato que está más que probado que Martí era más sensible a las ideas anarquistas que a las marxistas, nada más que por motivos políticos que ideologícos. Para Martí, el personaje que nadie parece conocer, era Henry George para la solución del problema social, puro reformismo, lo todo demás poco le importaba o no tenía tiempo para informarse. No hay duda de las simpatías del fundador del PCC en 1925, Julio A. Mella por el marxismo, pero tambíen las sentía por Alfredo López, los obreros anarcosindicalistas de la época. Nadie le ha dicho a CH que es muy probable que el "estalinismo" asesinó a Mella, que en su entierro en el DF el duelo fue despedido por Antonio Penichet, anarquista y Sandalio Junco, troskista, y que el PCC no apareció por ningún lado. En cuanto a que el 26 de julio era la "vanguardia" de marxismo-leninismo en la Cuba de 1950, no sólo es una mentira sino una canallada. Dicho "movimiento" estaba formado en su dirigencia en casi su totalidad por una burgesía aburrida y católica que buscaba en la "revolución" un medio de liquidar a Batista. Los capitalistas cubanos donaron millones de dólares para esta "vanguardia" con el objeto de  liquidar la dictadura, la burgesía también colaboró económicamente con esta "elite" marxista-leninista con el mismo objeto y no el de suicidarse. En cuanto al pueblo cubano, es una verdadera infamia hablar en su nombre y calificar sus ideas políticas, pués había de todo como en cualquier pueblo, lo recuerdo muy bien. El movimiento obrero no estaba con Batista pero no sentía tampoco mucha admiración por Castro, la huelga general de l957 fue un rotundo fracaso. En cuanto a las simpatías mayoritarias que dice CH tenía el Partido Socialista Popular, están fuera de todo razonamiento lógico. Los cubanos de aquella época eran anticomunistas, porque sabían que el PSP fue siempre un aliado de Bastista, porque traicionó a la clase obrera en l933 pactando con Machado y finalmente porque cuando se produjo el "ataque al cuartel Moncada" en Santiago de Cuba, condenaron al grupo militante, a la "vanguardia" marxista-leninista" como simples "putchistas" y le reiteraron su apoyo a Batista como en los viejos tiempos.El Partido Ortodoxo fundado por Chibás y de donde procedía Castro, era profundamente anti-comunista y no hay dudas que tenía una gran fuerza polìtica. Por supuesto, todo esto que son verdades, pueden y probablemente van a ser interpretadas como "el lenguaje del imperialismo", poco me importa, la verdad histórica no hay quién la cambie, por mucha rétorica trosco-bizantino como dice Nelson, con la que nos quiera insultar CH. No tiene remedio y no vale la pena ni contestarle, está en su discurso dogmático que a fin de cuentas es su negocio particular. Salud
 
Frank
 

Respuesta  Mensaje 12 de 12 en el tema 
De: Mambi Enviado: 08/07/2005 15:12
presente una exposicion sobre la revolucion cubana hecha por el Partido de Trabajadores por el Socialismo de Argentina, que es un partido de tendencia trokista que rebate TOTALMENTE lo expuesto por la sra Celia Hart, demostrando que esta solo esta jugando "a ser" trokista, tal vez con la intencion de radicalizar o un mover hacia la extrema izquierda a los que sucedan a Castro cuando este muera, dando una imagen de cambio y de justificar cualquier incremento en la represion que se desate cuando intente mantener el modelo estalinista actual.
Leanlo y veran que la sra Celia Hart solo esta confundiendo deliberadamente a los que defienden a la "revolucion" cubana por su "anti-imperialismo" pero que ideologicamente no pueden apoyarla porque son doctrinas totalmente opuestas!
En el escrito presentado por Felix Fue el movimiento 26 de julio un Partido de Vanguardia? esta sra trata de redefinir o de re-escribir la Historia con un desparpajo increible, es como si no existiera nadie en Cuba que recuerde o haya sido testigo o participante activo de aquel movimiento y ella dice lo que le da la gana sobre hechos historico ya estudiado y definido incluso por sus propios protagonistas!
Yo no defiendo el trokismo ni simpatizo con esa tendencia la cual considero aun mas extremista y peligrosa que el estalinismo o el comunismo en general, lo que quiero demostrar es que algo se esta cocinando entre bambalinas es Cuba cuando esta sra tiene un espacio abierto para "debatir" nuevas opciones "a la izquierda" de Castro y ademas demostra una vez mas como esta gente mienten y manipulan las palabras para ganar apoyo entre las distintas facciones de la izquierda internacional que han sido las que siempre le han dado el hálito de vida que los a mantenido vivos hasta ahora.
 
Gracias Matilda por intentar tratar de entenderme pero una vez mas dire que soy centrista y que tomo de ambos lados lo que considero que es mejor para el ser humano, no para los intereses particulares de ningun grupo politico, yo se que para los comunistas en general o se esta con ellos o se esta en su contra, asi que si tengo que escoger obligatoriamente escojo estar en su contra.
 
Saludos a todos
desde Miami
Reynaldo


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